Alessio Lisci durante una entrevista con EL ESPAÑOL en las instalaciones de Kosner, patrocinador oficial de Osasuna.

Alessio Lisci durante una entrevista con EL ESPAÑOL en las instalaciones de Kosner, patrocinador oficial de Osasuna. Borja Sánchez EL ESPAÑOL Pamplona

Fútbol

Alessio Lisci: "Los cambios de entrenador son excusas sin valor. Los puntos no reflejan lo que se ha visto en el campo"

EL ESPAÑOL habla con el entrenador italiano de Osasuna tras un inicio de temporada irregular y ante la presión de seguir los pasos de Arrasate y Moreno.

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Pocos clubes hay en el mundo del fútbol que tengan un sentimiento de pertenencia más potente que Osasuna. Y es que las paredes de El Sadar están construidas con los recuerdos y los sueños de un pueblo que, generación tras generación, ha ido teniendo siempre en lo más profundo de su corazón una palpitante emoción 'rojilla'. Sin embargo, no es fácil comprender la magnitud de ese sentimiento si acabas de llegar.

Y es precisamente eso lo que desde hace unos meses se sienta en el banquillo local de ese estadio que cada domingo copan abuelos y nietos. Un recién llegado que, contra todo pronóstico, ha sabido captar a la perfección la esencia de un club que se forja cada día en cada rincón de Tajonar, una de las ciudades deportivas de España con más tradición y talento por metro cuadrado.

Alessio Lisci (Roma, 1985), a pesar de su juventud, tiene un largo camino andado en el universo del fútbol. Y es que el técnico italiano no lo ha tenido nada fácil, incluso para salir de su país. Después de una discreta carrera como jugador, estudió el grado de Ciencias y Técnicas del Entrenamiento y realizó sus primeras prácticas en la Lazio.

Poco después se inscribió en un programa de entrenadores para intentar hacer un 'becariado' fuera de su país. Sin embargo, las cosas no salieron como él quería y tuvo que buscarse su propia suerte. Por ello, decidió escribir una carta a todos y cada uno de los 20 equipos que en ese momento formaban la Primera División para rogar una oportunidad.

Fue en ese momento cuando recibió solo dos respuestas. La primera, para entrenar en la cantera del Atlético de Madrid. Y la segunda, para formar parte del cuerpo técnico del Juvenil División de Honor del Levante, además de desempeñar labores como primer entrenador en las categorías inferiores. Sin embargo, este proyecto tampoco salió bien y en 2016 tuvo que regresar a Roma.

Aunque lo haría por poco tiempo. Había dejado su poso en el club de Orriols y al cabo de unos meses fue llamado de nuevo para hacerse cargo del Juvenil B. Una vez convertido en un 'granota' más, fue escalando hasta hacerse con el primer equipo y convertirse en el entrenador más joven de Primera División.

A pesar de que Lisci consiguió cambiar la cara de un equipo desahuciado, no pudo salvarlo y no fue renovado. Pero esa mala noticia fue su impulso definitivo. Llegó una fructífera etapa de dos temporadas en el Mirandés en la que rozó el ascenso y que le sirvió para convencer a Luis Sabalza y a toda la 'planta noble' de Osasuna de que era el indicado para hacerse con las riendas de un equipo que había visto marchar de forma consecutiva a Jagoba Arrasate y a Vicente Moreno tras dos buenas temporadas.

Lisci firmó este pasado verano por dos años para arrancar un proyecto que no ha comenzado con buen pie. El buen juego desplegado en el campo en muchos momentos no se ha traducido en puntos y Osasuna ha pasado de soñar de nuevo con Europa a ser 16º y ver de cerca el abismo. Ahora, el técnico italiano busca soluciones con urgencia tras haber encadenado solo 2 victorias en los últimos 8 partidos oficiales.

Y para colmo, esta debilidad se ha acentuado lejos de El Sadar, donde los 'rojillos' solo han cosechado un punto en lo que va de Liga. Con la tensión propia de un momento complicado, pero con la vista puesta en un futuro positivo, Alessio Lisci atiende a EL ESPAÑOL para hablar del nuevo rumbo de Osasuna y de todo lo que ha sido su corto, pero intenso camino en los banquillos a sus 40 años recién cumplidos.

Alessio Lisci junto al escudo de Osasuna.

Alessio Lisci junto al escudo de Osasuna. CA Osasuna

Osasuna atraviesa un momento complicado. Una victoria en los últimos ocho partidos quitando el duelo de Copa contra el Sant Jordi. ¿Qué crees que le está faltando al equipo en este inicio de temporada?

Bueno, no estamos en nuestro mejor momento a nivel de resultados. El equipo ha perdido más partidos de los que se ha merecido perder y hemos ganado menos de lo que hemos merecido ganar. Cuando eso se va repitiendo, se va dando esa tendencia, pues evidentemente hay que cambiar algo y seguir buscando soluciones.

