Las actualizaciones en el deporte de élite son constantes, a todos los niveles. Cada dos por tres nos encontramos con que hay un nuevo método de entrenamiento, una nueva herramienta para mejorar el rendimiento, un nuevo gadget para analizar el juego. Mejores mecanismos de recuperación post-competición, mejores equipos de recuperación muscular. La lucha por ser el mejor es feroz, en cualquier disciplina deportiva, y lleva de la mano estar constantemente actualizado.

De todas las parcelas que un deportista tiene que cuidar, siempre hablamos de lo visible: el trabajo en pista, el trabajo en gimnasio. Cosas tangibles, incansables repeticiones para mejorar un golpe, para ser más fuerte, para ser más rápido. Horas y horas invertidas en entrenar. Sin embargo, hay un gran campo que marca diferencias en los deportistas de élite: el entrenamiento invisible. Todo lo que, en este caso el tenista, tiene que hacer fuera de la pista para estar en las mejores condiciones posibles para rendir dentro de ella. Mecanismos de recuperación como la crioterapia o la presoterapia, tratamientos de fisioterapia ayudados por modernos equipos de radiofrecuencia, obtener el descanso necesario y, por supuesto, alimentarse e hidratarse como corresponde.

La nutrición deportiva es también un campo en constante evolución. Quizá, la parcela a la que menos atención se le había prestado, acaparó todos los focos cuando Djokovic habló públicamente de la dieta sin gluten que le llevó a conquistar la cima del tenis mundial. Puede sonar exagerado manifestar que un tipo de dieta puede cambiar tan drásticamente el rendimiento de un jugador, pero así lo expresó el tenista serbio en su libro, El secreto de un ganador.

Sin entrar en tecnicismos nutricionales tan específicos, el amplio abanico de opciones nutricionales que manejan los tenistas durante la competición es impresionante: geles, barritas energéticas, bebidas isotónicas … y dátiles.

Rafa Nadal comiendo dátiles en los descansos de sus partidos en París ha sido noticia.

Acostumbrados a verle ingerir un gel al principio de sus partidos, e hidratarse con agua y bebida isotónica -minuciosamente dispuestas a los pies de su banquillo-, llama la atención esta nueva incorporación a sus rutinas. ¿Por qué dátiles? Es frecuente ver a deportistas de resistencia ingerir este alimento (o frutas deshidratadas) durante sus largas carreras. Y, ¿qué es un partido a cinco sets, sino una suerte de maratón? Los dátiles son una fuente natural de azúcares, por lo que aportan energía en períodos de gran esfuerzo físico.

El hecho de ingerirlos durante los descansos proporciona unos niveles equilibrados de energía a lo largo de todo el partido. Además, al tratarse de un fruto, no solo aportan las tan necesitadas calorías que el tenista consume frenéticamente durante el partido, sino que además contienen, de forma natural, minerales como el potasio y el magnesio, además de vitaminas. Los dátiles son, por tanto, una gran opción nutricional durante la práctica deportiva. Lejos de las combinaciones artificiales de algunas barritas o geles energéticos, los dátiles o cualquier fruta deshidratada representan una fuente natural de carbohidratos, vitaminas y minerales que seguro ayudarán a mejorar el rendimiento en la pista.

Detalles cuidados al milímetro para volver a conquistar París, y ya van 11.

*** Blanca Bernal es fisioterapeuta, trabajó varios años para la WTA y en la actualidad lo hace en el World Padel Tour.