Image: Luis Gordillo, puntualidad de reloj atómico

Image: Luis Gordillo, puntualidad de reloj atómico

El Cultural

Luis Gordillo, puntualidad de reloj atómico

Tancercatanlejos

18 septiembre, 2015 02:00

Detalle de La manzana de Eva, 2015

Galería Marlborough. Orfila, 5. Madrid. Hasta el 14 de octubre. De 48.000 a 240.000€

Tal como acostumbra, Luis Gordillo (Sevilla, 1934) ofrece ya en el título una pista de sus intenciones en esta exposición en Marlborough, que es ya una contradicción: Tancercatanlejos. Diría que tan cerca, pegado al presente y tan lejos en el tiempo de sus orígenes artísticos. También, tan cerca de algunas propuestas suyas que vienen realmente de lejos, de muy lejos.

Al entrar en el primer espacio de la galería cuelga a la izquierda Travelling de bañista, empezado en 2013 y finalizado este mismo año. Es un díptico de tamaño más que generoso que, de inmediato, me remite a las irradiantes bañistas que pintó a principios de los 70. Como aquéllas, cuenta con un "cuerpo" protagonista y un "lugar" abstracto, un cuerpo sin órganos que discute con el espacio que ocupa a la vez que le da sentido. Por otra parte, la obra Travelling no es el resultado de una evocación o una vuelta atrás en el tiempo a la búsqueda de algo perdido, sino otra consecuencia de un proceso de investigación que Gordillo no ha interrumpido ni un instante. De la importancia que da al proceso de elaboración deja el artista constancia en el catálogo, al incluir en una doble página el cuadro terminado y a su lado los fragmentos de cartones pintados con los que ensayó durante tres años diferentes posibilidades.

Un proceso que se extiende, también, a la pieza que tiene enfrente, Paisajes paralelos, y a Sexteto digital, ambos de 2015, acrílico sobre lienzo la primera, impresiones digitales sobre lienzo las otras. Es un recorrido que se inicia en la pintura, sigue con la fotografía, continúa con su manipulación informática y retorna al lienzo en lo que cabría describir como una manipulación alquímica de la imagen a la búsqueda de su alma interior. No veo a Gordillo místico de ninguna manera, aunque sí fiel a la suma de sus metamorfosis posibles.

Es esto el futuro, 2014

Encadenamiento semejante podemos establecer en otras de las obras ahora expuestas. Así, la manera de componer el políptico Aclimatación de plantas nocivas (2013-2015), nos devuelve a invenciones de los 80; No sabe... no contesta (2015), a las series de cabezas de finales de los 60; Mirada de araña (2015), a los cuadros de principios de los 90 con la imagen perforada... También la reincidencia en atacar el problema del borde del cuadro y las posibilidades de expansión de la pintura fuera de los límites trazados por el lienzo.

En su incansable buscar descubrimos, sin embargo, profundas diferencias en el uso del color. Irrumpen aquí, como en el impresionante dúplex Aproximación… aproximándose (2014), naranjas rutilantes o verdes de frescura, tonos y colores no usados antes o empleados de manera distinta. Hay cambios, también, en la manera de aplicar el pigmento, en la materialidad misma de la pincelada.

Es otra espléndida exposición de Gordillo, una más en una impresionante trayectoria que en la que no ha cesado en la exploración, a veces hiriente para el artista mismo, del sujeto frente al hecho de pintar y del ser de la imagen y su cambiante naturaleza en los procedimientos a que puede ser sometida para ser pintada. No hay, y es necesario destacarlo, academicismo alguno o reiteración en una fórmula sabida, sino la envidiable permanencia en una indagación que forja el presente de la pintura con la puntualidad de un reloj atómico.