Jaume Munar, Pedro Martínez y Pablo Carreño celebran la victoria ante Dinamarca.

Jaume Munar, Pedro Martínez y Pablo Carreño celebran la victoria ante Dinamarca. Reuters

Tenis

La resurrección de España en la Davis: la gesta de la 'Unidad B' que invita al optimismo en la fase final de Bolonia

El equipo español remontó por primera vez una serie que iba 0-2 en contra y tuvo un final épico por el triunfo de Carreño ante Moller.

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Jaume Munar y Pedro Martínez se miraban contrariados. Acababan de ser arrollados por la dupla danesa en el primer set. Si ya necesitaban un milagro antes del inicio, lo que tenían por delante lo era de dimensiones inimaginables. Acabaron remontado. Se salvaron del abismo. Y el resto es historia.

El propio Pedro dio un paso más tras vencer a Holger Rune, una de las mayores promesas del circuito. Todo quedó en manos de Carreño, quien acabó obrando el milagro después de bajar a la tierra a un Moller que llegaba crecido tras su actuación del sábado.

España logró el billete a la fase final de la Copa Davis. Nunca en su historia había remontado una eliminatoria en la que se había puesto 0-2 abajo. Pero siempre hay una primera vez. Y qué mejor manera que hacerlo ante tu público. Una afición marbellí que acabó estallando de éxtasis tras una gesta mayúscula.

Fue mucho más que una victoria. Más incluso que lograr un nuevo billete a la final de una competición que no ganan desde 2019. Ganar a Dinamarca supuso no meterse en un buen lío. Y es que, en caso de haber perdido, 'La Armada' se hubiera visto obligada a jugar un playoff por permanecer en el Grupo Mundial I.

En ese caso, caer en la eliminatoria en cuestión hubiera supuesto un descenso al Grupo Mundial II y la consecuente imposibilidad de disputar la Copa Davis en 2026.

Rebelión de los secundarios

Ante Dinamarca, España dio un paso al frente. Especialmente por afrontar la eliminatoria sin sus tres mejores tenistas: Carlos Alcaraz, Alejandro Davidovich y Marcell Granollers. Unas figuras capaces de llevar al combinado español hacia la séptima ensaladera de su historia.

Todos ellos se cayeron por problemas físicos. Primero Davidovich, quien atraviesa unas semanas complicadas después de una temporada sobresaliente. El segundo en caer fue Alcaraz, quien decidió parar después de ganar el US Open y completar unos meses sin apenas descanso.

Por último, Granollers dijo adiós apenas unos días antes del debut, dejando a David Ferrer sin opciones para sustituirle. El catalán jugó el US Open infiltrado por una lesión en el pie, logró incluso salir campeón en la modalidad de dobles, pero no pudo acudir a la cita con España.

El equipo quedó sin sus tres mejores raquetas y toda la responsabilidad recayó sobre la 'Unidad B'. Una segunda fila comandada por Jaume Munar, quien está viviendo una temporada de ensueño y fue clave en la resurrección de España.

Perdió el sábado, pero brilló con luz propia en el trascendental partido de dobles. Después de perder el primer set y con la igualdad imperando en el marcador, el mallorquín firmó un juego impecable que acabó siendo determinante.

Pedro Martínez fue el invitado sorpresa. Al valenciano le tocó bailar con la más fea. Nunca había disputado un partido individual representando a España y se tuvo que estrenar ante Holger Rune, número 11 del ranking ATP.

Pedro Martínez, durante el partido contra Rune de la Copa Davis.

Pedro Martínez, durante el partido contra Rune de la Copa Davis. EFE

Fue una exhibición. Ofreció un ramillete de golpes que desquiciaron a un Rune excesivamente errático. El noruego, con su calidad indudable, logró igualar la contienda, pero el empuje de la afición guió a Pedro para que se llevara el gato al agua en el tie break del tercer set.

La responsabilidad llegó a las manos de Pablo Carreño. El asturiano, venido mucho a menos en los últimos tiempos, se impuso a Moller tras firmar una gran actuación, especialmente en el primer set.

A por la reconquista

La última Copa Davis que levantó España fue en 2019, cuando venció a Canadá en Madrid bajo el nuevo formato de Finales. Aquel sexto título parecía el inicio de una nueva etapa dorada con jugadores como Bautista liderando al equipo.

Sin embargo, esa victoria marcó el final de una era. Desde entonces, España no ha vuelto a brillar en la competición que mejor define su identidad tenística, acumulando fracasos y decepciones en cada edición posterior.

El equipo español de la Copa Davis celebra el título conseguido

El equipo español de la Copa Davis celebra el título conseguido REUTERS

Los números son demoledores: eliminada en fase de grupos en 2020 y 2021, cuartos de final en 2022, nuevamente fase de grupos en 2023 y 2024. Seis años sin disputar siquiera una semifinal de la Davis.

Esta caída coincide con el final del ciclo de los tenistas que construyeron la leyenda española. Ferrer, Granollers, López y finalmente Nadal han ido despidiéndose, dejando un vacío generacional que aún no se ha cubierto completamente.

La eliminación de 2024 ante Países Bajos en Málaga supuso un golpe especialmente duro. España jugaba en casa, con Rafa Nadal disputando sus últimos partidos profesionales y Carlos Alcaraz como gran esperanza del tenis nacional.

El ambiente era perfecto para una despedida épica de Nadal, pero la realidad fue cruel. España cayó en cuartos ante un rival teóricamente inferior, cortando de raíz los sueños de un final memorable para el balear.

Alcaraz, pese a su juventud y talento, no pudo cargar con toda la responsabilidad. La derrota dejó una sensación amarga: ni siquiera con el mejor tenista español de la actualidad el equipo logra brillar.

Ahora, el murciano y 'La Armada' tendrán una nueva oportunidad. Quieren la séptima ensaladera de su historia y lucharán por ella en Bolonia dentro de dos meses. No será fácil con Italia como anfitrión en la que esperará Sinner. Quién sabe si se producirá un nuevo capítulo de las dos mejores raquetas del planeta.