Franco Colapinto tras su accidente con el Alpine F1 en Imola

Franco Colapinto tras su accidente con el Alpine F1 en Imola

F1

Colapinto y sus accidentes millonarios ponen a Alpine en jaque y le convierten en uno de los pilotos más caros

El argentino arrastra un historial de choques costosos desde su paso por Williams y ya dejó su huella en Alpine con un fuerte siniestro en Imola.

Más información: Franco Colapinto conquista Argentina: 75 años después de la leyenda de Juan Manuel Fangio, la F1 vuelve ser albiceleste

Publicada

Franco Colapinto no ha pasado desapercibido desde su llegada a la Fórmula 1. El piloto argentino, talentoso y ambicioso, ha demostrado tener el nivel necesario para competir en la élite, pero también carga con un lastre que amenaza con convertirse en una constante: sus accidentes millonarios.

Ni Williams ni Alpine han salido indemnes de sus errores, y su debut con la escudería francesa en Imola no ha hecho más que avivar el debate sobre su verdadero coste.

En apenas nueve Grandes Premios con Williams, Colapinto fue capaz de colocarse en la tercera posición del temido “ranking de destructores 2024”, una clasificación que mide los daños monetarios ocasionados por cada piloto a sus monoplazas.

Franco Colapinto, durante el GP de la Emilia Romaña

Franco Colapinto, durante el GP de la Emilia Romaña Alpine

El argentino provocó desperfectos valorados en 3.436.000 dólares, cifra que solo superaron Sergio “Checo” Pérez (4.861.000 dólares) y su entonces compañero, Alexander Albon (4.664.750 dólares).

Lo más llamativo es que Colapinto generó más gastos que Logan Sargeant, quien fue apartado del equipo precisamente por su propensión a los choques, tras acumular pérdidas por 3 millones de dólares.

Estos datos colocan al piloto de Pilar en una posición incómoda, sobre todo cuando se le compara con referentes como Max Verstappen, que solo causó daños por 910.000 dólares, o Pierre Gasly, quien completó la temporada sin generar un solo coste de reparación.

Duro estreno en Imola

Al aterrizar en Alpine, el objetivo de Colapinto era limpiar su imagen, sumar puntos y asentarse en la parrilla con regularidad. Sin embargo, su estreno en el Gran Premio de Emilia Romagna, disputado en Imola, estuvo lejos de ser ideal.

Durante la clasificación, cuando todo indicaba que podría colarse en la Q2 con comodidad, el argentino perdió el control en la curva de Tamburello y se estrelló violentamente contra las barreras.

El accidente supuso una bandera roja que interrumpió la sesión, además de dañar seriamente su monoplaza. Aunque salió ileso, los mecánicos de Alpine tuvieron que trabajar contrarreloj para dejar el coche en condiciones para la carrera del domingo.

La suspensión quedó destruida y el golpe supuso una carga adicional tanto en lo deportivo como en lo económico para el equipo francés.

A pesar de este traspié, desde Alpine han querido apagar cualquier conato de incendio interno. Flavio Briatore, nuevo hombre fuerte de la escudería y principal valedor de Colapinto, salió a respaldar al piloto argentino con firmeza: “Franco está conociendo el coche y está haciendo un gran trabajo con el equipo y los ingenieros”, aseguró.

El propio Briatore minimizó el error en Imola explicando que se trató de un intento por “superar los límites en espacios muy reducidos” y reveló que mantuvo una conversación privada con el piloto tras el accidente: “Pronto pasará página y volverá más fuerte”.

El entorno de Doohan

La decisión de Alpine de apostar por Colapinto en lugar de Jack Doohan no ha sido bien recibida en todos los sectores.

Mick Doohan, leyenda del motociclismo y padre del joven piloto australiano, criticó con dureza al equipo por la elección y no ocultó su malestar: “Parece que Alpine es un equipo de pilotos de pago”, disparó ante los micrófonos de DAZN.

Doohan insistió en que su hijo había mostrado un rendimiento sólido en los entrenamientos y dejó caer que la elección de Colapinto pudo haber estado influenciada por factores externos más que por criterios deportivos: “Jack ha rendido bien en muchas sesiones. Estadísticamente, pintaba bien”, añadió con tono ácido.

Estas declaraciones, lejos de tranquilizar el ambiente, alimentan una narrativa en la que Colapinto queda señalado no solo por su historial de accidentes, sino por la sombra de la duda respecto a su elección como piloto titular.

Franco Colapinto, junto a Pierre Gasly

Franco Colapinto, junto a Pierre Gasly Alpine

Lejos de escudarse en excusas, Colapinto asumió su responsabilidad tras el accidente en Imola: “Un poco triste, es una pena terminar así. Fue un error muy costoso, el equipo tendrá mucho trabajo”, declaró. El argentino se mostró consciente del impacto de su acción, pero también optimista respecto a su recuperación.

“Me tengo que acostumbrar al auto, lleva tiempo llegar al límite. Paso a paso, hay que trabajar con el equipo”, comentó. También lamentó no haber podido exprimir todo el potencial del coche en la clasificación: “Creo que teníamos potencial para pelear quizás por la Q3”, aseguró.

¿Talento o riesgo financiero?

El caso de Colapinto presenta un dilema para Alpine. Por un lado, el argentino muestra destellos de velocidad y hambre competitiva, cualidades que todo equipo busca en sus filas. Por otro, sus errores se están traduciendo en una pesada factura económica, en un deporte donde cada millón cuenta y los márgenes son cada vez más estrechos.

En este contexto, el respaldo de Briatore se antoja clave para mantener su puesto y calmar las aguas. De momento, su asiento no parece peligrar. “Si es rápido, se quedará para siempre”, sentenció el dirigente italiano. Pero el margen de error, tras su historial, ya es prácticamente inexistente.

A Franco Colapinto le tocará demostrar que vale más por sus manos que por el coste de sus reparaciones, y que sus errores pasados pueden convertirse en la base de una evolución que justifique la apuesta de Alpine. Porque talento tiene. Pero en la Fórmula 1, el talento también se mide en millones.