El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta.

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. Europa Press Europa Press

Fútbol

La letra pequeña detrás de las inscripciones de Joan García y Rashford: avales, palancas y un recorte para el Barça femenino

El club catalán comienza la temporada tras un verano lleno de obstáculos institucionales y económicos. La inscripción de Rashford y Joan García permite respirar a Laporta, pero la sección más exitosa (el femenino) pagará un duro peaje.

Más información: El Barça, a contrarreloj: inscribe a Joan García y Rashford para el debut ante el Mallorca, pero aún le faltan tres jugadores más

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El FC Barcelona comienza una temporada ilusionante en lo deportivo después de un verano caótico e intenso para la directiva del club.

La victoria ante el Mallorca en el duelo que inaugura el curso oficial para los de Hansi Flick demuestra que las turbulencias del club apenas afectan al rendimiento en el césped, pero lo cierto es que, un verano más, el Barça y sus problemas económicos han protagonizado la época estival.

Finalmente, Laporta logró su objetivo in extremis y pudo incluir a Joan García y Marcus Rashford a pocas horas de la primera jornada, pero aún quedan algunos futbolistas por ser registrados y la cronología que permitió al Barça inscribir a sus dos principales fichajes ha sido rocambolesca.

Además de la sensación de improvisación, la gestión de Laporta ha vuelto a basarse, un año más, en resolver los problemas inmediatos sin pensar en el corto o medio plazo. Eso sí, mientras en lo deportivo el equipo siga funcionando, pocos le cuestionan.

La imagen del club se ha visto perjudicada por la imposibilidad de regresar al Camp Nou, por la guerra con el capitán Marc-André ter Stegen o la dificultad para inscribir incluso a jugadores cedidos como Rashford

A base de jugadas financieras, Laporta ha salvado la papeleta in extremis, pero el club todavía necesita que sucedan algunas cosas para operar con normalidad y todas estas maniobras hipotecan, en mayor o menor medida, al Barça en el largo plazo.

Quienes pagarán los platos rotos, seguramente, sean las secciones de fútbol femenino, baloncesto, hockey o balonmano. El club necesita recortar gastos, pues los retrasos en las obras del Camp Nou provocan unos daños colaterales que Laporta deberá ajustar.

Barça Femenino

Las consecuencias de las maniobras financieras del Barça las pagará, sobre todo, la sección femenina del club.

A pesar de que el Barça femenino es la sección más exitosa en lo deportivo (y la única que genera beneficios en lo económico), la directiva ha tenido que impulsar una reducción en la masa salarial para ganar 7 millones de euros de fair play.

La salida (por rescisión o fin de contrato) de Jana Fernández, Ingrid Engen, Fridolina Rolfö, Ellie Roebuck, Bruna Vilamala y Martina Fernández ha dejado a la plantilla con solo 18 jugadoras.

Varias de las integrantes de la plantilla del FC Barcelona femenino, durante la presentación de la camiseta para la próxima temporada.

Varias de las integrantes de la plantilla del FC Barcelona femenino, durante la presentación de la camiseta para la próxima temporada. FC Barcelona

Tras conquistar el triplete nacional (Liga, Copa y Supercopa) y perder la final de la Champions femenina ante el Arsenal de Mariona Caldentey (que también salió del Barça rumbo a la Premier por su superioridad económica), la plantilla se ha debilitado y quedado sin fondo de armario.

El fichaje de Laia Aleixandri no ha servido para apaciguar a una afición que está enfadada por el maltrato a la sección más exitosa del club en aras de favorecer al Barça masculino.

En los últimos años, el club catalán se ha convertido en el gran referente del fútbol femenino, con una hegemonía deportiva en lo colectivo (6 Ligas, 7 Copas, 5 Supercopas y 3 Champions solo en la última década) y también en lo individual, con Aitana Bonmatí y Alexia Putellas ganando los últimos cuatro Balones de Oro y siendo referentes de la Selección española.

El futuro es incierto y el Barça podría perder su estatus. El club ha de tomar decisiones urgentes con varias jugadoras clave que terminan contrato en 2026, como Mapi León, Ona Batlle, Alexia Putellas, Salma Paralluelo, Claudia Pina, Caroline Graham Hansen y Cata Coll.

Iñigo Martínez y Joan Laporta se abrazan en su presentación como fichaje del Barça

Iñigo Martínez y Joan Laporta se abrazan en su presentación como fichaje del Barça

Salidas forzosas

Desde la traumática salida de Leo Messi en 2021, otros como Antoine Griezmann, Aubameyang, Ousmane Dembélé, Kessié o Gündogan se vieron empujados a salir del club por culpa de la estrechez económica.

Este año le ha llegado el turno a Íñigo Martínez, que a sus 34 años pone rumbo al fútbol saudí tras ser el mejor central de La Liga el curso pasado y una figura capital en el estilo de juego de Flick.

