Sydney McLaughlin, de niña prodigio del atletismo a incontestable reina de los 400 metros vallas

Sydney McLaughlin, de niña prodigio del atletismo a incontestable reina de los 400 metros vallas Reuters.

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Sydney McLaughlin, de niña prodigio del atletismo a incontestable reina de los 400 metros vallas

La norteamericana, que también es la actual medallista de oro olímpica, ha batido el récord mundial por cuarta vez en dos años en la disciplina.

24 julio, 2022 02:15

Los Mundiales de Eugene han servido para confirmar lo que se venía advirtiendo hace años, y es que Sydney McLaughlin es una de las mayores estrellas del atletismo internacional. La estadounidense pulverizó su propio récord mundial de 400 metros vallas con un tiempo de 50,68 segundos y se convirtió así en la primera mujer que baja de los 51 segundos en la prueba en toda la historia.

La final femenina de vallas se había marcado como la mejor oportunidad de que los Mundiales de Eugene arrojaran al menos un récord mundial y así ha sido. Hace menos de un mes McLaughlin rebajó su plusmarca hasta los 51,41 en esta misma pista, por lo que las opciones de ver una actuación histórica estaban justificadas

McLaughlin dominó la carrera con una superioridad insultante. La segunda, la neerlandesa Femke Bol, plusmarquista europea, completó la distancia en 52.27, una diferencia de 1,59 segundos. La tercera fue la anterior campeona del mundo, la estadounidense Dalilah Muhammad, con 53,13.

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McLaughlin. Reuters.

Una carrera en la que a la mitad McLaughlin ya aventaja a Bol en 72 centésimas, y la distancia aumentó por encima del segundo en la curva de acceso a meta. Allí, la estadounidense corría ya a una velocidad diferente a la del resto de todas sus rivales. Llevada en volandas, totalmente enfocada como en todas las competiciones, la estrella de Nueva Jersey voló en el los últimos 100 metros para dejar una marca para la posteridad.

Con tan solo 22 años, McLaughlin había logrado ser la jerarca de la disciplina, pero le faltaba el título mundial. En Eugene ha logrado su objetivo. "Cada vez que vengo aquí siento que algo asombroso va a suceder", había dicho a su llegada a Eugene antes de la competición.

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Criada en una familia de atletas, su padre, Willie, fue semifinalista en los 400 metros lisos en los Juegos Olímpicos de 1984, mientras que su madre también fue corredora y su hermano consiguió la plata en los 400 metros vallas en los Campeonatos del Mundo Sub20 de la IAAF de 2016.

Una atleta precoz

La irrupción de McLaughlin empezó cuando a los seis años ganó su primera carrera de 100 metros y cogió el gusto por el atletismo. Fue una atleta tan precoz que se quedó sin ir a un Mundial sub-20 pese a tener marca para ello por no haber cumplido la edad mínima de 14 años. En 2015 ganó el oro en el Mundial sub-18 de Cali.

La estadounidense siguió su colección de registros y mejoras de marca como estudiante universitaria en Kentucky y se mostró muy polivalente desde los 200 metros lisos a los 400, pasando por los relevos aparte de su prueba de referencia, los 400 vallas en la que está haciendo historia.

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McLaughlin Reuters.

Un año después de triunfar en Cali, con solo 17 años, se ganó un puesto en el equipo olímpico de Río 2016, la más joven en hacerlo desde 1972, hasta que se hizo profesional en el año 2018.

McLaughlin no cree en la carrera perfecta, pero la que hizo en esta final de Eugene estuvo muy cerca de serlo. La igualdad entre las favoritas sólo duró hasta la primera curva. A partir de ahí McLaughlin se fue alejando de sus rivales hasta conseguir una victoria contundente y un nuevo récord mundial que, además, suponen un buen montante económico: 100.000 dólares por el oro. 

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Y es que, durante los últimos dos años, McLaughlin se ha elevado hasta un nivel diferente. Ha hecho añicos repetidamente el récord mundial, convirtiendo a sus rivales, todas ellas de mucho nivel, en unas meras comparsas mientras ella sigue buscando los límites de lo que parece posible en su modalidad.

"Creo que todos nos estamos dando cuenta de que sí, hay 10 barreras, pero podemos correrlas mucho más rápido de lo que la gente piensa. Sigo pensando que ni siquiera fue una carrera súper limpia", dijo McLaughlin después de colgarse el oro.

Un futuro brillante

Invicta en los 400 metros con vallas desde 2019, cuando terminó segunda detrás de Muhammad en el campeonato mundial de Doha, McLaughlin se ha convertido en una de las atletas más dominantes del atletismo en una disciplina que es una de las más reconocidas.

En cuanto al futuro, McLaughlin dijo que discutiría sus opciones con su entrenador, Bobby Kersee, al final de la temporada. Dejó abierta la posibilidad de poder competir en los 400 metros o los 100 metros con vallas, o alguna combinación de las dos disciplinas. En cualquier caso, hay más campeonatos que perseguir y récords que batir: "Mi entrenador cree que hay mucho más por hacer", dijo.

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McLaughlin. Reuters.

Y es que el oro mundial ha llegado para McLaughlin después de ganar el oro olímpico en agosto de 2021 en Tokio. Desde que pasó al profesionalismo en 2018, McLaughlin se encontraba a la sombra de Muhammad, pero en el año 2020 hubo un punto de inflexión en su carrera al sumar a su estructura a Bob Kersee.

El 27 de junio de 2021, en el preolímpico estadounidense en Eugene, ya avisó de lo que podía ser capaz al romper el récord mundial. "Ese récord del mundo me dio mucha confianza y el momento incierto provocado por la pandemia me permitió tomar decisiones importantes", explicó la atleta.

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Además, durante los últimos años, ha valorado lo que significa tener a Dalilah Muhammad como contrincante para poder superarse: "No sé si somos rivales, diría más bien que nos hacemos mejores una a la otra. Nos presionamos, pero formamos parte del mismo equipo. Una vez que salimos de la pista somos capaces de animar una a la otra. Los 400 metros vallas no suele ser la carrera que más sigue la gente, pero hemos conseguido que sea muy interesante. Es un placer que sea así".

Una McLaughlin que además es muy creyente, "mientras siga con el trabajo duro, dios va a llevarme. Y realmente no puedo hacer nada más que darle gloria a él en este punto", añadió tras proclamarse campeona del mundo de 400 metros vallas.