¿Miras hacia el mercado de invierno intentando encontrar esas soluciones o crees que es pronto todavía?

No, es muy pronto. Tenemos que trabajar y llegar en un buen momento a enero. Actualmente, con la plantilla que tenemos, tenemos que hacer más cosas y sumar más puntos sin ninguna duda.

Hay una diferencia muy importante de puntos entre los que consigue el equipo en El Sadar y fuera. ¿Por qué crees que muestra esas dos caras?

Hay muchos factores. Evidentemente, todos los equipos del mundo hacen más puntos en casa que fuera. El calendario fuera de casa ha sido muy difícil y esto te condiciona. Nos ha marcado en los últimos dos partidos porque había que puntuar sí o sí y eso te mete más presión y no puedes jugar tan tranquilo, sobre todo el día de Oviedo. El día del Sevilla creo que es evidente que no merecimos perder. Estamos en un momento que las cosas no van por el lado que queremos, pero pronto eso cambiará.

El equipo en los últimos años se ha acostumbrado a pelear por objetivos importantes como dice el presidente, rondando puestos europeos. ¿Dónde situarías actualmente el objetivo para este año a estas alturas?

El objetivo desde el principio de temporada es la salvación. Lo hemos dicho muchas veces. Cuando logremos los puntos para la salvación, que esperamos que sea cuanto más pronto mejor, ya miraremos a más cosas si se puede.

Algo tenemos que cambiar, pero la plantilla se está adaptando bien.

Osasuna es un equipo que invita siempre a soñar, que consigue pronto el objetivo y que luego siempre se crece hasta pelear por Europa. Aunque el equipo ha ido bien, las últimas tres temporadas las ha iniciado con un entrenador diferente. Primero Jagoba Arrasate, el año pasado Vicente Moreno y ahora es tu turno. ¿Crees que eso a la plantilla le está dificultando un poco la adaptación? ¿Cómo notas el vestuario?

No, creo que esas son excusas, no son cosas que tengan valor. La plantilla se está adaptando bien, trabajando bien. Los puntos no reflejan lo que se ha visto en el campo y esto es algo que tenemos que ir cambiando, como he dicho antes. La plantilla está bien y está asimilando bien los conceptos.

Y en tu caso, ¿cómo te has adaptado a Pamplona y a Osasuna como club? ¿Qué percepción has tenido desde que has empezado estos meses y sobre todo si has sentido que Osasuna es ese club diferente que tanto se dice? Tú conoces muy bien cómo es un equipo desde abajo sobre todo por tu etapa en Levante donde empezaste desde la cantera.

Han sido meses muy positivos. Estoy muy contento en Pamplona y en Osasuna. Me gusta todo mucho, se trabaja muy bien. La verdad es que no puedo decir ni media palabra mala del sitio donde estoy.

Retomando tu carrera y hablando del Levante, quería saber cómo fue tu llegada y qué hay de cierto en aquello de las veinte cartas que habías escrito a equipos de Primera División.

Bueno, fue un poco así. Hice eso, tenía que buscar unas prácticas y por suerte las encontré como pude y ya está. Esa es la historia.

Alessio Lisci en El Sadar.

Alessio Lisci en El Sadar. CA Osasuna

¿Y es verdad que las respuestas que recibiste fueron de Levante y Atlético de Madrid?

Sí, solo esas.

¿Por qué elegiste el Levante en aquel momento?

Porque me daba opción de hacer prácticas en un equipo más grande, en el División de Honor en ese caso, y también prefería estar en un club más pequeño, que fuera más familiar para mi primera experiencia en España.

Entonces, ¿quizás habrá que esperar para que el tren del Atlético de Madrid vuelva a pasar?

Bueno, no era el tren del Atlético de Madrid como tal (risas). Era el tren de la academia de fútbol 8 del Atlético de Madrid, por lo tanto, no era un tren real. El Atlético es un gran club, pero estoy igualmente en un gran club y muy contento de estar aquí. No miro al futuro ni a otros clubes en este momento.

Recordando aquella llegada a Levante, una vez escalas hasta el primer equipo, ¿cómo es para un entrenador encontrarte una plantilla rota como la que te encontraste, desanimada y con tan pocos puntos? ¿Cómo es para un técnico enfrentarte a ese proyecto? Que no debe ser la primera experiencia soñada, ¿no?

Siempre he dicho al final que cuando vienes de la nada, de no haber sido jugador famoso, vienes de abajo, la primera experiencia suele ser muy difícil. Nadie te regala nada y la aproveché, la intenté aprovechar de todas las formas posibles. Hicimos muchísimos puntos en la segunda vuelta. No fueron suficientes porque la primera vuelta nos condicionó tremendamente y cuando cogí el equipo ya estaba prácticamente descendido. Pero lo acabamos bien, peleamos por salvarnos. Así que al final fue positivo para mí a pesar de que no pudimos salvar la categoría.

¿Si en el Levante se fue injusto conmigo? Al final, tanto ellos como yo estamos en Primera, así que nos ha ido bien.

