Carlos Alcaraz ejecuta un golpe con su derecha en el partido ante Seyboth Wild.

Carlos Alcaraz ejecuta un golpe con su derecha en el partido ante Seyboth Wild. EFE

Tenis

Carlos Alcaraz no se despeina para vencer a Seyboth Wild y avanza a los octavos del Mutua

El tenista murciano se impuso al brasileño en apenas dos sets (6-3, 6-3) y en poco más de una hora de juego. 

28 abril, 2024 17:24

A Carlos Alcaraz le van las cosas rápidas. Saltar a la pista, pisar el acelerador, meter la directa y borrar a su rival de la pista para seguir avanzando de ronda. Quiere economizar esfuerzos camino de su tercer Mutua Madrid Open consecutivo, y eso es precisamente lo que hizo en su partido ante Seyboth Wild. [Así vivimos la victoria de Carlos Alcaraz]

Al tenista murciano apenas le dio tiempo ni siquiera a entrar en calor para arrollar en tan sólo dos sets (6-3, 6-3) a un rival que ofreció batalla en el arranque y que se marchó mentalmente en cuanto le vinieron mal dadas. 

Fue un partido frío. En el inicio se jugó a lo que le convenía a Seyboth Wild, con puntos rápidos que no permitían a ninguno de los dos apenas entrar en calor o intercambiar peloteos largos, pero el brasileño es famoso en el circuito por desconectar mentalmente en ciertos momentos y este cortocircuito llegó a mitad del primer set. 

Alcaraz, en posición acrobática.

Alcaraz, en posición acrobática. REUTERS

Alcaraz logró el break para ponerse 4-3 arriba y a partir de ahí se terminó el partido. Seyboth Wild desapareció por completo de la pista, Alcaraz puso el piloto automático y todo se encaminó hacia la victoria del murciano. Con una doble falta y un segundo break se terminó el primer set y el segundo ya fue historia.

Carlitos barrió en esta segunda manga. Seyboth Wild se dio por vencido desde el primer segundo, aunque tuvo un pequeño amago de reacción, más por orgullo que por tenis, en los instantes finales. Aquello le sirvió para desquitarse un poco de sus malas sensaciones en la despedida de Madrid.

En poco más de una hora el partido murió con la sensación de que Carlitos estuvo menos exigido incluso que en un entrenamiento. Lo mejor, que ya está en los octavos de final donde se medirá al alemán Jan-Lennard Struff y apenas ha tenido que gastar gasolina para ello.

Frío y sin historia

El partido no pasará a los libros de historia del torneo por su belleza ni su espectacularidad. Fue un encuentro de trámite, de esos que hay sacar adelante en cualquier competición para llegar lejos, y en los que las desconexiones se pagan caras. 

La igualdad fue la tónica dominante de los primeros instantes. Tanto Alcaraz como Seyboth Wild tuvieron que esforzarse para sacar sus servicios adelante, pero ninguno de los dos fue capaz de hacer daño al resto a su rival. El partido no rompía, con puntos cortos y errores constantes que no permitían a Carlos Alcaraz entrar en calor.

Carlos Alcaraz mira fijamente la pelota.

Carlos Alcaraz mira fijamente la pelota. REUTERS

No le hizo falta, sin embargo, para empezar a decantar el choque a su favor. En el ecuador de esta primera manga llegó la primera rotura y Carlitos se puso 4-3 arriba, el momento de inflexión que marcó el resto del envite. Aquella desconexión de Seyboth Wild le hizo marcharse del partido para no volver jamás.

Alcaraz consolidó el break y posteriormente cerró el set con una doble falta del brasileño, una muestra más de que es un jugador con talento pero al que la irregularidad le condena constantemente.

Algo más de media hora y Carlitos ya tenía la primera manga en el bolsillo, así que se puso manos a la obra para acercarse a la victoria. Enseguida consiguió romper el servicio del brasileño, al que casi se le puede acusar de incomparecencia en la segunda manga.

Alcaraz celebra su victoria en la tercera ronda del Mutua Madrid Open.

Alcaraz celebra su victoria en la tercera ronda del Mutua Madrid Open. REUTERS

Alcaraz no tuvo que forzar la máquina lo más mínimo para que los juegos fueran cayendo uno tras otro a su favor. Hasta nueve consecutivos se adjudicó el español para llevar el partido al 5-0 en el segundo set, amenazando con el 'rosco'. Fue ahí cuando el brasileño tuvo una mínima reacción, quizás más por orgullo que por tenis.

Se resistió durante unos minutos más e incluso le rompió el servicio a Carlitos cuando éste lo tenía todo de cara para cerrar el choque. Fue un espejismo porque en una hora y cuarto todo había quedado visto para sentencia. Ahora Alcaraz, en plenas condiciones físicas, se medirá a Jan-Lennard Struff en los octavos de final.