Raúl Martín Presa durante el Rayo Vallecano - Sevilla de la 2023-24.

Raúl Martín Presa durante el Rayo Vallecano - Sevilla de la 2023-24. Europa Press

Fútbol

El Rayo Vallecano, al borde del colapso institucional: la cantera abandonada, el estadio en horas bajas y el femenino en crisis

A pesar de que el primer equipo atraviesa uno de los mejores momentos de su historia, la infraestructura del club no es acorde a la Primera División.

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La directiva del Rayo Vallecano, o más concretamente Raúl Martín Presa -el presidente, sigue librando una ardua batalla con su propia afición que no cesa con el transcurso de los años. El hartazgo de los seguidores franjirrojos se manifiesta en las condiciones en las que se encuentra el principal nexo de unión que tienen con el equipo, el estadio.

El campo de fútbol de Vallecas, que tiene casi 50 años de antigüedad, presenta unas deficiencias de mantenimiento que llevan persistiendo desde los últimos años. No obstante, después de dos inspecciones técnicas desfavorables, la última ha sido positiva tras las reformas llevadas a cabo por la Comunidad de Madrid.

A pesar de que tanto el club como el gobierno autonómico trabajan juntos para llevar a cabo el proyecto de reforma integral del Estadio de Vallecas, el mantenimiento diario de la infraestructura es competencia del Rayo Vallecano.

Los aficionados denuncian constantemente el estado deplorable de las instalaciones básicas debido a la dejadez de la directividad encabezada por Martín Presa. Los baños se encuentran en condiciones que califican como "insostenibles" y en las butacas de los asientos predomina la suciedad y los excrementos de pájaros.

La limpieza es deficiente, con asientos permanentemente sucios, pasamanos llenos de excrementos de pájaros y basura acumulada. Esta situación ha llevado a los seguidores a afirmar que "ni en Tercera RFEF verás algo igual", según recoge el diario digital Unión Rayo.

El Estadio de Vallecas.

El Estadio de Vallecas. Comunidad de Madrid

Uno de los puntos más conflictivos es el futuro del estadio. Martín Presa ha manifestado repetidamente su intención de trasladar al equipo fuera de Vallecas, argumentando que se necesita "un campo nuevo, es por supervivencia de la entidad".

Y es que el presidente ha llegado a afirmar que "quedarse en Vallecas no está en ninguno de los planes A, B y C" que maneja la directiva. Una postura que choca frontalmente con el sentir de la afición, que considera el barrio de Vallecas como parte indisoluble de la identidad del club.

Los seguidores dejaron claro en el comunicado previo al partido ante el Barça en el que organizaron una huelga de animación como protesta que: "el Rayo solo va a jugar única y exclusivamente entre dos Avenidas, una calle con nombre de payaso y otra con el de un teniente", en referencia a las calles que delimitan el barrio.

La tensión se agudizó el pasado 31 de agosto cuando Martín Presa atacó directamente a los Bukaneros, el grupo de animación del club.

En sus declaraciones, el presidente calificó a los ultras como portadores de "valores contrarios a los de Vallecas" y criticó duramente la letra de su himno "La Vida Pirata". Según Presa, la canción promueve ser "unos borregos, unos vagos, unos alcohólicos y que no respeten a la mujer".

El presidente llegó a acusar a los Bukaneros de "prácticas mafiosas" y "extorsión", afirmando que había recibido llamadas de otros presidentes de peñas que se sentían coaccionados.

Sin embargo, la Federación de Peñas del Rayo Vallecano desmintió categóricamente estas acusaciones, declarando que "jamás hemos sufrido coacciones, amenazas ni vejación alguna de ninguna parte del rayismo".

La pasada temporada, tras la victoria del conjunto franjirrojo ante el Girona, Míchel disparó contra quien fuese su presidente.

"Yo quiero que al Rayo le vaya bien y eso lo dije en catalán, en castellano y en vallecano, aunque puede que él no lo entienda porque lleva muchos años allí y no tiene ese sentimiento de pertenencia. Debería meterse más en Vallecas y saber lo que piensa Vallecas", manifestó de forma contundente.

El acta de la vergüenza

No son solo los aficionados quienes sufren la dejadez del club con las instalaciones, sino también los propios jugadores, entrenadores y el resto de miembros que forman el Rayo Vallecano.

El primer equipo no entrena en la Ciudad Deportiva como consecuencia del estado en el que se encuentran los terrenos de juego. Es por ello que se ejercitan en el estadio de Vallecas y provocan un daño importante al césped de cara al partido del fin de semana.

El pasado domingo, el filial del Rayo arrancó la temporada en Segunda Federación con victoria por 2-1 frente al CD Coria en un terreno de juego que ponía "en riesgo de lesión tanto a los jugadores como al equipo arbitral".

El acta de Jesús Rodríguez Tavío, colegiado que dirigió el encuentro, no tiene desperdicio, mostrando una lista interminable de desperfectos.

La lista de observaciones

El terreno de juego de césped artificial presentaba varios desperfectos en el mismo, sobre todo en el interior de ambas áreas de penalti y de meta, con segmentos de césped que se levantaban y se separaban del resto, dejando a la vista el cemento/caucho debajo del terreno. Dichos desperfectos dificultaban el juego y ponían en riesgo de lesión tanto a jugadores como al equipo arbitral.

Debido a la coincidencia de colores en las equipaciones con los jugadores y guardametas, tuvimos que salir con una camiseta que coincidía en color con la indumentaria del guardameta del club local.

El club local no dispone de médico.

El club local no nos facilita spray evanescente ya que, según el Delegado, pese a que disponen de los mismos, no nos los van a dejar debido a que "los árbitros se llevan los soportes de los sprays".

Tras haber llegado a las instalaciones deportivas, los empleados del club no nos permitieron acceder dentro de las mismas para aparcar el coche de alquiler, teniendo que buscar un lugar fuera de las mismas para estacionar el mismo.

El club local no pudo presentarnos correctamente la alineación de jugadores hasta las 12:05 horas debido a una incidencia con las licencias de sus jugadores que el Delegado no pudo solucionar a tiempo y, a su vez, tuvo que cotejar varios documentos de identidad con jugadores para poder ser consignados en el acta.

El Rayo Vallecano femenino, antaño una de las secciones más laureadas del fútbol español, también ha vivido una decadencia progresiva desde la llegada de Raúl Martín Presa a la presidencia en 2011.

Lo que fue un equipo tres veces campeón de Liga (2008-2011) y ganador de una Copa de la Reina (2008), que disputó la Champions League en tres ocasiones, ha sufrido un abandono institucional que culminó con su descenso a Segunda División en 2022 tras 19 temporadas en la élite.

Las jugadoras han denunciado repetidamente estar entrenando sin contratos laborales y sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Esta situación, que se ha repetido en varias ocasiones entre 2021 y 2024, llevó a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) a presentar múltiples denuncias ante la Inspección de Trabajo.

La dicotomía entre el éxito deportivo y el fracaso en la gestión social e infraestructural ha profundizado la brecha entre la directiva y una afición que se siente abandonada y traicionada en sus valores más profundos.