Rafa Nadal se despide, con su hijo en brazos, de la Philippe-Chatrier

Rafa Nadal se despide, con su hijo en brazos, de la Philippe-Chatrier Reuters

Tenis

La vida actual de Rafa Nadal tras su retirada: no juega al golf tanto como quiere, madruga por su hijo y disfruta de cocinar

El campeón balear se sincera en un podcast sobre su rutina lejos del tenis y su compromiso con causas solidarias.

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Rafa Nadal ya no viaja por el mundo para competir, pero sigue moviéndose con determinación en su nueva etapa de vida.

El campeón de 22 Grand Slam ha participado como primer invitado en el estreno de "Con mucho De…", el nuevo podcast solidario impulsado por NDL Pro-Health y presentado por la periodista Alba Lago.

En una charla íntima y cargada de reflexiones, Nadal ha compartido cómo es su vida después de abandonar la alta competición: los cambios en su día a día, su rutina de entrenamiento, la paternidad y los proyectos personales y sociales que ahora llenan su agenda.

Sin una rutina definida

Después de años sometido a una exigente disciplina como tenista profesional, Nadal reconoce que aún está adaptándose a esta nueva fase.

"Es un poco difícil aún decir cuál es mi día a día, porque no hay", explica. Se trata de un periodo de transición, en el que va descubriendo qué actividades le motivan más y cuáles encajan mejor con su nueva realidad.

Aunque la adaptación ha sido, en sus palabras, "buena" y "rápida", no ha logrado fijar una rutina estable. El extenista no ha vuelto a empuñar la raqueta desde su retirada.

Eso sí, ha recuperado poco a poco la actividad física con sesiones de gimnasio tres veces por semana, donde realiza rutinas básicas de fuerza, cardio e intervalos, enfocadas en proteger sus articulaciones, especialmente rodillas y hombros.

Rafa Nadal, junto a Alba Lago, durante el podcast de NDL Pro-Health

Rafa Nadal, junto a Alba Lago, durante el podcast de NDL Pro-Health

Madrugones por paternidad

Una de las razones por las que ha cambiado su día a día es su hijo, que lo despierta cada mañana alrededor de las 7:00 horas.

Nadal admite con naturalidad que "tienes una responsabilidad un poquito distinta", aunque su amor por los niños ya existía desde antes de ser padre.

Ahora prioriza pasar tiempo en casa y confiesa que disfruta llevar a su hijo al colegio siempre que puede.

Su preferencia por entrenar temprano se mantiene. "Si lo dejo para última hora siempre hay excusas para no cumplir", reflexiona.

Por eso, organiza sus sesiones de ejercicio entre las 8:30 y las 10:00 de la mañana, asegurando así comenzar el día con energía y compromiso.

El golf a los fogones

Aunque creía que, retirado, podría jugar al golf casi a diario, la realidad es otra. Las responsabilidades familiares y laborales limitan ese tiempo de ocio, y ha pasado de desear jugar cuatro o cinco veces por semana a conformarse con dos partidas.

Eso sí, ha retomado otra afición abandonada desde hace más de una década: el fútbol. Vuelve a jugar con amigos, aunque reconoce que se ha vuelto "muy malo", y ha dejado atrás su antigua posición de portero por molestias en una mano, ahora actúa como delantero.

Otro de sus placeres recuperados es la cocina, en especial cuando está con amigos en el mar. Nadal disfruta preparando platos tradicionales mallorquines como el arroz o la sopa de pescado.

El entorno marino le proporciona algo más que diversión: "me da desconexión, libertad y tranquilidad", explica, confirmando que ese contacto con la naturaleza le ayuda a mantener el equilibrio emocional.

Alimentación equilibrada

Nadal admite que su generación no fue particularmente estricta con la nutrición en los primeros años, y que fue "de mitad de mi carrera hacia delante" cuando empezó a mejorar su alimentación gracias a profesionales.

Hoy en día, sin la presión de la competición, se permite caprichos casi diarios, sobre todo el chocolate, en especial "el de leche".

Sin embargo, sigue cuidando su organismo con suplementos alimenticios. A lo largo de su carrera y también ahora, ha utilizado geles energéticos, magnesio y productos para las articulaciones.

Todo ello lo hace a través de su empresa NDL Pro-Health, en colaboración con Cantabria Labs, donde apuesta por fórmulas de alta calidad. "Contribuyes a que las personas se sientan mejor, y eso me encanta", afirma.

Solidaridad

El podcast en el que participa Rafa Nadal no es solo una entrevista. Su peculiar dinámica invita a los protagonistas a pedalear en una bicicleta estática mientras conversan. Los kilómetros que suman se transforman en donaciones solidarias.

En su episodio, Nadal recorrió 7,5 kilómetros, que se repartirán entre dos iniciativas con un fuerte impacto social.

Por un lado, el proyecto Más que Tenis, de la Fundación Rafa Nadal, promueve la práctica deportiva entre jóvenes con discapacidad intelectual.

Por otro, la Liga Cantabria Labs, promovida por la Fundación Cantabria Labs, crea campeonatos inclusivos en colaboración con clubes como el Racing de Santander.

El 50% de lo recaudado va para cada fundación, y al final de cada capítulo del podcast se actualiza un ranking con la distancia acumulada por cada invitado, fomentando un espíritu de reto y continuidad.

En este caso, Nadal retó públicamente a Juan Matji, presidente de Cantabria Labs, para que se sume al siguiente episodio y pedalee hablando sobre liderazgo, empresa e innovación.

Nuevas metas personales

Nadal no solo quiere mantenerse activo, también desea crecer en otras facetas. Está inmerso en la expansión de su academia, impulsa nuevas líneas con NDL Pro-Health y da continuidad a los proyectos de su fundación, que lleva años desarrollando programas de inclusión, educación y deporte.

También aspira a "aprender de esta nueva etapa de mi vida" y a ser recordado no solo por sus títulos, sino por su forma de actuar. "Deseo ser recordado por mi carácter y trato humano, por cómo he tratado a quienes me han rodeado durante 20 años", ha dicho con sinceridad.

De momento, no se plantea ser entrenador, aunque no cierra esa puerta. Su prioridad está clara: seguir aportando en positivo desde otros ámbitos, con el mismo espíritu que lo llevó a la cima del tenis mundial.

Con iniciativas como esta, Rafa Nadal vuelve a dejar claro que su influencia no termina al salir de la pista. Su nueva vida, marcada por la constancia, la familia y la solidaridad, sigue inspirando dentro y fuera del deporte.