Jon Rahm y su sed de venganza en Augusta: alejado del foco, sin presión y con el recuerdo del duelo con Scheffler en París

Los amantes del golf se preparan para el primer gran evento del calendario. Vuelve el Masters de Augusta, el primero de los cuatro majors del año, y lo hace con el regreso de Jon Rahm a un torneo alejado del LIV Golf.

El león de Barrika aterriza en uno de sus jardines favoritos. Desde que debutó en 2017, Rahm ha tenido buenas actuaciones en Augusta llegando incluso a enfundarse la chaqueta verde en 2023. Este año buscará repetir la hazaña y, de paso desquitarse de su mal papel en 2024.

Y es que su 47ª posición en la última edición provocó un aluvión de críticas hacia su figura, más aún debido a que coincidió con su inmersión en el millonario LIV Golf de Arabia alejándose del foco mundial. Además, su bajón de rendimiento acrecentó las dudas sobre su nivel.

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Ahora, en el inicio de su segunda temporada en el LIV Golf, Jon Rahm afronta el Masters de Augusta despojado de la presión de no defender corona. También por llegar a la cita muy por debajo del radar. "Vengo más relajado y también es por mi familia. El año pasado, desde el mes de mayo, mi familia no pudo viajar conmigo, la semana pasada en Miami fue la primera que pudo acompañarme y estoy muy feliz", admitió el golfista vasco.

"Detalles como este hacen que pongas todo en perspectiva y te valores lo que de verdad importa. Me siento muy bien. Siento que jugué mejor de lo que refleja el resultado, pero al final es golf. Me siento muy, muy bien con este año en general", añadió.

Pros y contras

Rahm ha llegado al Masters de Augusta con el tiempo justo después de competir en Miami el domingo. Igual que en 2023 y aquella vez la moneda le salió cara. Este año aspira a destronar a Scheffler, su gran rival y con quien se reencontrará tras su aciago domingo en los Juegos Olímpicos de París.

"Hemos tenido grandes momentos, sacamos lo mejor del otro y han sido duelos muy especiales. También echo de menos esos enfrentamientos y ojalá de alguna manera tenga alguna solución y podamos medirnos más veces que en los grandes", dijo el español en referencia a su rivalidad con el norteamericano.

No lo tendrá fácil Rahm, que llega a la cita con mucho menos rodaje que otros años. En 2023, el año de su victoria, el vasco jugó hasta 496 hoyos en torneos oficiales. Este curso se presenta en el Major con apenas 306. Mucha diferencia, ya que son casi once días menos de competición.

Un cambio que se debe a que el LIV Golf se juegan menos torneos que en el circuito hegemónico y, además, son de tres días en lugar de los cuatro habituales. Este año, 'Rahmbo' ha disputado cinco campeonatos (Riyad, Adelaida, Hong Kong, Singapur y Miami).

Aun así, esta no es la edición a la que llega con menos preparación. En 2024 se presentó en Augusta con apenas 270 hoyos en su tarjeta al no haber participado en ninguna cita del DP World Tour.

Representación española

Rahm intentará volver a enfudarse la chaqueta verde y emular a lo que logró la española Carla Bernat hace una semana en el torneo femenino firmando un hito sin precedentes en el golf femenino nacional.

El jugador vasco parte como uno de los favoritos y compartirá campo de juego con otros tres españoles, todos ellos de una generación muy diferente. José María Olazábal en los 50, Sergio García en los 40 y Josele Ballesteros en los 20. Será la primera vez que jueguen juntos.

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"Todo empezó con Seve. Al mismo tiempo, los jugadores españoles, en su mayoría, son conocidos por ser bastante creativos con buenos juegos cortos, creo que esa suele ser una receta que funciona muy bien en Augusta, y no es de sorprender que ahora haya cinco campeones aquí", dijo Rahm.

Este jueves inicia su camino hacia la reconquista de Augusta. Sin nada que perder y mucho que ganar. Acompañado de su hija Alaia, de apenas seis meses, a quien querrá dedicar una victoria.