Cucurella, en un partido con el Chelsea

Cucurella, en un partido con el Chelsea Reuters

Fútbol

Cucurella se cita con Lamine en Stamford Bridge: el viaje del canterano al que el Barça cerró la puerta y conquistó el mundo

El lateral del Chelsea y de la Selección es uno de los protagonistas del partido de este martes (21.00 horas) en la Champions League.

Más información: El Barça vuelve al Camp Nou tras un historial de retrasos con promesas falsas, denuncias y ante la urgencia económica

Publicada

Bajo las luces de Stamford Bridge, Marc Cucurella vivirá uno de esos encuentros que trascienden lo deportivo. Enfrentarse al Barça en Champions League representa para el lateral del Chelsea mucho más que tres puntos en juego: es la oportunidad de demostrar, una vez más, que el club que lo desechó se equivocó.

Siete años después de salir por la puerta de atrás del Barça, el canterano de Alella se ha convertido en campeón de Europa con España, pieza clave de uno de los proyectos más ambiciosos de la Premier League y, sobre todo, en la respuesta viviente a todas aquellas voces que alguna vez dudaron de su capacidad.

La historia de Cucurella con el Barcelona es la de una promesa frustrada, un talento que La Masía formó pero nunca supo retener. Seis años transitando por las categorías inferiores azulgranas, desde el Cadete B hasta el Barça B, le valieron apenas siete minutos con el primer equipo en un partido de Copa del Rey en octubre de 2017.

Ernesto Valverde apostó por Juan Miranda para el lateral izquierdo, y Cucurella se vio obligado a buscar minutos lejos del Camp Nou. Así comenzó un peregrinaje que lo llevó de Ipurúa a Getafe, de Brighton a Londres, en una trayectoria ascendente que lo ha convertido en uno de los laterales izquierdos más completos del panorama europeo.

Los números de esta temporada 2025/26 lo confirman. Según los percentiles de rendimiento en comparación con otros laterales izquierdos españoles destacados -Alejandro Grimaldo, su 'rival' en la Selección; Álvaro Carreras, del Real Madrid; y Alejandro Balde, del propio Barça-, Cucurella destaca especialmente en aspectos defensivos.

Con un 50,7 % de efectividad en acciones de ataque (xA), el español del Chelsea supera en posesiones ganadas (85,4) a sus competidores, aunque cede terreno en duelos aéreos (63,6 %) frente a Grimaldo (82,4 %).

Sin embargo, donde Cucurella también brilla con luz propia es en su capacidad de ganar duelos defensivos, con un porcentaje de 84 %, una cifra que solo supera Grimaldo (98,9 %).

interactive diagram visualization

El mapa de toques de Cucurella en lo que va de Premier League ilustra su omnipresencia en el campo. Con 694 toques exitosos frente a solo 95 fallidos, el lateral catalán se ha convertido en una autopista por la banda izquierda del Chelsea.

Su distribución de contactos con el balón muestra una participación constante tanto en tareas de construcción desde atrás como en la llegada al último tercio del campo rival, ocupando espacios tanto en la línea defensiva como en zonas avanzadas del mediocampo. Es el perfil del lateral moderno que exige el fútbol contemporáneo: un defensor que defiende, pero también un futbolista que construye, asocia y progresa.

interactive diagram visualization

"Estoy muy confiado, tenemos un equipo excelente y jugamos bien. No pienso mucho en el pasado y si me hubiera quedado en el Barça. Todo tiene un motivo. Estoy muy contento con mi carrera", declaró Cucurella este lunes en la rueda de prensa previa al encuentro.

Desde que fichó por el Chelsea en agosto de 2022 por 65 millones de euros -convirtiéndose en el lateral izquierdo más caro de la historia-, el de Alella ha disputado 123 partidos, ha ganado la Conference League y el Mundial de Clubes, y ha renovado su contrato hasta 2030, consolidándose como una de las piezas inamovibles del proyecto blue bajo las órdenes de Enzo Maresca.

La explosión en la Eurocopa

Pero si hay un hito que define su consagración definitiva es la Eurocopa 2024. Cucurella llegó al torneo alemán como el 'tapado', la sorpresa de Luis de la Fuente en un lateral donde todos daban por favorito a Grimaldo.

Sin embargo, partido tras partido, el canterano azulgrana se convirtió en uno de los pilares defensivos de La Roja, ofreciendo actuaciones memorables como aquella ante Italia donde completó 51 pases de 51 intentados y ganó 10 duelos de 13.

