Mick Schumacher, vestido con el mono de Ferrari

Mick Schumacher, vestido con el mono de Ferrari Reuters

F1

Mick, el hijo de Michael Schumacher, negoció en secreto en Miami para cumplir el deseo de su familia desde hace tiempo

El piloto alemán sorprendió con su presencia en el evento de Cadillac, donde se reunió con directivos para estudiar su posible regreso a la Fórmula 1 en 2026.

Más información: Cadillac anuncia su entrada en la Fórmula 1 a partir de 2028 como proveedor de motores

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El apellido Schumacher sigue generando pasiones en la Fórmula 1, incluso más de una década después del trágico accidente de Michael en los Alpes franceses.

Mientras el legendario siete veces campeón mundial permanece en el más estricto cuidado médico, su hijo Mick ha buscado desde 2022 regresar a un asiento titular en el Gran Circo. La oportunidad, tras años de negativas y puertas cerradas, podría estar por fin al alcance de su mano.

Durante el pasado fin de semana del Gran Premio de Miami, Mick Schumacher, de 26 años, mantuvo reuniones secretas con directivos de la escudería Cadillac, que debutará en la Fórmula 1 en 2026.

Según confirmó el diario alemán Bild, el piloto asistió al exclusivo evento de presentación de la marca estadounidense en Miami Beach, donde también estuvieron sus representantes.

Allí, en un ambiente festivo que contó con la presencia de celebridades y fue amenizado por la cantante Janelle Monáe, se gestaron negociaciones clave para el futuro del piloto alemán.

Un regreso trabajado

Desde su salida de Haas a finales de 2022, Mick no ha logrado consolidarse como piloto titular en ninguna escudería de F1, pese a sus esfuerzos.

Tras su paso como reserva en Mercedes y McLaren durante 2023 y 2024, y con un presente centrado en el Campeonato Mundial de Resistencia con Alpine, el hijo de Michael Schumacher no ha perdido de vista su verdadero objetivo: volver a competir en la máxima categoría del automovilismo.

En marzo de este año, el piloto confesaba: "Siento que tengo lo que hace falta para la Fórmula 1, veremos qué pasa. El año aún es largo, pero mi objetivo es volver en 2026".

Estas declaraciones cobraron fuerza tras su presencia en Miami, donde Cadillac habría mostrado un interés real en alinearlo junto a Sergio Pérez, quien, tras su desvinculación de Red Bull, se perfila como la gran apuesta mediática del equipo norteamericano.

Un apellido con peso

El atractivo de Schumacher para Cadillac va más allá de lo deportivo. Su apellido sigue siendo sinónimo de Fórmula 1 y despierta pasiones en cada rincón del planeta.

En Estados Unidos, donde Cadillac busca posicionarse con fuerza en un mercado en plena expansión para la F1, la marca Schumacher tiene un enorme tirón comercial.

Esa combinación de experiencia en la categoría y juventud sigue siendo un factor clave. Schumacher, nacido en Suiza pero con bandera alemana, ya disputó 41 Grandes Premios con Haas y ha trabajado estrechamente con equipos de primer nivel como Mercedes y McLaren en sus programas de simulador.

Su rol técnico ha sido valorado por figuras como Toto Wolff, quien llegó a decir que "Mick es, ante todo, un piloto. Su talento merece estar en las mejores competiciones".

El sueño familiar

La presión mediática que ha acompañado a Mick desde su debut en 2021 ha sido constante, pero su familia ha estado siempre a su lado.

De hecho, Corinna Schumacher, madre del piloto, protagonizó un enfrentamiento directo con James Vowles, jefe del equipo Williams, durante el Gran Premio de Italia 2024 en Monza, después de que este declarara que Mick era un piloto "bueno, pero no especial".

Corinna no dudó en recriminar esas palabras que, según ella, perjudican la reputación de su hijo y de su difunto marido.

Este respaldo familiar ha sido fundamental en los momentos más duros, especialmente tras la negativa de Mercedes de mantenerlo como piloto reserva y la imposibilidad de concretar una opción en Williams, donde se apostó finalmente por el joven argentino Franco Colapinto y, posteriormente, por Carlos Sainz.

El posible fichaje por Cadillac supone una nueva vida deportiva para Mick, que ha reconocido lo doloroso que ha sido ver pasar los Grandes Premios desde el simulador: "Ver los coches correr sin estar en el cockpit es duro".

Tras ser señalado en varias ocasiones por sus errores en pista, especialmente durante su paso por Haas, el joven piloto ha madurado, y esa evolución es reconocida en los círculos técnicos de la F1.

Pese a las palabras poco alentadoras de jefes como Vowles o el asesor de Red Bull Helmut Marko, quien llegó a insinuar que si Mick no lograba un asiento para 2025 su carrera en F1 estaría acabada, el alemán ha mantenido su determinación intacta.

Su participación en el Mundial de Resistencia es vista por muchos como una etapa de crecimiento y adaptación, no como una despedida del Gran Circo.

Cadillac no tiene prisa

Aunque Colton Herta, estrella de la IndyCar y uno de los favoritos de la afición estadounidense, también figura entre los candidatos a ocupar el segundo asiento de Cadillac, su situación actual no es la ideal.

El californiano no cuenta aún con la superlicencia necesaria para correr en Fórmula 1, y su rendimiento esta temporada lo mantiene fuera de los puestos que le permitirían obtenerla.

El propio CEO de TWG Motorsport, Cassidy Towriss, dejó entrever que el plan de Cadillac de incorporar a un piloto estadounidense puede esperar.

"Estamos comprometidos a tener un piloto estadounidense. Pero no tiene por qué ser el año que viene. Será con la persona adecuada, de la forma adecuada y en el momento adecuado", afirmó Towriss.

Este margen de tiempo refuerza la opción de que Mick Schumacher sea el elegido para acompañar a Sergio Pérez en el estreno de la escudería en 2026. Una dupla que uniría experiencia, talento, legado e impacto mediático a partes iguales.

Toto Wolff, junto a Mick Schumacher firmando el contrato con Mercedes

Toto Wolff, junto a Mick Schumacher firmando el contrato con Mercedes

El legado Schumacher

La figura de Michael Schumacher continúa proyectando una sombra alargada sobre la carrera de su hijo.

Desde su trágico accidente en diciembre de 2013, el estado de salud del ‘Káiser’ permanece como un misterio cuidadosamente guardado por su familia, aunque en marzo de este año se supo que ya no puede comunicarse verbalmente y depende totalmente de sus cuidadores.

Solo unas veinte personas tienen acceso al ex piloto, según el periodista Felix Gorner.

Ese silencio, sin embargo, no ha silenciado su legado. Para Mick, volver a la F1 no es solo una ambición personal, sino también un tributo silencioso al hombre que cambió su vida y el automovilismo para siempre.

Y si las conversaciones de Miami avanzan como se espera, el apellido Schumacher podría volver a aparecer en la parrilla de salida de la F1 dentro de poco más de un año, acompañado por el rugido de miles de aficionados que jamás han olvidado a su ídolo.

La cuenta atrás hacia 2026 ya ha comenzado, y Mick, tras años de espera y perseverancia, podría estar a punto de cumplir el deseo más profundo de su familia: ver de nuevo el apellido Schumacher en la élite del automovilismo mundial.