Image: Guillermo Pérez Villalta

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El Cultural

Guillermo Pérez Villalta

"La realidad no tiene nada que ver con el arte"

4 mayo, 2016 02:00

Guillermo Pérez Villalta

El artista inaugura el próximo viernes en la galería Javier López & Fer Francés El orden de lo imaginario, una exposición que reúne, a modo de retrospectiva, sus dibujos y obra sobre papel.

Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948) es uno de nuestros pintores más personales y reconocibles. Perteneciente a la figuración madrileña de los 70 (lo vimos bien en Los Esquizos, Museo Reina Sofía, 2009), fue premio Nacional de Artes Plásticas en 1985 y hace tres años donó la mayor parte de sus fondos (unas 1000 obras entre pinturas, dibujos y acuarelas) al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. El CAAC aprovechó entonces para dedicarle una importante exposición, la más grande del artista celebrada en un museo público hasta el momento. Y el Reina Sofía, ¿se le resiste? "Eso pregúnteselo a Manuel Borja-Villel. Solo espero que no sea una exposición póstuma", dice no sin cierta amargura. De momento, la galería Javier López & Fer Francés ha reunido en Madrid sus dibujos y obra sobre papel. Una muestra concebida a modo de retrospectiva, quizá anticipo de la que algún día vendrá.

Pregunta.- ¿De qué modo el dibujo es importante en su obra?
Respuesta.- El dibujo es lo que más me gusta de la creación artística. Aquí estás solo, tú, el papel y un lápiz, es lo más simple pero también es donde mejor puedo plasmar lo que pasa por mi mente. Cuando veo que lo que estaba en mi cabeza llega al mundo real soy feliz. Defiendo el dibujo por encima de la mancha pictórica que me ha interesado menos; me interesa la construcción de una idea y, en este sentido, es esencial. Me considero también arquitecto y proyecto un cuadro como quien proyecta un edificio y para eso el dibujo es perfecto. A finales de los 80 hice una exposición basada en los trabajos preliminares, bocetos, aunque en muchos casos muy perfectos, a escala igual que el lienzo, me importa las proporciones, la geometría, y todo hay que medirlo. Yo obligo a la obra a que sea como yo quiero.

P.- ¿Cuáles han sido los temas o las tramas que recorren estos 25 años de pintura?
R.- Dentro de la exposición hay alguna guía pero soy incapaz de llevar un solo camino y aquí se nota mucho eso. La acuarela es un estadio de la obra que interesa mucho, pintura con un sustrato importante de dibujo. Aquí hay mucha acuarela, paisajes fantásticos, construcciones alucinógenas, extrañas manchas que se transforman y otras más rigurosas, que podía ser esculturas. Óscar Alonso Molina (el comisario) y yo hemos seleccionado obra desde los 90 hasta hoy.

P.- ¿Cada una de sus obras tiene su propio dibujo?
R.- Tengo la idea y en un cuaderno que llevo siempre encima hago un garabato rápido y pequeño, de unos 3 centímetros, pero eso es la idea; lo dejo un tiempo, cuando veo que es importante, que vale la pena, hago ya un dibujo más elaborado, eso se estudia y cuando tengo las proporciones fundamentales, geométricas, medidas internas trabajadas desde los egipcios y griegos hasta el XIX y que hoy no hace nadie… Entonces empiezo el lienzo y aún modifico. Por los menos hay tres dibujos de cada uno de mis cuadros.

P.- En estos 25 años que recorre la exposición, ¿qué ha cambiado y qué sigue igual en su obra?
R.- Fundamentalmente, se ha ido aumentado el conocimiento y la sabiduría. La pintura se ha refinado extraordinariamente, hoy hay una calidad y una fineza especial que desgraciadamente no se aprecia mucho. Mi pintura se ha hecho más exquisita. El orden y las proporciones que eran curvilíneos han mutado a rectilíneos; las curvas complejas se han convertido en líneas.

La muerte de John Lennon (serie Grandes momentos de la historia de la música moderna), 2003

P.- Una de las series que veremos en la exposición es el Zodiaco realizado para la Expo 92, ¿cómo ha resultado su viaje a 2016?
R.- Lo he tenido durante años en mi estudio en Tarifa cara a la pared y descubrirlo de nuevo me ha sorprendido. El arte malo acaba siendo desechable y el bueno coge cuerpo. Si hago hoy un recorrido mental por el arte de los 80, creo que la mayor parte es deleznable y en cambio ha habido cosas laterales que con el tiempo han cobrado importancia. No creo en la justicia del tiempo, pero sí favorece al buen arte.

P.- También las ilustraciones para Los viajes de Gullivert estarán en la exposición.
R.- Sí, es una obra de la que me siento muy orgulloso. He realizado otros libros ilustrados pero eran aguafuertes, que no me llegan a satisfacer del todo porque no domino el taller. En cambio esta serie es acuarela y lo domino todo, ha sido de las cosas más divertidas que he hecho. Son ciento y pico acuarelas, quería que todas fueras diferentes, trabajé en ello durante meses. Ahí está reflejado todo lo que he hecho en la primera década de este siglo, quizá por el planteamiento de libertad que tuvo el encargo.

P.- Más desconocidas son las tablas que reflejan distintos momentos de la música pop, ¿por qué no las había mostrado hasta ahora?
R.- En realidad se vieron una vez, aunque de modo lateral, en Sevilla. Es un comienzo de una idea de una serie. He convivido con la música pop desde siempre. Tenía 14 años cuando triunfaban Los Beatles. Las cinco o seis tablas eran el comienzo de una serie para reflejar los momentos importantes de la música pop, había imágenes sobre Michael Jackson y Priscila Presley (el cuadro se llama Priscila rechaza a Jackson ante la estatua de su padre, como si se tratase de un cuadro neoclásico), The Velvet Underground... Hubiese dado para mucho, se quedaron en la mente montones de ideas muy divertidas.

P.- ¿La actualidad cambia sus temas o intereses a la hora de pintar?
R.- La realidad me afecta muy poco, me afecta el análisis de esa realidad. Tengo manía al realismo. La realidad existe pero para mí no tiene nada que ver con el arte. Analizarla sí me divierte. Encontrar el espíritu de la época, estar al tanto de ese espíritu me divierte. La ropa, las portadas, la estética de la calle, me doy cuenta de cosas que impregnan la realidad y eso me motiva.

P.- ¿Sigue a los nuevos pintores?
R.- Hay una muchos buenos pintores, aunque lo ortodoxo, lo oficial va por otros derroteros. Ahora mismo hay una decena de artistas jóvenes, en torno a los 30 años, fantásticos, es una generación con una técnica muy refinada. El dibujo se ha revolucionado mucho, son dibujantes fantásticos. Me quedo asombrado de su nivel de acabado y técnico, y no se les hace tanto caso. Ahora impera el conceptual, que tenía interés a finales de los 70, pero ahora…

P.- ¿Tiene su pintura algo de malditismo?
R.- Mi pintura va a contracorriente, es impertinente. Hay una parte del arte moderno oficial que es aburrido e insoportable. Mi pintura no es eso.

@PaulaAchiaga