Foto de Krivec Ales en Pexels

Foto de Krivec Ales en Pexels

El Cultural

Parques infantiles

Concurso de micropoemas conducido por Joaquín Pérez Azaústre

10 mayo, 2021 10:18

¡Buenos días!

Han estado a punto de ganar los siguientes poemas:

Eliseo
El hervor del ocaso
Raspa los delirantes agujeros
Del bendecido vaho de tus huesos.

Imágenes muy originales, contenidas y cerradas, como ese “hervor del ocaso” o “los delirantes agujeros”, que sugieren mucho y ofrecen una textura plástica en las sensaciones que evocan, antes del cierre con variados matices y contundencia final.

Susana Bellido
Deshielo de la inocencia
en labios que dan la espalda
afilando eléctricos ladridos.

Sugerente verso inicial, que ya nos va anunciando esa sensualidad delicada y esbelta, que alcanza su cristalización definitiva en esos “labios que dan a la espalda” con elegancia corpórea que podemos sentir, antes del estallido final de imagen potente.

Pilar Alejos
Lágrimas de barro y silencio
enmudecen las heridas del eco de su voz.
Yace su desnudez sobre el asfalto.

Cada verso es un hallazgo de sensaciones físicas expuestas con vistosidad, entremezclándolas con otros destellos más intimistas, como esas “heridas del eco de su voz”, antes del espléndido tercer verso: una gran imagen que potencia todo el poema.

Pero el ganador es

Marta
Las mentes no pueden despegar el vuelo
se encadenan a los llantos de los muros
tras las palabras que miran al horizonte.

Esa afirmación inicial marca la autoridad del sujeto poético en su percepción de la realidad, que después se va dirigiendo hacia la fragilidad, como interesante contrapunto, que luego confluirá en el lenguaje que otea otra lejanía y nos salva, en este gran final. Que sean las palabras las que “miran al horizonte” da amplitud y hondura a este poema.

Tema de la semana: “Parques infantiles”. Estas tardes de alergia y astenia primaveral abrimos las ventanas a la brisa ligera de la tarde, a las voces y cantos que entran por la ventana y nos sacan de todo, para entrarnos en todo. Muy cerca de aquí hay un jardín con columpios, torrecillas y algunos balancines, que me recuerda a ese libro estupendo de Martín Rodríguez Gaona titulado, precisamente, Parque infantil. Gritos, un instante en que el día escapa de nosotros. Escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres. Escribamos sobre los parques infantiles en el aire de tarde, con el cielo acabado y las tonalidades esparciendo los últimos sonidos, en sus sombras nacientes.