España conquistó su cuarta Eurocopa y Cucurella fue elegido el mejor lateral izquierdo del torneo. Su melena característica -que tiñó de rojo tras cumplir su promesa de hacerlo si España ganaba- se convirtió en símbolo de una generación que devolvió al fútbol español a lo más alto.

Cucurella, con la Eurocopa en las manos

Cucurella, con la Eurocopa en las manos Reuters

Este martes se enfrenta a Lamine Yamal, el niño prodigio azulgrana de 18 años que representa todo lo que a Cucurella le fue negado: la continuidad en el primer equipo, el respaldo institucional, la proyección como estrella del club.

Ambos compartieron amistad tras coincidir en muchas concentraciones de la Selección. "Defender a Lamine en los entrenamientos es una putada. Intento no lesionarlo. Es un jugador complicado porque tiene muchos recursos", ha reconocido el lateral del Chelsea en declaraciones pasadas.

Sin embargo, cuando le preguntaron este lunes sobre el duelo individual, Cucurella fue categórico: "Siempre es difícil jugar contra ellos porque tienen mucha calidad. Mañana no es un Lamine contra Cucurella, será una batalla dura y hay que ganar".

La evolución de Cucurella desde que salió del Barcelona en 2018 ha sido exponencial. En Eibar aprendió el fútbol directo y físico de Mendilibar, que lo reconvirtió en 'doble lateral' capaz de defender y atacar con la misma intensidad.

En Getafe, con Bordalás, se curtió en el barro, disputando 86 partidos y consolidándose como uno de los mejores laterales de La Liga.

En Brighton dio el salto de calidad definitivo, deslumbrando en la Premier League con su capacidad para asociarse, progresar y defender.

Y en el Chelsea ha alcanzado la madurez futbolística: 1.014 minutos disputados esta temporada, titular indiscutible en Champions con 270 minutos en cuatro partidos, y un rendimiento que contribuye para situar al conjunto londinense como segundo clasificado de la Premier League.

"Es muy emocionante para mí y para mi familia. Es un partido muy especial y espero que podamos conseguir los puntos", declaró Cucurella este lunes, reconociendo la carga emocional del reencuentro. Pero el lateral está centrado en lo deportivo: "La clave será quitarles el balón. Quieren someterte y estar cerca del área. Hay que ganar los duelos y el uno contra uno".

Marc Cucurella, este lunes en rueda de prensa con el Chelsea

Marc Cucurella, este lunes en rueda de prensa con el Chelsea Europa Press

El Chelsea llega al partido con siete puntos en la fase de liga de la Champions, empatado con el Barcelona en la tabla general. Una victoria sería crucial para acercarse al Top 8 y evitar la ronda preliminar.

Los blues están viviendo un gran momento bajo las órdenes de Maresca, aunque la baja de Cole Palmer por una lesión en el dedo pequeño del pie -"No me lo creo", bromeó Cucurella al respecto- supone un contratiempo. Aun así, el Chelsea confía en su plantilla joven y talentosa para superar al conjunto azulgrana.

Para Cucurella, este encuentro tiene un sabor especial de reivindicación. Entre 2020 y 2022, cuando militaba en Getafe y Brighton, el lateral expresó en varias ocasiones su deseo de regresar al Barcelona: "Me gustaría volver algún día, me quedó la espina de jugar en el Camp Nou", declaró en mayo de 2022.

Sin embargo, tras su explosión en el Chelsea y su consagración con España en la Eurocopa, su postura cambió radicalmente. En junio del año pasado, en pleno torneo continental, cerró la puerta: "A día de hoy ni me lo pienso, ni se me pasa por la cabeza. Creo que eso ya pasó".

El martes por la noche, Cucurella tendrá la oportunidad de escribir un nuevo capítulo en su historia de superación. Frente a él estará Lamine Yamal, un talento que el Barcelona sí supo mimar. Pero también estará el recuerdo de aquellos siete minutos en Copa del Rey, de las oportunidades negadas, de las puertas cerradas.

Y sobre todo, estará la certeza de que su viaje, aunque sinuoso, lo ha llevado exactamente donde quería estar: en la élite del fútbol mundial, enfrentando a los mejores y demostrando que el talento, cuando va acompañado de trabajo y resiliencia, siempre encuentra su camino. Aunque ese camino no pase por La Masía.