La pérdida en lo deportivo se justifica a través del fair play liberado con su marcha, que se suma al de las salidas de Lenglet, Ansu Fati , Pau Víctor, Álex Valle o Pablo Torre, más el porcentaje ingresado en operaciones de terceros por Todibo o Trincao. 

En total, el Barça ha logrado liberar unos 37 millones de masa salarial y obtenido otros 36 kilos por traspasos, pero de esos 62 millones, solo 43 (el 60%) se aplicarán a las cuentas del fair play al no operar bajo la regla 1:1.

Lío con Ter Stegen

Otro de los asuntos que han complicado el verano del Barça es el lío con portero alemán Marc-André ter Stegen.

El guardameta fue expedientado y apartado de la capitanía por haberse negado a firmar el informe médico que certifique que el plazo de recuperación de su lesión de espalda es de 4 meses (como desea el Barça para aligerar su fair play financiero).

Después de recular y tender la mano a Joan Laporta este viernes a través de un comunicado, la guerra entre el club y el jugador llegó a su fin. Unas horas más tarde, el club anunciaba que el jugador había firmado dicho informe y que se le devolvía la capitanía, a la vez que se retiraba la sanción disciplinaria.

El capitán del Barça, Marc-André ter Stegen, durante su discurso previo al Trofeo Joan Gamper.

El capitán del Barça, Marc-André ter Stegen, durante su discurso previo al Trofeo Joan Gamper. EFE EFE

La resolución de su caso, cristalizada en la reconciliación de la noche del Trofeo Joan Gamper, permitió al club liberar el 50% de su ficha e inscribir a Joan García.

Sin embargo, ese fair play dejará de estar disponible a los cuatro meses (el tiempo de baja del alemán según el controvertido informe médico) y, para entonces, el club deberá haber resuelto otras carpetas para que el ex del Espanyol pueda seguir jugando.

El aval

Ante los problemas para regresar al Camp Nou a tiempo, la incertidumbre que rodeaba al caso Ter Stegen y el miedo a repetir un caso Dani Olmo, Laporta se ha visto obligado a recurrir a un aval de siete millones de euros de su junta.

En pleno agosto y con muchos directivos de vacaciones, la cúpula blaugrana se vio obligada a reunirse de urgencia el pasado miércoles para aprobar la medida al ver que el gasto de las secciones del club estaba excedido.

No es la primera vez que los directivos tienen que tirar de su propio patrimonio. En 2022, la directiva puso 6 millones de su patrimonio para inscribir a Koundé. Y en 2023, cuando llegaron Gündogan, Íñigo Martínez, Joao Felix y Joao Cancelo, se impulsó otro aval de 12 millones para inscribir jugadores.

Joan García firma su nuevo contrato con el Barça junto a Joan Laporta y Rafa Yuste

Joan García firma su nuevo contrato con el Barça junto a Joan Laporta y Rafa Yuste

El Camp Nou, clave

La ruta más sencilla y eficaz a la norma 1:1 que necesita el Barça pasa por regresar al Camp Nou y que LaLiga apruebe la venta de sus palcos VIP.

Después de acumular retrasos, pugnas con el Ayuntamiento y crear falsas expectativas sobre un retorno para el Joan Gamper de este domingo, el Barça se resigna ahora a intentar volver al Camp Nou con un aforo limitado para el duelo liguero ante el Valencia previsto para el fin de semana del 13 de septiembre.

Para los blaugranas, el regreso al Camp Nou es una cuestión de vida o muerte en lo económico, y no solo por los más de 200 millones de ingresos de explotación que supondría el salto de Montjuic al nuevo estadio blaugrana.

El presidente del Barça, Joan Laporta, durante una de las visitas del club al interior del Camp Nou durante el proceso de remodelación.

El presidente del Barça, Joan Laporta, durante una de las visitas del club al interior del Camp Nou durante el proceso de remodelación. Redes Sociales Redes Sociales

Con el objetivo de mejorar su margen de maniobra en el fair play financiero y poder fichar jugadores bajo la regla 1:1 de LaLigavendió anticipadamente 475 palcos VIP del futuro estadio por unos 100 millones de euros a dos empresas de Oriente Medio.

Sin embargo, La Liga y los auditores solo contabilizan este dinero como ingreso real cuando los palcos están operativos, es decir, con el estadio abierto y disponible para sus compradores.

Al mantenerse el Camp Nou cerrado y los palcos sin terminar, estos fondos no computan y el Barça se ha visto condenado a otro verano traumático en el que se dañaba la credibilidad del club,  se escapaban los fichajes de Iñaki Williams o Luis Díaz o se ha llegado con el agua al cuello en el tema de las inscripciones, aún sin resolver del todo.