Image: Philipp Fröhlich

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El Cultural

Philipp Fröhlich

"Es lamentable que muchos artistas no puedan vivir de lo que hacen"

19 enero, 2012 01:00

Philipp Pröhlich en la galería Soledad Lorenzo de Madrid

Hoy inaugura su tercera exposición individual en la galería Soledad Lorenzo de Madrid

Lugares extraños, escenarios inventados, falta de historias... Las pinturas de Philipp Fröhlich (Schweinfuert, Alemania, 1975) sugieren misteriosos sucesos inacabados donde parece que siempre nos quedemos fuera de la acción. Aunque esa falta de narración invita a un juego inacabable de adivinanzas, conjeturas y acertijos. Ese hilo enigmático lo vimos en Beachy Heads, su primera exposición en Soledad Lorenzo, un título tomado de uno de los lugares más enigmáticos del Reino Unido por la belleza de sus acantilados que encierra la trágica historia de ser uno de los lugares más emblemáticos de suicidio. Tres años después, en 2010, Scare the night away (Asustado en la noche) introducía nuevos aires de temor.

Esta nueva exposición, Remote Viewing, no abandona ese interés por la expectativa y resume, en su título, su modos operandi: la de trabajar mediante una visión remota, a partir de información sobre situaciones que el artista distancia en el tiempo y en el espacio. Que empieza a imaginar: "Los cuadros suelen empezar con alguna cosa que leo o veo y que me causa inquietud. A veces estos procesos maduran durante varios años en mi mente. Cuando ya tengo una imagen bastante clara, suelo construir una maqueta. La maqueta me ayuda a visualizar ese escenario imaginado y a probar y experimentar con su contenido de una forma fácil, casi como un juego. Una vez que estoy satisfecho con la escenografía, empiezo a pintar el cuadro". Pinta a ritmo lento y tarda varios años en tener cuadros suficientes para hacer una exposición. Aunque eso no le impide venderlos casi antes de pintarlos. Él dice que eso es un falso mito, aunque los puntos rojos se multiplican por la galería casi, antes de inaugur...

Pregunta.- Esta exposición da un enfoque a los papeles, algo que no había mostrado hasta ahora. ¿Qué son esos papeles?
Respuesta.- En la exposición presento seis lienzos y 19 papeles. Antes de empezar a pintar un cuadro, tengo la imagen ya muy clara en mi cabeza. Suelo saber, antes de construir una maqueta, y de manera bastante exacta cómo quiero que sea la perspectiva, la luz, los colores, la distribución, etc. La maqueta luego me ayuda a solucionar dudas y formular un espacio de manera detallada y concreta, lo que me ayuda mucho para pintar. Los papeles son otras posibilidades que surgen cuando estoy haciendo las maquetas o pintando los cuadros. Son variaciones que también tienen sentido y autonomía como pintura.

P.- De nuevo hay pocas pistas para saber la trama de estas pinturas. ¿Qué temas tratan?
R.- Me gusta borrar de mis cuadros todas las pistas de su origen que me puedan parecer demasiado claras. Para empezar un cuadro parto de cosas que me han llamado la atención cuando las leo, veo o pienso, porque me define la actitud con que me acerco a un cuadro. Pinto los cuadros desde dentro. En cierto modo, son pequeños mundos o escenografías en que me muevo durante el tiempo en que los pinto. Por esto prefiero también los formatos grandes.

P.- ¿Qué diferencia estas pinturas de otras anteriores?
R.- En los últimos dos años me he interesado mucho lo público, lo que no pertenece a nadie en concreto y es de algún modo tierra de nadie. Los cuadros son escenografías para mí y, con mucha suerte, también para alguien que lo mira<. si hubiera alguna imagen humana tendr el efecto de contar una historia m concreta y causar im congeladas en tiempo algo que me gustar evitar.>
P.- ¿Qué opina de la pintura que se hace en España? ¿Encuentras afinidades generacionales?
R.- No creo que sea muy diferente de lo que se hace en otros países. Hay relativamente pocos pintores españoles de mi generación, comparado con la cantidad de pintores que hay en Alemania por ejemplo. Hay algunas cosas muy interesantes aquí también. Siempre me dan envidia los pintores que siguen mucho a lo que hacen los demás, pero por desgracia tengo que admitir que no soy de estos. Veo con un ojo más o menos lo que esta pasando pero realmente suelo estar muy ensimismado con mis pinturas y voy poco a ver exposiciones.

P.- Hay muchos que todavía ven al artista como alguien taciturno, que lo pasa mal porque quiere, que no saben muy bien a qué se dedican...
R.- Es muy lamentable que muchos artistas no puedan vivir de lo que hacen, pero es una cosa que apenas está limitada a España. La mayoría de los artistas con que he estudiado en la Kunstakademie de Düsseldorf, en Alemania, tampoco viven del arte sino de sus trabajos secundarios.

P.- ¿Escribe sobre tu trabajo? ¿Es uno de esos artistas que colecciona cuadernos de notas?
R.- No escribo sobre mi pintura, aunque sin embargo me apunto en un cuaderno notas técnicas constantemente, recetas probadas, experiencias buenas o malas con el material. También suelo escribir pequeñas notas en papeles que me pego en una puerta en el estudio. Lo hago para organizar un poco mi cabeza.

P.- ¿Cree que el arte español tiene una identidad propia diferenciada, reconocible?
R.- Creo que seria difícil encontrar un punto típico español en el arte actual. En las generaciones anteriores lo había, sin duda, y hay algo especial en lo que hacen muchos de los vascos pero la mayoría de la obra que se hace ahora podría haber sido hecha en cualquier sitio del mundo. Quizás esto no sea negativo.

P.- Tras el anuncio de cierre de la galería Soledad Lorenzo, ¿cómo vislumbra su futuro? ¿Le ha contactado ya alguna galería?
R.- He decidido no pensar en esto ahora. En los últimos meses he estado preparando esta exposición y después ya veré que trae el futuro. Me lo voy a tomar con mucha tranquilidad.

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