Carlo Ancelotti y Hansi Flick

Carlo Ancelotti y Hansi Flick Diseño: Deportes EE

Fútbol

Un Clásico en Arabia, a 78 días del 0-4: la mejora del Real Madrid reta a la volubilidad del Barça en pleno 'caso Olmo'

Por tercer año seguido, la Supercopa de España se decidirá en una final que tendrá a los blancos y a los azulgranas como protagonistas.

Más información: La resolución del CSD alega que la Comisión RFEF-LaLiga "no tenía competencia" en el 'caso Olmo' y que su fallo es "nulo"

Publicada

Arabia Saudí acoge este domingo por tercera vez seguida una final entre Real Madrid y FC Barcelona en la Supercopa de España (20.00). Tras la victoria culé en 2023 y la merengue en 2024, ambos equipos buscarán el desempate en un duelo que llega casi 80 días después de su último cara a cara: el 0-4 en el Santiago Bernabéu.

Las cosas han cambiado mucho desde entonces, tanto que los blancos —goleados en su propia casa aquel día— marchan líderes en Liga a cinco puntos de los azulgrana. Sorprendentemente, las rachas se invirtieron tras aquel Clásico. El inicio de año ha supuesto un punto de descanso para tomar aire y el título de la Supercopa será el empuje necesario para el que gane de cara al resto de la temporada.

Por segunda ocasión en un Madrid - Barça, las pizarras de Carlo Ancelotti y Hansi Flick se pondrán cara a cara. Dibujos parecidos, planes de juego diferentes. El italiano, que asegura que no habrá sorpresas en su once, ha puesto el foco en el colectivo, mientras que Flick sigue barajando a estas horas si repetir con Gavi o dar paso a Dani Olmo después de vivir las dos semanas más controvertidas de su carrera.

interactive diagram visualization

La base para analizar El Clásico que se presenta este domingo en el King Abdullah Sports City de Yeda ha de ser el choque disputado en el Bernabéu en octubre del 2024. En el último precedente entre ambos, el Barça goleó (0-4)... aunque el partido pudo llevar por otro camino.

En la primera parte mandó, sobre todo, el Real Madrid. Aunque los datos solo reflejen un disparo de los blancos en los primeros 45 minutos, la razón principal es que sus ataques fueron invalidados casi en su totalidad. Ocho fueras de juego, incluyendo un gol anulado a Mbappé, sacaron de quicio al equipo de Ancelotti. Al término del partido, el línea levantó en un total de 12 ocasiones para señalar posición adelantada en los blancos.

A Flick le salió a las mil maravillas aquella estrategia. Cuando tuvo desesperado al Madrid, sus jugadores golpearon: dos goles de Lewandowski en dos minutos (del 54' al 56') rompieron el marcador y Lamine y Raphinha lo cerraron. "Es como queremos jugar", dijo el alemán este sábado en rueda de prensa. Pero es el primero que sabe que hay poco —o nada— que comparar con ese partido.

El 0-4 provocó casi el efecto contrario a lo esperado. El Madrid tardó poco en reaccionar mientras el Barça pasó a ser un mar lleno de dudas en la recta final del año. Los culés habían sumado doce victorias (y solo dos derrotas) hasta aquel Clásico y tras él han ganado siete partidos, empatado dos y perdido cuatro. El balance de los blancos, en cambio, mejoró algo (de 10V/3E/2D a 10V/1E/3D), pero el equipo sobre todo ha cambiado en sensaciones.

interactive diagram visualization

"El equipo ha mejorado y nadie lo puede negar", sacó pecho Ancelotti al recordar en vísperas de la final cómo ha cambiado su Madrid desde El Clásico anterior. El equipo, que ahora solo tiene las bajas de Carvajal y Militao, ha crecido en lo colectivo, sin ser ya aquel anárquico conjunto en la presión y la salida de balón. Ha ganado en organización y ha ganado en el peso de algunas de sus figuras.

El mejor ejemplo es el de Jude Bellingham. Al inglés le tildaron de intrascendente en los primeros meses de competición, pero a partir del Clásico cambió el 'chip': nueve goles y cuatro asistencias en los últimos 12 partidos. Más de un gol creado casi por partido. Ante el Mallorca, en las semis de la Supercopa, abrió la lata. A esto se le suma su crecimiento dentro de la jerarquía blanca.

El cambio de Bellingham vino motivado por el acercamiento al área que realizó con él Ancelotti, recuperando el rol de Jude que tan buenos resultados dio el curso pasado. Ocupa el inglés una posición parecida a la que se supone que tiene Dani Olmo en el Barça. El protagonista de la semana y la posible novedad en el once de Flick se mediría este domingo en un cara a uno de los mejores jugadores del Madrid, si el alemán finalmente le elige por delante de Gavi. 

Olmo está en el foco y todavía se espera su mejor versión en el Barça. Sus seis goles y una asistencia en 15 apariciones saben a poco, aunque han sido en un tramo de adaptación al equipo para él y con el tridente Lamine - Lewandowski - Raphinha tirando del carro. 

interactive diagram visualization

Habrá más duelos en El Clásico. Vinicius y Lamine Yamal apuntan a ser los más desequilibrantes en cada bando y, curiosamente, hubo dudas con ambos en cuanto a si iban a poder jugar la Supercopa. El brasileño por la sanción tras su roja en Mestalla —que finalmente cumplirá en Liga— y el español por una lesión —de la que está recuperado, como se vio ante el Athletic—. Son las estrellas para este partido.

Como también Mbappé y Lewandowski, las referencias ofensivas de uno y otro. Sus rachas han ido de la mano con las de sus equipos: el francés ha pasado de marcar un gol —sin contar penaltis— cada 213,4 minutos a uno cada 168,1 y el polaco, que metió 17 goles hasta El Clásico de octubre, ha caído hasta los ocho tantos desde entonces. 

Son los nombres propios para Ancelotti y Flick. El italiano ha ido curando poco a poco las heridas, como por ejemplo asentando a un reconvertido Tchouaméni en el centro de la defensa y encontrando el comodín del canterano Raúl Asencio. El alemán también ha recuperado muchos lesionados, pero sigue confiando en los que le dieron buen resultado como Cubarsí y Casadó sobre Araújo y De Jong. Un nuevo Clásico espera en Arabia para cerrar una triología de finales sin, de momento, un ganador.