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El Cultural

Helena Pimenta: "Es un buen momento para alternar estilos"

Tras ocho años poniéndole una sexta marcha a nuestro teatro áureo, Helena Pimenta se despide de la CNTC como empezó: con La vida es sueño

16 septiembre, 2019 09:05

¿Qué libro tiene entre manos?
Dolce agonia de Nancy Huston.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Si a la tercera página no he entrado, no me interesa.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Rosaura, para compartir reflexiones sobre la vida y el sueño.

¿Recuerda el primer libro que leyó?
Con diez años leíamos en clase cada día, en corro y por turnos Don Quijote de la Mancha.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
En una mesa para tomar notas. Acostumbro también a llevar en el metro un ejemplar de la obra que estoy montando y abrirla al azar y leer lo que puedo hasta mi parada.

Cuéntenos la experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Cuando tenía 11 o 12 años, mi íntima amiga era biznieta de Unamuno y me propuso visitar su casa, su habitación. Ver sus cosas, su cama, sus libros, escuchar el silencio, todo ello me conectó con algo inexplicable, más allá de la realidad.

¿Por qué cierra con La vida es sueño su etapa en la CNTC?
Tuve la intuición de saber que necesitaba hacerlo así. Luego busqué las razones. He conocido la obra a fondo estos años y, pensando en la Joven, consideré que era el momento de entregarles este gran título. Como si les pasara un testigo que ellos pasarán a las generaciones venideras.

¿En qué se diferencia este montaje del que hizo con Blanca Portillo?
El formato ahora es pequeño. El espectador está muy cerca, en el centro de la acción, para poder leer más allá de la forma. Es menos historicista, más metafórico, metafísico y hasta humorístico.

¿Qué le parece Lluís Homar como sucesor?
Es un gran profesional y sabrá hacer las cosas muy bien.

¿Qué va a echar de menos de la CNTC? ¿Y qué de más?
Llevo meses haciendo mi duelo porque sabía que esto tenía un límite. Echaré de menos todo, hasta lo que echaba de más. Espero que sea ya con saudade y sin dolor.

¿Y ahora qué…?
Me propongo una etapa de descanso hasta diciembre para atender a mi familia, amigos y a mí misma, y luego continuar con la dirección de escena, la pedagogía o la gestión.

¿Le gustaría algún texto contemporáneo?
Claro. Es un buen momento para alternar estilos.

¿Qué tipo de música escucha en casa?
Un poco de todo. Clásica, brasileña, cubana, Serrat, Sabina, tangos… Me gusta la buena música.

¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Me ayuda a reflexionar y, hecha con respeto, es una importante referencia. Por lo demás, me viene mejor que sea favorable para no acumular problemas.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Me gusta y me conmueve de la misma manera que el arte de otras épocas.

¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
La de William Kentridge en el Reina Sofía no ha sido la última pero es la que más recuerdo por su relación con el teatro.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
De Plensa.

¿Cuál es la película que ha visto más veces?
El padrino 1, 2 y 3.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me gustan sus paisajes, sus gentes y una enorme lista de cosas que aquí no cabrían. He tenido la oportunidad de residir y trabajar en muchos sitios diferentes y reconozco su pluralidad, las dificultades que implica y la riqueza que esto supone.También me duelen sus heridas, sus errores y las dificultades de muchos de mis conciudadanos para acceder a una vida digna.

Denos una idea para mejorar la situación cultural.
La base está en la escuela, en la enseñanza. Es ahí donde hay que plantar la semilla.