El Camp Nou, durante las obras de remodelación

El Camp Nou, durante las obras de remodelación FCB

Fútbol

El Barça vuelve a fracasar en su intento por regresar al Camp Nou y oficializa que el Gamper será en el Johan Cruyff

El club no consigue las licencias necesarias para reabrir el estadio y prolonga un retraso que ya suma nueve meses.

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El FC Barcelona ha vuelto a tropezar con sus propios plazos y ha tenido que admitir públicamente que el estreno del nuevo Spotify Camp Nou deberá seguir esperando.

El club comunicó este viernes la suspensión del Trofeo Joan Gamper previsto para el 10 de agosto en su estadio histórico, un evento con el que pretendía celebrar por todo lo alto la vuelta al hogar.

En su lugar, el Gamper se disputará en el Estadi Johan Cruyff, un escenario mucho más modesto y con un aforo cinco veces inferior.

La razón que esgrime la entidad azulgrana es de carácter burocrático, pero profundamente sintomática. El Ayuntamiento de Barcelona no ha concedido aún la licencia de primera ocupación, un trámite indispensable para reabrir el estadio al público.

Según el comunicado oficial, la magnitud de las obras y las exigencias de la Ordenanza Reguladora de los Procedimientos de Intervención Municipal en las Obras han hecho "inviable" completar los trámites a tiempo, a pesar de la intención del club de abrir el Camp Nou de forma parcial.

Otro revés para Laporta

Este nuevo paso atrás se suma a una cadena de incumplimientos que comienza a pesar como una losa sobre la directiva que preside Joan Laporta.

En apenas 24 días, el Barça se ha tenido que desdecir de lo que vendió como una gran noticia, promocionada incluso con una potente campaña publicitaria con el propio Laporta como protagonista. La realidad, sin embargo, ha sido muy distinta.

El retraso no solo afecta a la imagen institucional del club, también golpea directamente en su economía.

El nuevo Camp Nou podía haber acogido a 30.000 aficionados en el Gamper, lo que habría multiplicado por cinco los ingresos respecto al Johan Cruyff, cuya capacidad no supera los 6.000 espectadores.

Una cifra insuficiente para lo que se esperaba fuera el gran estreno del proyecto de Hansi Flick ante su afición.

La decepción es doble al constatar que este no es el primer incumplimiento. El club ya prometió reabrir el estadio el 29 de noviembre de 2024, coincidiendo con su 125 aniversario, y no lo logró.

Después apuntó a principios de 2025. Tampoco. El nuevo revés prolonga el retraso hasta el noveno mes desde la fecha simbólica fijada inicialmente.

De momento, la esperanza se traslada a mediados de septiembre. El club trabaja con la posibilidad de recibir al Valencia en la cuarta jornada de Liga o debutar en la Champions entre el 16 y el 18 de ese mes. Pero ni siquiera eso está asegurado.

La obra, ejecutada por la multinacional turca Limak, avanza más lenta de lo esperado y aún presenta problemas de seguridad, especialmente en los accesos para el público.

El Barça asegura que sigue trabajando con el Ayuntamiento y los organismos implicados para cumplir con todos los requisitos legales. Sin embargo, la sensación es de preocupación creciente.

Montjuïc ya no es una opción, ocupado por conciertos y otros eventos, lo que deja al club sin un plan alternativo.

Mientras tanto, los socios deberán seguir esperando. La ilusión de volver al Camp Nou se retrasa una vez más.

Y la confianza en los plazos marcados por la directiva vuelve a resquebrajarse, víctima de una gestión que, hasta ahora, no logra responder con hechos a sus propias promesas.