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El Cultural

Jordi Galcerán: "El teatro digital no existe"

Regresa a Madrid con 'El método Grönholm' y tiene a punto “una comedia de alpinistas”. Jordi Galcerán (Barcelona, 1964) ha dinamitado con sus obras la frontera que a veces separa la calidad y la taquilla.

14 septiembre, 2020 10:30

¿Qué libro tiene entre manos?

Canto jo i la muntanya balla, de Irene Solà.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

El aburrimiento.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?

Con Adolf Hitler. Me gustaría decirle cuatro cosas.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

No creo que fueran los primeros, pero están los primeros en mi recuerdo. Mi abuelo tenía las obras completas de Julio Verne y un verano me las leí enteras.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?

Cada vez más en tableta. A cualquier hora, pero no mucho, no crea.

¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?

No tengo la sensación de que me haya pasado eso.

¿Qué tecla ha tocado con El método Grönholm que vuelve y vuelve?

Puede que sea que los personajes pasan por una experiencia que todos conocemos: la de ser seleccionados.

¿Cuál es el secreto del éxito de obras como Burundanga o El crédito?

Si lo supiera hubiera escrito más.

¿Hay frontera entre éxito comercial y “teatro serio”?

No son incompatibles. Pueden convivir en el mismo teatro, en la misma sala y a la misma hora.

¿Ha cambiado la pandemia el teatro?

El teatro refleja la realidad. Por supuesto que la pandemia le afectará. Mayorga dice que el teatro es una asamblea de ciudadanos. Continuará ahí, como siempre.

¿Ha aprendido algo de esta situación?

Que durante el confinamiento me di cuenta de que con la ropa que tenía podía tirar tranquilamente...

¿Vamos hacia el teatro digital?

El teatro digital no existe.

¿Cree que ha cambiado la comedia? ¿Es más políticamente correcta?

Sí, es más difícil hacer chistes. Siempre piensas si te van a machacar con los tuits y esas cosas.

¿Qué montaje u obra de teatro ha cambiado su manera de entender la escena?

El tiempo y los Conway, de Mario Gas. Me hizo llorar y entendí que el teatro servía para vivir otras vidas.

¿Qué película le ha impactado recientemente?

Pues La linterna roja en Filmin, que no la había visto, y me impactó. Mañana me impactará otra.

¿Se ha “enganchado” a alguna serie?

A muchas. Estamos entrando ya en un periodo de saturación. Como tanta gente, ya paso más tiempo buscando en Netflix que viendo.

¿Qué tipo de música escucha habitualmente y en qué soporte?

No soy de escuchar mucha música. Kiss FM en el coche, como mucho.

¿Le importa la crítica, le sirve para algo?

Intento estar al tanto. A veces, una mala crítica de una producción en, pongamos, Uruguay, me amarga el día.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Depende. Yo soy muy de argumento. El arte me emociona si me sugiere historias.

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico.

Una exposición de Kiku Poch, en Menorca, en Ciutadella. Ahora pinta peces inmensos preciosos.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

De Antonio López.

¿Qué libro le recomendaría al presidente del Gobierno en estos momentos?

Moby Dick.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Es un lugar cojonudo para vivir. Estuve un tiempo en Nueva York y se vive mucho mejor aquí.

¿Qué medida urgente tomaría para superar la actual crisis del sector cultural?

Con que no nos putearan habría bastante.