El Cultural

La SGAE ratifica los primeros cambios de su estructura

Rodríguez Neri, cabecilla de la trama corrupta, ya tiene sustituto

27 septiembre, 2011 02:00

El órgano de gobierno de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha dado hoy su visto bueno al nuevo organigrama de la entidad, además de ratificar los últimos nombramientos, encaminados principalmente a desmontar la estructura organizativa establecida por la anterior dirección de Sistemas.

Con el nuevo organigrama, a cuyo frente está la Comisión Rectora y una dirección colegiada, a la que están adscritos los distintos departamentos, se pone fin, según un comunicado emitido por la SGAE, "al orden vertical que regía hasta el momento, otorgando un sentido más coral a la funcionalidad de la Sociedad".

Cambios y nombramientos

Con respecto al área de informática, la junta directiva ha decidido, según dar un mayor protagonismo a los trabajadores que conforman la plantilla de la SGAE, así como proceder a segregar el Departamento de Documentación -en el que se establece el reparto de derechos a los socios- del Departamento de Gestión de la Información (Informática), e integrarlo en Operaciones, unión que en el pasado había promovido la anterior dirección.

Se ha ratificado la sustitución de José Luis Rodríguez Neri por el actual director de Innovación y Calidad, José Manuel Macarro Arrojo (Madrid, 1964), que ocupará interinamente la dirección de Gestión de la Información. Asimismo, se ha confirmado a José Miguel Moneo Pérez (Zaragoza, 1958) como responsable del Departamento de Operaciones, teniendo a su cargo Documentación.

La Junta Directiva ha decidido, igualmente, nombrar con carácter interino a José María Segovia Murúa (Madrid, 1960) nuevo secretario general de la Fundación Autor, en sustitución de Carlos Fernández-Lerga. Segovia Murúa, abogado especialista en el ámbito de la Propiedad Intelectual, es en la actualidad subdirector de la Asesoría Jurídica de la SGAE. Su misión será reorientar las labores de promoción, formación y asistencia social encomendadas a la Fundación Autor, recuperar el espíritu de mecenazgo que inspiró su creación en 1997, así como acelerar la desinversión en la red ARTERIA.