El Cultural

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Luis Antonio de Villena: "No todo el mundo es poeta aunque lo predique internet"

El poeta, novelista y traductor publica 'Las caídas de Alejandría', tercer tomo de sus memorias, en el que arroja una mirada desengañada y nostálgica al pasado

3 febrero, 2020 04:53

¿Qué libro tiene entre manos?

La biografía –algo novelada, no todo es conocido– de un raro personaje, perdedor y aristocrático, que descubrí y al que he dedicado ya algunos trabajos: el poeta Aníbal Turena.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

La abandono pocas veces, incluso si no me cautiva. Pero si ya me parece tedioso o muy mal escrito o muy para públicos tontos, entonces lo dejo.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?

Serían muchos. Pero al pronto, una cena en el Ritz con Marcel Proust.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

No con seguridad. Leí libros para niños, pero unos de los primeros que me cautivó fue la novela (es una muy curiosa ficción) de H. Rider Haggard, Cleopatra.

¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche…?

Papel, no me atraen los libros electrónicos. Leo por la tarde y por la noche o viajando. Leo mucho, creo que más cada vez…

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambiara su manera de ver la vida.

Conocer a escritores y a profesores cultos de verdad (cada vez hay menos) que te hacían vibrar ante el placer y la aventura de saber como parte de tu vivir.

Las caídas de Alejandría es la tercera parte de sus memorias. ¿Es quizás su entrega más desengañada y triste?

Sin duda. Hay muchas cosas en el libro, y muchas placenteras, pero hay desengaño por un mundo feo y malo, por las traiciones de la amistad y por el clientelismo de la vida cultural española, cada día peor no por los creadores, sino desde el desinterés del Estado y sus políticos.

El libro se subtitula Los bárbaros y yo. ¿Quiénes son esos bárbaros y cómo han entenebrecido su vida?

La ignorancia, la falta de cultura y la falta de educación cívica que hoy (salvo las excepciones de siempre) lo llenan todo. Ya no hay pueblo sino chusma.

¿No le tentó ajustar cuentas con nadie en estas páginas?

No. Quería decir algunos desengaños, pero antiguos y viejos amigos que terminaron mal conmigo, no salen.

¿En qué sentido nuestra cultura va a menos hoy?

En todos, o casi. Triunfa la mediocridad, el lector ignora mucho (por eso la cultura alta se le hurta) y el Estado no tiene interés en la Cultura. Basta ver a la gran mayoría de los necios políticos de la hora. Les interesa el poder y el dinero. ¿Cultura? Ellos mismos ignoran demasiado.

¿Y la poesía?

Como dijo Octavio Paz (ya hace mucho) la poesía vive en las catacumbas. Hay fieles apasionados pero pocos. Y no todo el mundo es poeta aunque lo pregone internet.

¿Entiende, le emociona el arte contemporáneo?

En pintura propendo mucho a cualquier forma (hay muchas) de figuración. El abstracto me interesa cuando está lleno de fuerza: Millares.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Los grandes hicieron cuadros muy grandes. Tendría un Caravaggio, pero no es posible.

¿Qué música escucha en casa?

Depende de las épocas: clásica. rancheras, copla, Lou Reed… Y hay días que deseo silencio. Falta silencio.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

La crítica de lo inmediato está muy condicionada. La buena crítica llega con los años. Alguna vez he aprendido de la crítica a mis libros, pero pocas. Me gusta la crítica informativa que me puede orientar en lo que desconozco.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

España tiene muchos defectos y mucha grandeza. Me siento español y extraño. Como me sentiría francés y extraño. Pero España necesita ser amada, incluso con sus defectos.

Dénos una idea para mejorar nuestra situación cultural.

Buscar la excelencia. Enseñar a leer y elevar el nivel en todo, no bajarlo.