
Castillo de Beersel. Foto: Bjorn Snelders
El círculo de los castillos de Flandes
Fortalezas medievales, museos vivientes y jardines de ensueño componen una ruta cultural ideal para descubrir otra cara de la región flamenca.
Más información: Flandes, fortaleza para el arte
Flandes despliega un mosaico de castillos medievales, jardines románticos y rutas que invitan a descubrir el pasado noble de toda la región.
Castillos como los de Lakebos, Ooidonk y Alden Bielsen hoy ofrecen una escapada cultural perfecta para los amantes del patrimonio histórico. Un legado arquitectónico y natural que invita a una inmersión pausada en su historia.
Uno de los ejemplos más imponentes es el castillo de Beersel, con sus tres torres almenadas y su foso aún lleno de agua, que en su día protegió el ducado de Brabante. Construido entre 1300 y 1310 como bastión defensivo de Bruselas, su silueta de ladrillo rojo sigue dominando el paisaje, trasladando al visitante a la Edad Media.
A solo unos minutos, la fábrica de cerveza Oud Beersel ofrece una experiencia local imprescindible: la degustación de cervezas lámbicas, elaboradas mediante fermentación espontánea, tradición viva de la región.
No muy lejos se encuentra el castillo de Gaasbeek, una fortaleza romántica reconstruida en el siglo XIX que alberga una notable colección de arte, mobiliario y tapices. Rodeado de jardines históricos, el lugar invita al paseo tranquilo y a la contemplación.

Castillo de Bouchout en el Jardín Botánico de Meise. Foto: Jardín Botánico de Meise
Gaasbeek está íntimamente ligado a la figura del conde Lamoral de Egmont, símbolo de resistencia frente al poder español en el siglo XVI. Su nombre, como el de Everaard t’Serclaes –cuya estatua adorna la Grand Place de Bruselas–, resuena en la historia de los castillos flamencos.
La ruta puede continuar hacia el castillo de Groot-Bijgaarden, famoso por albergar cada primavera la exposición floral Floralia Brussels, donde miles de tulipanes, narcisos y jacintos colorean sus jardines. O hacia el castillo de Bouchout, dentro del Jardín Botánico Nacional de Meise, donde naturaleza y arquitectura dialogan con una armonía poco frecuente.

Castillo de Gaasbeek. Foto: Kris Jacobs
En esta geografía de torres, puentes levadizos y setos bien cuidados, se cruzan historia y vida contemporánea. Explorar los castillos que rodean Bruselas no es solo un viaje al pasado: es también una forma de entender cómo el paisaje, las tradiciones y la memoria colectiva siguen modelando la identidad flamenca. Cada fortaleza, cada jardín, guarda una historia que espera ser redescubierta.