Nadal, durante un entrenamiento en el Mallorca Open.

Nadal, durante un entrenamiento en el Mallorca Open. Manuel Queimadelos Mallorca Open

Tenis Wimbledon

Nadal, a Wimbledon con una semana para apuntalar

Tras cinco días de adaptación a la hierba en las pistas del Mallorca Open, el español viaja el lunes a Londres para encarar la recta final de su transición a la superficie.

23 junio, 2018 02:25
Mallorca (enviado especial)

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Rafael Nadal viajará el próximo lunes a Londres tras cumplir al milímetro con la primera parte de su plan para adaptarse a la hierba antes de debutar en Wimbledon, que arranca el 2 de julio. El viernes, y bajo la atenta mirada de Mikel Arteta, exfubolista y actual asistente técnico de Pep Guardiola en el Manchester City, el número dos del mundo se entrenó por última vez en las pistas del Mallorca Open y cerró así la fase inicial de su transición al césped, que decidió realizar en casa después de renunciar a participar en el torneo de Queen’s, optando por la vía menos agresiva para su cuerpo e imitando lo que hizo la temporada anterior.

“Todo ha ido bien durante estos cinco días”, se arrancó Nadal ante una veintena de periodistas en la terraza del edificio de jugadoras del Mallorca Open. “Para mí es una ayuda poder entrenar aquí. He tenido una gira de tierra muy intensa y el cuerpo necesitaba descanso porque los cambios drásticos no son positivos”, prosiguió el número dos del mundo. “Esta semana era de adaptación progresiva a la hierba y de trabajar los aspectos concretos previos a Wimbledon. El lunes ya estaré entrenando en Londres y entonces será el momento de apuntalar”.

Con “apuntalar”, Nadal se refiere a subir la intensidad probándose ante rivales de la máxima exigencia en sets de entrenamiento y participando en la exhibición de Hurlingham, lo más parecido a la competición. Es decir, dar un salto en su preparación. El lunes y el martes pasado, sus dos primeros días pisando la hierba en casi un año, el mallorquín se ejercitó sin forzar ni un poquito, centrándose en realizar ejercicios específicos junto a Carlos Moyà, uno de sus entrenadores, y despertando poco a poco los automatismos sobre la superficie. El resto de la semana (miércoles, jueves y viernes), Nadal se acompañó de Jaume Munar para elevar la carga de trabajo, aprovechando que el joven de 21 años disputará la previa en Wimbledon tras completar el mejor mes de su carrera, ganando consecutivamente los Challengers de Prostejov y Caltanissetta y ascendiendo así hasta el número 87 de la clasificación.

“A partir de la semana que viene ya apretaremos, entrenaremos fuerte y jugaremos dos encuentros de exhibición”, reveló el campeón de 17 grandes, que a falta de confirmación oficial jugará en Hurlingham el miércoles y el viernes ante oponentes aún por anunciar. “Estos días la adaptación debía ser física y tenística a la superficie. Es cierto que llego a Wimbledon con menos preparación, pero tengo un buen recuerdo del año pasado y en este vengo con la confianza alta porque he jugado muy bien toda la gira de tierra”.

Mientras Nadal concluía su preparación en Mallorca, Roger Federer estiraba hasta 19 su racha de victorias sobre hierba al clasificarse para las semifinales del torneo de Halle, donde persigue un décimo título de récord. El suizo, que hace unos días también levantó el trofeo en Stuttgart, arrebatándole al español el número uno, llegará a Wimbledon como el máximo candidato a la copa, pero sin olvidar las cosas que ha logrado el español en el tercer grande del curso (cinco finales consecutivas entre 2006 y 2011, con los títulos de campeón de 2008 y 2010) y las ganas que le tiene al torneo más prestigioso del mundo.

“Rafa ha estado en Mallorca esta semana entrenando para Wimbledon”, le recordó un periodista al campeón de 20 grandes en su primera aparición ante los medios en Halle. “¿Crees que va a ser uno de los candidatos?”.

“Sí”, respondió Federer sin dudarlo. “Creo que es uno de los grandes favoritos para ganar allí, independientemente de que haya jugado o no en Queen’s. La clave para él serán las primeras rondas. Siempre hay sorteos difíciles y las dos primeras rondas en Wimbledon son muy importantes. La hierba, la pista… son muy diferentes a cualquier otro torneo del mundo”, prosiguió el suizo, haciendo referencia a los peligros del césped recién estrenado. “Estoy seguro de que viene con confianza porque ha tenido una gira de tierra increíble. Si está entrenándose significa que está bien de salud, y cuando Rafa está sano todo es posible”.