¿Crees que se fue un poco injusto contigo con todo lo que conseguiste después de cambiarle la cara a ese equipo?

No son decisiones que se toman por ser justo o no. Al final, con los años tanto yo como Levante estamos en Primera, así que nos ha ido bien a los dos.

La anécdota de ser el entrenador más joven de Primera División en aquel momento, ¿te restó importancia o cómo lo viviste tú? ¿Fue algo anecdótico?

Para mí fue una alegría al principio porque al final si eres el más joven es porque algo bien estás haciendo. Puede ser que me haya quitado importancia y valor en algún momento, pero no hay que mirar atrás. Hay que mirar al presente, nos ha venido bien y estoy en un club que me encanta. Así que todo lo que haya pasado atrás ha servido para esto. Por lo tanto, estoy contento.

¿Es fácil estar en un vestuario con jugadores que tienen más o menos tu edad o incluso pueden ser mayores? ¿Se falta el respeto a un entrenador joven más fácilmente que a un entrenador que proyecta más autoridad?

No, no creo. Al final los jugadores te respetan mucho por cómo los tratas y por si lo que dices luego pasa en el campo. Creo que tengo mucho respeto de la plantilla y además el vestuario de Osasuna tiene unos valores humanos grandes y es fácil de llevar.

Antes de llegar a Osasuna pasaste por el Mirandés, donde hiciste dos años muy buenos. ¿Qué opinión te merece la Segunda División española? ¿Crees que puede ser una de las segundas categorías la más potentes de Europa? ¿Cómo fue para ti esa experiencia?

No sé si es la más potente de Europa, no lo creo. Es una categoría muy difícil, complicada e igualada. Sobre todo el año pasado. Era tremenda porque había 15 equipos que querían ascender. Eso es verdad que te curte mucho y siempre está bien pasar por todas las categorías.

Alessi Lisci en el vestuario de El Sadar.

Alessi Lisci en el vestuario de El Sadar. CA Osasuna

¿Cómo recuerdas esa fase de ascenso donde os quedasteis a las puertas de subir?

Son experiencias y vivencias para bien o para mal. Son días que nunca se olvidan y que siempre quedarán en nuestras vidas. Hay que aceptar las cosas como vienen.

Para el Mirandés ya era un gran éxito haber llegado hasta ahí. Sin embargo, no dejó de ser una derrota. Y a pesar de eso, Osasuna confió en ti, te dio una oportunidad en Primera División y te firmó dos años. ¿Cómo valoras ese respaldo y cómo lo sientes hoy por parte del club?

Siempre he sido agradecido, primero al Mirandés, porque si estoy aquí es porque me dieron la oportunidad. Luego la aproveché, pero me la dieron, me cuidaron y trataron muy bien. Luego a Osasuna como club, al presidente, a Cata y a Braulio que han confiado en mí... La confianza la percibo igual. Plena como al principio.

Vamos con las últimas para terminar, Alessio. Quería preguntarte a nivel individual por un jugador que acaba de llegar este año al equipo como tú y que está recabando muchos titulares y muchas miradas, Víctor Muñoz. ¿Cómo ves su adaptación a Osasuna? Al final viene de un entorno grande como el del Real Madrid, pero de un núcleo modesto como la Primera RFEF. ¿Cómo lo ves en este inicio de temporada?

Muy bien. Víctor se está acoplando bien al equipo, está yendo de menos a más. El salto a Primera División es grande, pero enseguida se metió en el equipo. Es un chico fantástico, con muchas ganas de trabajar y de aprender. Ahora está mejor físicamente y eso se nota. Estamos muy contentos con él.

Como soñar es gratis, ¿tienes algún reto que te gustaría conseguir como entrenador? Entrenar a un grande, a la selección italiana, quizás algún título en especial que te gustaría ganar...

Bueno, tengo muchos. Me gustaría ganar una Liga, claro, o una Champions, una Copa... Me gustaría entrenar a la selección de Italia y, sobre todo, estar en unos Juegos Olímpicos. Hay muchas cosas que tengo ganas de hacer, pero soy joven y, bueno, las cosas hay que ganárselas día a día. Mi objetivo principal ahora es hacer un buen entrenamiento mañana.

Hablando de títulos, ¿ves cercana la posibilidad de poder ganar uno con Osasuna? Sobre todo con el equipo viniendo de jugar una final de la Copa del Rey, de estar en una Supercopa de España en Arabia Saudí... ¿Te ilusiona estar en un momento en el que el club está más cerca que nunca poder conseguir algo histórico? Quizás la Copa puede ser el camino más corto.

No son objetivos que nos tenemos que poner a medio o largo plazo. Ahora mismo tenemos que trabajar bien día a día, mejorar en la clasificación, porque no estamos donde nos gustaría, y a partir de ahí ya vendrán las cosas. Cuando toque la Copa, pasar a la siguiente ronda contra el Ebro. No hay que ir más allá, hay que vivir el presente.