Rubén Amón. Foto: Susana Siscart

El escritor y periodista publica Atlético de Madrid. Una pasión. Una gran minoría (La Esfera de los Libros), un ensayo sobre la historia reciente del equipo rojiblanco.

Rubén Amón es escritor y periodista versátil, multitarea, pero sobre todo es del Atleti. Por eso ha escrito este libro (Atlético de Madrid. Una pasión. Una gran minoría, La Esfera de los libros) y por eso, también, notamos que se entusiasma cuando pronuncia el nombre del 'Cholo'. Especializado sobre todo en música clásica, Amón, que ya ha publicado una biografía de Plácido Domingo y varios ensayos que van desde la tauromaquia al Museo del Prado, compara a su equipo con un dramma giocoso de Mozart, concretamente con Don Giovanni, pues "nunca sabe uno si reír o llorar, en dónde empieza lo serio y la tragedia y en dónde la comedia..."

Pregunta.- ¿Sabe usted por qué es del Atleti?
Respuesta.- Yo tengo una teoría, que hasta hace poco pensé que era mía, pero es de Nick Hornby. Como él, sostengo que el equipo es el que te elige a ti. Hay un determinismo también en lo futbolístico. Ser del Atleti significa incorporarse a una minoría en el trabajo, en el colegio, en el telediario, en El Marca... y eso va con un tipo de carácter concreto y, a la vez, hace que tengas una identidad bastante fuerte. Solo así se explica que la afición esté tan cohesionada.

P.- En el libro se pregunta por qué no son del Atleti los demás, cuando eso acabaría precisamente con el carácter minoritario de su afición.
R.- Claro, claro, es que esa pregunta no hay que tomarla como algo literal: se trata de una provocación y una respuesta a esas campañas para aficionados del Atleti que se dieron sobre todo después del descenso. Yo discrepo totalmente de aquel punto de vista, porque da la impresión de que el aficionado del Atlético se tiene que explicar y justificar. Eso forma parte de un sentimiento que empieza a darse con Jesús Gil, y en adelante, y que hace que muchos nos vean como un equipo victimista, sufridor... toda esa gente se ha olvidado de que la historia del Atlético de Madrid, pese a los momentos difíciles, es también una historia de éxito. Y de títulos: por ejemplo, nueve ligas antes de esta.

P.- Hombre, pero sufrir, habéis sufrido...
R.- El sufrimiento es una característica nuestra como lo es triunfo. Hay una dialéctica entre el todo y la nada. Lo que digo es que ese retrato del llanto ha hecho mucho daño al Atlético, como también ha hecho mucho daño la figura de Torrente, que nos sitúa en un pintoresquismo y un masoquismo que no tiene nada que ver con la historia del Atlético de Madrid, sobre todo si la juzgamos desde su inicio en 1903.

P.- ¿Tampoco es el equipo de los pobres, como decía Bernabéu?
R.- Esa frase de Bernabéu ["Ser del Atléti, pudiendo ser del Madrid, es como ser pobre pudiendo ser rico"] es muy desafortunada. Creo que la afición del Real Madrid es también totalmente heterogénea y, por tanto, es una estupidez decir cosas como que es el equipo de Franco, tan solo porque la dictadura lo utilizó, como utilizó tantas otras cosas. También creo que Simeone no acertó cuando dijo que el Atlético de Madrid es el equipo del pueblo, pues suena a discurso bolivariano, cuando el linaje, el origen del Atleti es universitario; lo fundan los ingenieros de minas. Y el Atleti es democrático también: es de los primeros en celebrar elecciones, en los años 50, cuando de eso ni se podía hablar en cualquier otro contexto.

P.- ¿Cuál es su peor recuerdo como Atlético?
R.- Sin duda, el descenso a Segunda División, porque es un lugar que nunca mereció el Atlético de Madrid. No nos correspondía. De la Guerra Civil en adelante nunca habíamos estado en esa situación. El descenso explica hasta qué punto Jesús Gil fue una figura devastadora. Cuando los aficionados más amnésicos se regodean con el doblete, a menudo olvidan que esos títulos los expíamos con dos años en Segunda. Jesús Gil estuvo a punto de acabar con el Atleti. Por eso en el libro hago la comparación entre Neptuno, al que adoramos y que nos acompaña en nuestros triunfos, y Saturno, que es Jesús Gil a punto de devorar a su hijo.

P.- El descenso, dice, fue obra de Jesús Gil, pero este Atlético, ¿de quién es obra? ¿De Simeone?
R.- Así es. Es obra exclusivamente del 'Cholo'. Es el primer caso en la historia del fútbol en que el equipo ha construido al club y no el club al equipo. Simeone se ha personificado de tal forma en la plantilla, que es modesta, que le ha dado una identidad al club. Simeone fue un tiro al aire que ha funcionado providencialmente, pero no un proyecto; y ahora sí que lo es. Esperemos que la directiva haga lo posible para que el equipo se mantenga y no sea desmantelado.

P.- ¿Pasará el Cholo a la historia del club, aunque pierda el sábado?
R.- Pasará a la historia del club porque nunca, en toda la historia del Atlético de Madrid, el equipo llegó tan lejos con una plantilla tan precaria. Ahora el Atleti está en la élite europea con un equipo modesto, que no tiene nada que ver con aquel de los sesenta ni con el del doblete. A día de hoy, Courtois es el único jugador que sería titular indiscutible en cualquier equipo del mundo. El resto son intercambiables. El partido contra el Barça demostró, con la lesión de Turan y Costa, que da igual que se caigan los mejores; no importa, y eso se debe a la doctrina, casi espartana, que ha implantado el entrenador.