Kylo Ren justo antes de uno de los encuentros de la Star Wars Round.

Kylo Ren justo antes de uno de los encuentros de la Star Wars Round.

Fútbol Internacional

Star Wars se cuela en la liga australiana de fútbol a seis días de su estreno

La décima jornada de la competición está dejando situaciones tan curiosas como ver a los villanos Kylo Ren y Darth Vader en los terrenos de juego o asistir a concursos para llorar como Chewbacca en los descansos.

9 diciembre, 2017 18:17

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Star Wars está a punto de llegar a los cines una vez más de la mano de su nueva entrega, Los últimos Jedi. La película se estrenará en cines el próximo viernes 15 de diciembre, pero su promoción lleva en liza unas cuantas semanas. De hecho, ha llegado incluso al mundo del deporte, como se puede comprobar en el caso de la liga australiana de fútbol.

La décima jornada de la competición, a disputar entre este 8 y 10 de diciembre, rinde homenaje a La Guerra de las Galaxias. Esta decisión comercial ha provocado escenas tan curiosas como ver al nuevo malvado de la saga, Kylo Ren, paseándose por el terreno de juego y tendiendo su mano a árbitros y jugadores antes del inicio del derbi entre Western Sydney Wanderers y Sydney FC.

Star Wars en la liga australiana de fútbol

También la presencia del malo galáctico por antonomasia, Darth Vader, en el partido que disputaron el Perth Glory y el Newcastle Jets. Acompañado, cómo no, por sus soldados de asalto, los también archiconocidos Stormtroopers. Además, el balón utilizado en los encuentros ligueros de este fin de semana ha sido uno especial para la ocasión, diseñado a la imagen y semejanza del robot BB-8.

La presencia de personajes de las películas en los estadios o este esférico tan peculiar no han sido las únicas iniciativas de la A-League a colación de Star Wars: espectáculos en los descansos de los encuentros, las maquetas de algunas naves, disfraces por doquier, una competición de llantos de wookie (en honor a Chewbacca), Trivial temáticos, entrenamientos Padawan... Sin duda, la Fuerza acompañará a los aussies más que nunca durante 72 horas.