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El Cultural

Elba Benítez: "El arte se ha convertido en un valor especulativo"

Cabezonería, exposiciones diferentes y un buen plantel de artistas han sido las claves de su éxito. Elba Benítez celebra sus 30 años de galería con una muestra de Ignasi Aballí y su stand en ARCO

28 febrero, 2020 18:02

¿Qué libro tiene entre manos?

Sapiens. De animales a dioses, de Yuval Noah Harari y El declive, de Osamu Dazai

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Nunca abandono, aunque me cueste terminarlo. A veces pospongo para retomar más tarde.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?

Con Peter Brook.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

No recuerdo cuál fue el primero pero sí pedir en casa Las aventuras de los cinco, de Enid Blyton. Me leí muchos.

¿Cuáles son sus hábitos de lectura?

Siempre en papel. Durante los días de trabajo, por la noche o en los vuelos largos… Si estoy de vacaciones, o en los fines de semana, a cualquier hora del día.

Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Son varias las que han modelado mi vida. La primera vez que vi y escuché a Joan Manuel Serrat, en TVE todavía en blanco y negro, cantando en catalán Paraules d’amor y Canço de matinada. Yerma, con Nuria Espert y Víctor García, en los años 70. Las meninas, en una sala en penumbra. Pasear por los jardines de la Alhambra al amanecer, después de haber conducido toda la noche desde Madrid. El concierto de The Rolling Stones en Madrid en 1982…

¿Qué ha cambiado en los 30 años de vida de la galería?

La galería ha dejado de ser el espacio natural donde se producen los encuentros alrededor del arte, trasladándose a las ferias. El arte, gran parte de él, se ha convertido en un valor especulativo.

¿Cuál ha sido la receta para mantenerse en pie?

Vocación. Pura cabezonería.

¿Con qué artistas ha trabajado desde sus inicios?

Desde los primeros noventa, con Ignasi Aballí, Ernesto Neto, Francisco Ruiz de Infante, Francesc Torres… La relación se ha mantenido porque está basada en el respeto y apoyo mutuo, y el convencimiento por ambas partes de que ganamos todos.

¿Qué edición de ARCO recuerda especialmente?

La de 1994, la primera vez que participamos.

¿Qué falta y qué le sobra hoy a la feria?

Es una de las mejores del mundo. Atrae a muchos visitantes. Madrid, además, tiene una de las mejores ofertas culturales de Europa.

¿Quién manda hoy en el mundo del arte?

En el mercado internacional, las casas de subastas y las galerías transnacionales. También los patronos de los grandes museos. En el caso de España está diluido.

¿Tiene colección de arte?

No, nunca he coleccionado cosa alguna. Me gusta vivir rodeada de arte, pero no formar una colección.

¿Y de qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Para empezar, de Marlene Dumas y Bruce Nauman.

Ejerza de crítica de la última exposición que ha visitado.

La retrospectiva de Hans Haacke en el New Museum de Nueva York. Su obra me reconcilia con lo mejor que tiene esta profesión. Pocos artistas como él han realizado un trabajo de una coherencia absoluta con su vida y con su pensamiento.

¿Le importa la crítica, le sirve para algo?

Me importa y aprendo siempre de ella, sobre todo cuando no es favorable. Le presto atención porque me devuelve una imagen de la que no era consciente. Me refiero, claro, a la crítica ejercida con conocimiento e inteligencia.

¿Qué tipo de música escucha en casa?

Clásica, jazz, flamenco…

¿Qué película reciente le ha impactado?

Lo que arde, de Oliver Laxe, y La virgen de agosto, de Jonás Trueba. Me ha recordado un cine que se hacía en la Transición, con pocos medios, con historias cercanas …

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me gusta toda la diversidad que ofrece nuestro país, con una identidad marcada por la historia y la cultura pero abierto al resto del mundo.