Tiger Woods durante un partido de la temporada pasada

Tiger Woods durante un partido de la temporada pasada Europa Press

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Augusta, el último sueño de Tiger Woods: de competir en carrito a espantar los rumores de retirada

El golfista estadounidense regresa a la competición en el Genesis Invitational después de haber estado ausente casi tres meses y alimenta las esperanzas de llegar a The Masters.

13 febrero, 2023 02:15

Tiger Woods no se rinde. En contra de lo que muchos pensaban tras el grave accidente de tráfico que sufrió hace ya casi dos años, en febrero de 2021, no solo se conforma con haber vuelto al circuito sino que quiere seguir apurando sus opciones de brillar. Por eso, después de haber aparecido la temporada pasada en Augusta 14 meses después de rozar la tragedia, quiere volver a repetir presencia este curso en The Masters a pesar de que lo tiene muy complicado. 

Ese es ahora mismo el sueño de un jugador que todavía no ha debutado en la temporada 2023, aunque no tardará en hacerlo. Ya ha confirmado su presencia en el Genesis Invitational, un torneo que será muy importante para él porque supone volver a la rueda del PGA Tour, esa de la que salió despedido a finales de 2020 para afrontar los meses, años ya, más complicados de su carrera deportiva y de su vida personal. 

Woods no solo tiene que luchar contra la inactividad y contra la edad, ya son 47 primaveras en su contador particular, sino que tiene hacer frente a las múltiples secuelas que le han quedado de aquel terrible accidente que le produjo varias fracturas y que le dejó casi destrozadas sus dos piernas. De hecho, sus últimas apariciones se habían producido montado en un carrito que le llevaba desde un hoyo hasta el siguiente, algo que el PGA Tour no suele permitir y a lo que Woods recurría por auténtica necesidad. 

Las horas bajas de Tiger

El 23 de febrero de 2021, Tiger Woods conducía al doble de la velocidad permitida cuando sufrió un brutal accidente. Su SUV Génesis se salía de la carretera en un tramo cercano a la costa del condado de Los Ángeles y daba varias vueltas de campana hasta quedar totalmente destrozado en un extremo de la calzada. Su pierna derecha había sufrido las peores consecuencias, pero todo el cuerpo del mejor golfista de la historia había quedado dañado. 

De hecho, en aquella época, Tiger se estaba recuperando todavía de la que era su quinta cirugía de espalda, por lo que el gravísimo accidente le vino en el peor momento posible. Dos días antes se estaba disputando precisamente el Génesis Invitational, el torneo que ha elegido ahora para hacer su debut en este 2023 que se presenta como un año clave para él. 

Tiger Woods durante una jornada del The Open en St Andrews

Tiger Woods durante una jornada del The Open en St Andrews Europa Press

Las múltiples fracturas sufridas no solo le lastraron hasta 'completar' su recuperación, sino que le han dejado graves secuelas que sigue padeciendo hoy en día. Ya en 2022 le provocaron que tuviera una reaparición casi fugaz y ahora en este 2023 se está viendo lastrado por unos problemas en los pies. Una fascitis plantar que casi no le deja ni andar. 

14 meses después de haber sufrido importantes daños en tibia, peroné y tobillo de ambas piernas, sobre todo de la derecha, Woods disputó el Masters de Augusta, donde dejó algunos destellos de su calidad que hicieron ilusionarse con una vuelta a la élite, esa que había abandonado entre sus problemas extradeportivos relacionados con las adicciones y con una vida totalmente desordenada. 

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Augusta fue la cara, ya que pasó el corte e incluso brilló, pero el PGA Championship fue la cruz. Solo aguantó hasta la tercera jornada cuando tuvo que abandonar al estar completamente cojo fruto del desgaste de un campo tan exigente como Southern Hills. Aunque el golf no parece un deporte precisamente extenuante en lo físico, para Woods desplazarse desde un hoyo hasta otro era como realizar una maratón ya que no se podía ni mantener en pie.

Después, llegó la 150 edición del British Open en St Andrews y allí, en el mes de julio, dejó su última aparición oficial en una temporada en la que soló disputó 'Grandes' sin entrar al circuito. Soñó con disputar el US Open para cerrar el curso, pero los dolores se lo impidieron y se tuvo que conformar con adaptar su vida a su nueva situación.

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Regresó para disputar el PNC junto a su hijo y alguna exhibición más en diciembre antes de acabar el año, pero lo hizo desplazándose a través de ese famoso carrito que se convirtió en una de las imágenes de la temporada. Woods podía competir, pero moverse era para él una tortura: "Simplemente no puedo ir del punto A al punto B". Así fue como vehículo y estrella se hicieron inseparables. 

Esta circunstancia no puede producirse por reglamento en el PGA Tour, donde los jugadores tienen que ser capaces de desplazarse por su propio pie en la competición. Por ello, su ausencia ha sido mucho más prolongada de lo esperado. Sin embargo, ahora parece haber vencido ya esos problemas en sus pies, una traicionera fascitis plantar, y también ha conseguido dotar a sus maltrechas piernas de la fortaleza necesaria para aguantar el tirón de la competición. 

El sueño de Augusta

La noticia del regreso de Tiger Woods en el Genesis Invitational ha llenado de esperanza al universo del golf. Pero también de sorpresa y es que nadie se esperaba su regreso tan pronto. De hecho, su participación ha sido utilizada como un reclamo para otros jugadores y marcas. El torneo, organizado por su fundación, no ha sido elegido al alzar y se ha reforzado ante la amenaza que supone ahora mismo el nuevo circuito saudí, el LIV.

Por ello han decidido subir los premios hasta los 20 millones de dólares. Y allí estará Tiger, puliendo su preparación para volver a The Masters entre figuras de la talla de McIlroy, Scheffler o Jon Rahm, uno de los más contentos por volver a ver a uno de sus ídolos: "¿Que Tiger juega en Riviera? ¿De verdad? Después de todo lo que ha tenido que pasar... qué gran noticia", decía el de Barrika desde Phoenix.

Tiger Woods durante el Masters de Augusta 2022

Tiger Woods durante el Masters de Augusta 2022 Europa Press

"Estoy listo para jugar un evento del PGA Tour la próxima semana". Ese ha sido uno de los mensajes más celebrados de los últimos días en Estados Unidos. Tiger lleva sin disputar un torneo regular del PGA Tour desde octubre del 2020. Seguramente, los presentes en aquel lejano Zozo Championship que se disputó en California y que tuvo que esquivar los efectos de la pandemia no esperaban que la ausencia del genio de Cypress sería tan prolongada. Pero estará en Riviera, uno de los campos más míticos de Estados Unidos y en el que curiosamente no ha ganado nunca. 

Ahora, una vez superados esos dramáticos problemas de movilidad, al menos aparentemente, Woods no solo se prepara para volver al circuito, si no que ya divisa en el horizonte el sueño de regresar al Masters de Augusta. En los últimos meses, sobre todo después de sus operaciones de espalda y de ese gravísimo accidente, los rumores de una posible retirada han rondado la cabeza y el entorno de Tiger. 

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De hecho, pocos confían en que el ganador de 15 Majors, siendo el último Masters de Augusta del año 2019, pueda volver a sumar una gran victoria a su palmarés. No obstante, lo mismo pensaban cuando el genio de Cypress tuvo una sequía de más de una década desde que ganara en 2008 su tercer US Open. Pero volvió y ahora sueña con hacer lo mismo. Volver, aunque sea a competir a buen nivel, para poder estar en The Masters y seguir soñando con un despegue que sería histórico. Propio de su controvertida leyenda.