
Jude Bellingham, en un anuncio de Adidas
Ni Ferrari, ni Lamborghini: el último lujo de Bellingham es un BMW de los 80 a toda velocidad en una famosa finca de Madrid
La joven estrella del Real Madrid deslumbra fuera del campo al volante de una joya clásica en un anuncio con esencia retro rodado en Soto de Mozanaque.
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A Jude Bellingham ya no le basta con ser el protagonista en el terreno de juego. El centrocampista inglés ha dado un paso más en su carrera como icono global gracias a su nueva colaboración con Adidas, que lo muestra no solo como futbolista, sino como embajador de un estilo retro, elegante y audaz.
Su reciente spot, publicado en redes sociales, mezcla moda, velocidad y sofisticación en una campaña que captura la esencia de su tercera colección personal: la 'JB Line'.
En el anuncio, Bellingham aparece al volante de un BMW 635 CSi de los años 80, un clásico que refuerza el carácter vintage de su línea de ropa. Con un polo de corte sobrio y pantalones deportivos de inspiración setentera, el inglés combina la estética urbana con un refinamiento atemporal.
Anuncio Adidas y Jude Bellingham
No se trata solo de moda: también hay un guiño a la conducción de alto nivel. En el vídeo, Jude canaliza su espíritu competitivo y se lanza a la carretera de una finca madrileña de gran abolengo, ejecutando un derrape milimétrico con la misma precisión con la que asiste a Vinicius en el Bernabéu.
Un coche de leyenda
El BMW 635 CSi, pieza central del anuncio, no es un vehículo cualquiera. Lanzado en julio de 1978 como la versión más potente de la Serie 6, representa la cúspide del lujo deportivo alemán de aquella época.
Con una potencia inicial de 218 caballos y un diseño afilado, fue descrito por la prensa especializada como "un cuento de hadas automovilístico hecho realidad, solo para unos cuantos".
En España, cuando los coches importados eran aún un lujo reservado, su precio alcanzaba los 4 millones y medio de pesetas, lo que lo situaba en la liga de los Jaguar, Ferrari y Porsche.
Este modelo, con su característica parrilla doble, faros agresivos y llantas BBS de panal de abeja, ofrecía prestaciones de alto nivel: podía alcanzar los 229 km/h y recorrer el kilómetro desde parado en apenas 28 segundos.
Pero no era solo potencia lo que lo hacía especial. Su interior, con cuero fino, encendido electrónico y caja de cambios de cinco velocidades, ofrecía una experiencia de conducción exquisita. Los medios especializados lo definían como "brillante, lujoso, confortable y al alcance de pocos".

Jude Bellingham, en el anuncio de Adidas
En el spot, ese mismo vehículo se convierte en un símbolo de estatus moderno, reinterpretado por un futbolista de apenas 21 años que encarna una nueva aristocracia: la del deporte globalizado y el marketing de autor.
En lugar de optar por un Ferrari o un Lamborghini, Bellingham elige el encanto discreto y la fuerza contenida de un clásico, además de hacer un guiño a un patrocinador oficial del Real Madrid.
Un lugar con historia
El rodaje tuvo lugar en Soto de Mozanaque, una de las fincas más exclusivas de los alrededores de Madrid. Ubicada en Algete, a apenas 23 kilómetros del centro de la capital, esta propiedad combina tradición, nobleza y elegancia.
Sus orígenes se remontan a 1730, cuando fue concebida como pabellón de caza del primer duque de Algete, Cristóbal Moscoso.
Hoy es propiedad de Ioannes Osorio, hijo del histórico jefe de la Casa Real del Conde de Barcelona, y ha sido testigo de enlaces de alta alcurnia como el de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, donde asistieron más de 400 invitados, incluidos el rey Felipe VI y la Reina Sofía.

Finca Soto Mozanaque
La finca cuenta con una capilla construida en 1918, así como un salón principal decorado por el prestigioso Pascua Ortega. Rodeada de jardines meticulosamente cuidados y con una entrada majestuosa, su estética casaba a la perfección con el espíritu retro y sofisticado del anuncio de Adidas.
Bellingham no solo 'condujo' (suplido seguramente por un especialista en las tomas más arriesgadas) el BMW por el camino de acceso: lo hizo suyo con una maniobra digna de un piloto profesional, aparcando de forma impecable tras un drift que ya se ha hecho viral.
Sello personal
La tercera colección de Bellingham para Adidas sigue la línea estética de las anteriores, pero con una evolución evidente. Inspirada en los años 70, combina líneas limpias, colores neutros y tejidos de calidad.
Entre las piezas más destacadas se encuentra un polo valorado en 50 libras y unos pantalones deportivos de 85 libras, además de una reedición de las icónicas zapatillas Gazelle con las iniciales "JB” bordadas en la lengüeta.
No es la primera vez que Bellingham colabora con Adidas de forma personalizada. En octubre del año pasado ya lanzó las botas Predator "Belligold”, en negro y dorado, que fueron un éxito rotundo. Con esta nueva entrega, el inglés se consolida como una figura de referencia más allá del césped, capaz de vender tanto camisetas como goles.