Miguel Galán, presidente de CENAFE

Miguel Galán, presidente de CENAFE Europa Press

Fútbol

El Real Madrid se opone a la personación de Miguel Galán en el 'caso Negreira': "Traerá distorsiones para la causa"

El club blanco cuestiona el interés legítimo de la asociación que preside Galán para actuar como acusación en la parte de corrupción deportiva.

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El Real Madrid ha presentado un escrito judicial oponiéndose formalmente a la personación de Miguel Galán en el 'caso Negreira'.

El club blanco cuestiona el interés legítimo de la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte, presidida por Galán, para actuar como parte acusadora en el procedimiento que investiga los pagos del FC Barcelona a José María Enríquez Negreira.

La oposición madridista marca un precedente, ya que es la primera vez que el club se pronuncia contra la personación de cualquier entidad en esta causa judicial. El escrito, presentado ante el Juzgado de Instrucción número uno de Barcelona, destaca "hechos y circunstancias sumamente llamativos" que ponen en duda las verdaderas intenciones de Galán y su asociación en este proceso.

El Real Madrid arguye una contradicción flagrante entre las declaraciones públicas de Galán y su pretensión de ejercer como acusador.

Según el documento, el presidente de CENAFE ha defendido reiteradamente en redes sociales, "a capa y espada", que "no se ha podido mostrar que se haya producido un efectivo favorecimiento del Barcelona" y que los hechos investigados "no constituyen un delito de corrupción deportiva".

El escrito madridista recoge numerosas publicaciones de Galán en la red social X donde sostiene que es "imposible" demostrar la corrupción deportiva, adoptando una posición afín con la defendida por el propio FC Barcelona.

Además, el Real Madrid denuncia que Galán habría confesado públicamente haber ejercido acciones penales "por cuenta y encargo de terceras personas" en otros procedimientos.

Esta revelación surgió durante una entrevista en el canal del periodista Gerard Romero, donde Galán mostró su malestar con Javier Tebas por haberle "obligado" a querellarse contra Luis Rubiales y posteriormente "dejarle fuera" del proceso.

El directivo reconoció en esa entrevista que no deseaba formular la querella contra Rubiales, no por razones jurídicas, sino porque no quería depositar la fianza económica requerida, que finalmente "pusieron ellos". Esta confesión refuerza la tesis madridista de que Galán actúa como representante de intereses ajenos, no como defensor del interés general deportivo.

La argumentación jurídica del Real Madrid se centra en que el ejercicio de la acusación popular requiere la acreditación de un "interés legítimo", requisito que consideran incumplido dado el comportamiento contradictorio de Galán. 

Como medida subsidiaria, en caso de que el juzgado admita la personación de Galán, el Real Madrid solicita que se exija una fianza de 30.000 euros como garantía. Esta petición busca asegurar que la asociación responda económicamente por su actuación procesal, especialmente considerando las dudas sobre sus verdaderas motivaciones.

El escrito madridista subraya que Galán es conocido en los círculos jurídico-deportivos por el apodo de "querellator", debido a su "entusiasmo" en la presentación de acciones judiciales contra dirigentes federativos. Incluso publica estadísticas sobre las inhabilitaciones que afirma haber conseguido.

La oposición del Real Madrid refleja una estrategia defensiva ante lo que interpreta como un intento de boicotear la acusación por corrupción deportiva desde dentro del propio procedimiento.

El club considera que Galán pretende ejercer una acusación para defender tesis exculpatorias del Barcelona, no para perseguir efectivamente los delitos investigados: "No es difícil anticipar que, si se le permite actuar como acusación popular [...] probablemente traerá distorsiones y dilaciones indeseadas para esta causa".

El documento concluye que existe una 'doble realidad' en la actuación de Galán: mientras públicamente defiende la inexistencia de delito, pretende personarse como acusador en el mismo caso. Esta contradicción, unida a sus confesiones sobre actuar por cuenta de terceros, fundamenta la petición madridista de inadmisión de la personación.