Thiago Almada firma su contrato junto a Miguel Ángel Gil Marín.

Thiago Almada firma su contrato junto a Miguel Ángel Gil Marín. Redes Sociales Redes Sociales

Fútbol

El Atlético de Madrid pisa el acelerador en el mercado con una receta clara: más ritmo, más juventud y más verticalidad

Por primera vez en muchos años, el club rojiblanco podrá contar con sus principales fichajes desde el inicio de la temporada y las llegadas cumplen un mismo patrón de edad y características.

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La temporada pasada, el Atlético de Madrid pudo competir de tú a tú con el Real Madrid y el FC Barcelona por los grandes títulos durante gran parte del curso, pero la plantilla evidenció una serie de carencias que dejaron a los de Simeone con las ganas de tocar metal.

Había muchas expectativas entre la afición rojiblanca para este mercado veraniego y el club ha protagonizado un verdadero acelerón en las últimas semanas al oficializar la llegada de Matteo Ruggeri (23 años), Álex Baena (23), Johnny Cardoso (23) y Thiago Almada (24).

A la espera de cerrar algunas salidas como la de Rodrigo de Paul, Nahuel Molina o Samuel Lino y de concretar la llegada de, entre otros, un defensa central, el perfil de estos jugadores da muestra del objetivo del club en este mercado: rejuvenecer la plantilla y apostar por un fútbol más vertical.

Si se analiza la plantilla de la campaña anterior, existía una gran distancia de edad entre los jóvenes puntales del equipo (Julián Álvarez o Pablo Barrios) y una larga lista de veteranos como Koke, Azpilicueta, Witsel o Griezmann.

El club necesitaba rejuvenecer la plantilla y, en paralelo a estas llegadas, se han producido salidas de veteranos como Reinildo, Correa, Azpilicueta o Witsel, además de las ventas de Vermeeren o Rodrigo Riquelme.

Aún quedan deberes por hacer y el club es consciente de la necesidad de un defensa central, un sustituto para De Paul (suena Javi Guerra, de 22 años) y un extremo, pero Simeone tiene motivos para estar contento.

En los últimos años, a excepción del pasado verano, el club apenas ha hecho inversiones netas y siempre ha invertido en fichajes la misma cantidad que recaudaba con la venta de jugadores.

Además, cuando el club ha acudido al mercado, los jugadores han llegado al equipo a mitad de la pretemporada o con el curso a punto de comenzar, lo que ha afectado a su aclimatación y preparación.

Esta vez, a 18 de julio, el club ya ha firmado cuatro fichajes que vienen para tener un impacto directo en el equipo y que podrán hacer la famosa mili de Simeone desde el día uno.

Además, sus perfiles demuestran que existe una planificación clara en las oficinas del Metropolitano: todos ellos no solo son jóvenes, sino que destacan por un ritmo, una verticalidad y una capacidad física superior a la que existía en la plantilla.

La temporada pasada, el Atlético compitió bien ante los rivales más duros, pero le costó mucho enfrentarse a defensas cerradas. No en vano, la pelea por La Liga se esfumó con derrotas ante el Leganés, el Espanyol o el Getafe y no ante los dos colosos del fútbol español.

Y ante los rivales grandes, el equipo adoleció de una falta de capacidad para concretar los contraataques que a la postre sería definitivo.

En ese sentido, la llegada de Álex Baena o Thiago Almada aporta a dos especialistas a la hora de filtrar pases en los metros finales, conducir contras o regatear en espacios cortos.

El perfil de Johnny Cardoso también da una pista de los planes tácticos del Cholo. Su capacidad para ser agresivo en la presión y tirar del equipo hacia adelante son las dos señas de las que quiere contagiar a todo el equipo.

Si en las últimas temporadas el equipo se ha organizado en torno al poso de los Koke o De Paul, jugadores como Cardoso y Pablo Barrios aportarán verticalidad, ritmo y ruptura de líneas rivales.

Banda izquierda

En la banda izquierda, más de lo mismo. El binomio formado por Reinildo y Javi Galán planteaba un problema para Simeone. El mozambiqueño era una garantía defensiva, pero limitado en la salida de balón y la capacidad para sumarse al ataque.

Por su parte, Galán sufría al defender a los extremos rivales, pero era más fino en las conducciones y las combinaciones.

En el 4-4-2 empleado por Simeone, nadie logró convencer como interior o extremo izquierdo. Samu Lino no ha tenido un buen año y podría salir rumbo a la Premier, mientras que otros como Connor Gallagher no rindieron cuando se les utilizó en esta posición de manera improvisada.

El fichaje de Álex Baena no solo incorpora a un buen futbolista, sino a un especialista formado por todo un maestro del 4-4-2 como Marcelino García Toral.

En la misma línea, Matteo Ruggeri es un especialista en el carril izquierdo, muy valorado en Italia por su capacidad para subir la banda y centrar con criterio.

De las sinergias entre Ruggeri y Baena en la izquierda dependerá buena parte de la evolución del Atlético en la próxima temporada.

En el Villarreal, Baena tendía a caer al centro y dejar todo el carril para Sergi Cardona, por lo que es esperable que la pizarra del Cholo busque lo mismo con Ruggeri.

Pendientes del central

Para poder aplicar el plan de Simeone, eso sí, hace falta que llegue un central de garantías que sea capaz de elevar la altura del equipo.

Tanto Giménez como Robin Le Normand son buenos defensas en bloque bajo, pero sufren cuando el equipo se expone. El perfil de los fichajes apunta a una presión en campo rival y, para ello, es necesario reformular la defensa.

El club sueña con el Cuti Romero, pero el Tottenham pide un precio excesivo. También ha sonado el ecuatoriano Hincapié o el eslovaco Hancko, que ya estuvo a punto de llegar la temporada pasada.

El Atlético fue el equipo menos goleado de La Liga la pasada campaña y Jan Oblak selló su sexto Trofeo Zamora, pero la fortaleza defensiva de los de Simeone no es la misma desde hace unos años.

Además, el equipo busca un extremo regateador. Suena el nigeriano Lookman, pero para llegar a los 40 millones que pide la Atalanta, primero se ha de cerrar la venta de Lino.