Imagen del día del 'Maracanazo'.

Imagen del día del 'Maracanazo'. FIFA

Fútbol

75 años del 'Maracanazo': el día más negro del fútbol brasileño y la herida abierta de un país que busca volver a reinar el mundo

El 16 de julio de 1950 Uruguay le ganó la final del Mundial a Brasil en Maracaná y ante 200.000 brasileños. Ahora, en un momento de crisis, busca resurgir con Ancelotti.

Más información: Ancelotti se gana a Brasil en su presentación: "Es un orgullo poder comandar a la mejor selección del mundo"

Publicada

Hoy, 16 de julio, se cumplen exactamente 75 años de uno de los episodios más emblemáticos y recordados en la historia del fútbol mundial: el Maracanazo.

Un término que ha trascendido generaciones y fronteras y que hace referencia a la final del Mundial de 1950 entre Brasil y Uruguay y que acabó con victoria uruguaya en Maracaná, feudo carioca, y ante 200.000 espectadores que presenciaron la derrota de su selección.

El contexto de aquel partido era único. Brasil, país anfitrión, llegaba como claro favorito y solo necesitaba un empate para consagrarse campeón del mundo por primera vez.

Imagen durante el partido del 'Maracanazo'.

Imagen durante el partido del 'Maracanazo'. FIFA

La confianza era tal que la celebración estaba prácticamente preparada: los periódicos ya proclamaban a Brasil campeón y la ciudad se vestía de fiesta. Uruguay, en cambio, era visto como el invitado incómodo, el rival menor que debía resignarse ante la superioridad local.

Sin embargo, el fútbol demostró su carácter impredecible. Brasil se adelantó en el marcador, pero Uruguay, liderado por figuras como Obdulio Varela, Juan Alberto Schiaffino y Alcides Ghiggia, remontó el partido y se impuso 2-1.

El gol definitivo de Ghiggia, a once minutos del final, sumió al estadio y a todo un país en un silencio absoluto. La derrota fue un golpe devastador para Brasil, que transformó la alegría anticipada en una profunda tristeza nacional.

Un antes y después

El Maracanazo no solo marcó un antes y un después en la historia deportiva de Brasil, sino que también tuvo consecuencias sociales y culturales.

El país cambió el color de su camiseta, abandonando el blanco por el amarillo, y el término "Maracanazo" pasó a simbolizar cualquier derrota inesperada y dolorosa sufrida en casa. Para Uruguay, en cambio, fue una gesta heroica, una hazaña que consolidó su identidad futbolística y nacional.

A lo largo de estos 75 años, el Maracanazo ha sido objeto de análisis, relatos y homenajes. Se ha convertido en una metáfora de la capacidad de los pequeños para vencer a los grandes, del poder de la resiliencia y la sorpresa en el deporte.

El Estadio Maracaná, que también celebra su 75 aniversario, quedó para siempre ligado a ese episodio, que aún hoy es recordado y debatido en ambos países y en todo el mundo futbolístico.

Del cielo al infierno

El 'Maracanazo' es, sin duda, uno de los días más negros de la historia del fútbol brasileño. Sin embargo, aquel batacazo fue el inicio de convertir a Brasil en el rey del fútbol.

Ocho años después, en 1958, llegó el primer Mundial de la canarinha. Fue con un jovencísimo Pelé como líder y quien guió a su selección a la consecución de dos Copas del Mundo más (en 1962 y en 1970).

Pelé, durante un partido con Brasil.

Pelé, durante un partido con Brasil. EFE

Se retiró O'Rei y Brasil entró en una pequeña crisis hasta que emergió la generación de Romario, Ronaldo y Ronaldinho que llevó de nuevo a la gloria a Brasil. Conquistaron el Mundial de 1994 y lograron su quinto título en 2002. Un Mundial que, inesperadamente, ha sido el último.

Ahora mismo, la selección brasileña se encuentra en un limbo. Parece haber perdido la grandeza y ha entrado en una espiral de la que es difícil salir. Ha ganado Copas América, es cierto, pero sus papeles en Mundiales no han estado a la altura.

Los jugadores de Brasil, durante el partido contra Alemania del Mundial 2014.

Los jugadores de Brasil, durante el partido contra Alemania del Mundial 2014. REUTERS

Su mejor participación llegó en 2014. De nuevo ante su público y en Maracaná. Y se llevaron una goleada histórica contra Alemania por 7-1 en semifinales. Sin duda, otro de los días negros de la historia de la 'seleção'.

Nuevos comienzos

La situación se ha vuelto más crítica si cabe en los dos últimos años. Es por eso que la Federación ha dado un cambio de rumbo y ha contratado a Carlo Ancelotti tras su salida del Real Madrid. Una figura de renombre y con el don de tener mucha mano izquierda y saber gestionar un vestuario.

Pero no será fácil la tarea de 'Carletto'. Apenas lleva un mes y medio en el cargo y en un año deberá liderar a su combinado hacia la conquista de su sexto Mundial. Y mucho tendrán que cambiar las cosas para considerar a Brasil una de las grandes favoritas.

Deberá ser capaz de encontrar la mejor versión de Vinicius y encajarle con Raphinha. Tendrá que encontrar a un delantero centro de garantías y amoldar todas las piezas para juntar las calidades individuales y formar un gran colectivo.

Brasil busca reencontrarse consigo mismo. Nadie duda de que es el más grande de la historia, pero poco a poco va perdiendo su terreno. Ya son 23 años sin levantar el Mundial y en 2026 buscarán no igualar la peor racha de su historia.