
Diego Armando Maradona ha fallecido a los 60 años.
Así fue el final de Maradona: drogado, descuidado y abusado por su entorno, las revelaciones no cesan en el juicio
Relatos estremecedores exponen las condiciones indignas en las que pasó sus últimos días, sin atención médica adecuada y rodeado de negligencia.
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La muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020, no solo significó la pérdida del mayor ídolo futbolístico argentino, sino también el inicio de una compleja causa judicial que, a medida que avanza, deja al descubierto un entramado de descuido médico, manipulación y abandono.
Las audiencias del juicio que se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, Buenos Aires, han revelado un panorama tan crudo como doloroso sobre los últimos días del astro.
Las investigaciones apuntan a una internación domiciliaria deficiente, promovida y sostenida por profesionales de la salud que hoy están en el banquillo de los acusados.
El equipo médico, encabezado por el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, enfrenta cargos por homicidio simple con dolo eventual, una figura que contempla hasta 25 años de prisión.
Sin condiciones básicas
Maradona fue trasladado a una casa del barrio San Andrés, en Tigre, tras una operación por un hematoma subdural. Le prometieron que el lugar tendría los recursos de una clínica: personal permanente, ambulancia disponible, aparatología médica. Nada de eso se cumplió.
Lo que encontraron las autoridades tras su fallecimiento fue una vivienda insalubre, oscura, con restos de comida y sin equipamiento médico.
"Una pocilga, una mugre pocas veces vista", describió el abogado Fernando Burlando, representante de Dalma y Gianinna, hijas del exjugador.
Fotografías exhibidas durante el juicio confirmaron esa afirmación: una habitación sin monitor cardíaco, sin desfibrilador, sin cama hospitalaria, apenas custodiada por un agente de seguridad.

Matías Morla, junto a Diego Armando Maradona
Dieta explosiva
Uno de los aspectos más alarmantes es la dieta y el consumo de sustancias de Maradona en sus últimos días. Testigos indicaron que el ídolo desayunaba cerveza Corona mezclada con Alplax y comía sándwiches de jamón.
Esta combinación de alcohol y psicofármacos mantenía a Diego en un estado de sedación permanente.
Víctor Stinfale, abogado y amigo del exjugador, reveló que Diego "tomaba Alplax como si fueran Sugus". La ingesta diaria rondaba las 30 pastillas.
Pese a este cuadro, no hubo un control estricto de la medicación, ni ajustes en función de su condición cardíaca o neurológica.
Salud deteriorada y sin control
El juicio ha dejado claro que la salud de Maradona requería una internación permanente y monitoreo continuo. Sufría miocardiopatía dilatada, retención de líquidos, hipertrofia de órganos y estaba deshidratado.
La autopsia determinó que murió por un edema agudo de pulmón, secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada, en medio de una agonía de hasta 12 horas sin atención médica.
"Estaba todo hinchado, la panza, las manos, la cara", relató su hija Dalma con lágrimas en los ojos, describiendo la última vez que vio a su padre, cubierto con una sábana en la cama.
La imagen del cuerpo evidenció el edema generalizado, un cuadro que pudo haber sido detectado con simples controles clínicos.
Decisiones cuestionables
El equipo médico, lejos de tomar medidas acordes a la gravedad del cuadro, propuso alternativas insólitas. Audios filtrados durante el juicio revelan que los doctores hablaban de "más marihuana y menos chupi" como solución al problema de adicciones.
Mientras tanto, impedían que familiares accedieran libremente al paciente y falsificaban informes de seguimiento. Según se desprende de los mensajes intercambiados, la familia era mantenida al margen de las verdaderas condiciones de salud del exfutbolista.
La psiquiatra Cosachov y el doctor Luque discutían cómo modificar la estructura del equipo de enfermeros para protegerse legalmente en caso de complicaciones, más preocupados por su imagen que por el estado del paciente.
Operación innecesaria
Otro de los episodios más polémicos es la operación a la que fue sometido el 3 de noviembre de 2020. Según profesionales del sanatorio Ipensa, el hematoma subdural no era grave y no requería intervención urgente.
Pese a ello, Luque decidió operarlo por su cuenta, ignorando las advertencias del equipo neurológico.
Verónica Ojeda, expareja de Maradona, declaró en el juicio que fue engañada por el médico, quien le aseguró que él mismo había realizado la intervención, cuando en realidad lo había hecho otro cirujano.
"Nos mintieron en la cara. Nos dijeron que fue un éxito, pero nos mintieron. Es una vergüenza", afirmó visiblemente afectada.

La foto inédita de Maradona en su lecho de muerte mostrada en el juicio
El abandono final
El 23 de noviembre, dos días antes de la muerte de Maradona, Ojeda lo visitó y lo encontró "solo, hinchado, desfigurado, sin médico ni ambulancia". Intentó llevárselo, pero no se lo permitieron.
Cuando finalmente falleció, fue un custodio quien intentó hacerle respiración boca a boca, mientras una enfermera hacía maniobras de reanimación sin apoyo profesional.
El primer médico que llegó a la escena encontró a Diego frío, sudado, con rigidez cadavérica y sin signos vitales. A las 13:15 del 25 de noviembre, fue declarado muerto. Ya era demasiado tarde.
El juicio histórico
A medida que avanzan las audiencias, el juicio revela una concatenación de decisiones erradas, omisiones y abusos. Siete profesionales de la salud están siendo juzgados, y la enfermera Gisela Madrid enfrentará un proceso aparte con jurado popular.
Las preguntas que se hacen los fiscales son contundentes: ¿quién decidió que Maradona no debía estar en un hospital?, ¿por qué no hubo control sobre su medicación?, ¿quién evitó que su familia pudiera asistirlo?, ¿quién se benefició con su aislamiento?
Fernando Burlando no ha dudado en hablar de "asesinato" y de un "plan inhumano" que culminó con la muerte de Maradona. Las pruebas que se acumulan parecen respaldar esta tesis.
La imagen de Diego, hinchado y solo, en una cama sin instrumental médico, ha quedado grabada como símbolo del abandono absoluto.

Dalma y Giannina Maradona, hijas del astro argentino, a su llegada al juicio EFE
El legado de Maradona
El juicio no solo busca justicia penal. También reclama una reparación moral. Maradona murió en condiciones que ni la persona más humilde debería soportar, a pesar de haber amasado una fortuna millonaria que, según su entorno, rondaba los 100 millones de dólares.
Que alguien con semejante capacidad económica haya muerto sin un baño adecuado, sin un desfibrilador a mano y rodeado de mugre y desidia, representa una de las mayores tragedias de la historia reciente del deporte argentino.
A cuatro años de su fallecimiento, la justicia argentina tiene en sus manos la oportunidad de responder a una pregunta dolorosa pero necesaria: ¿quién dejó morir a Diego Armando Maradona? Y, más importante aún, ¿por qué?