Araújo se lamenta de una ocasión fallada.

Araújo se lamenta de una ocasión fallada. EFE

Fútbol ANÁLISIS

La Liga se desangra: sin goles, con exceso de expulsiones y la Superliga en el horizonte

La competición cerró la peor primera vuelta de los últimos 16 años en cuanto a goles anotados, algo que repercute negativamente en la calidad del espectáculo.

6 febrero, 2023 02:15

Siempre se suele decir que los goles son la salsa del fútbol, que un partido sin poder celebrar uno deja al aficionado con una mala sensación y con cierta impotencia en el cuerpo. El que se lo tome demasiado a pecho, desde luego que después de la primera vuelta que cerraron los equipos de La Liga se habrá llevado más de un disgusto porque el registro goleador ha sido prácticamente ridículo.

Este primer tramo de la competición se ha saldado con la cifra de goles anotados más baja de los últimos 16 años, es decir, hay que remontarse a La Liga 2006/2007, aquella que ganó el Real Madrid, para contemplar un tramo inicial del campeonato con tan pocos tantos. Apenas 452 dianas se han marcado en los 190 partidos disputados hasta la jornada 19, una media de poco más de dos por cada uno de ellos.

Esto es un problema para La Liga como competición y también como ente en medio de una corriente de opinión que apunta que el fútbol se está volviendo aburrido. La falta de goles, que son el alma y el fin de este juego, espantan a los aficionados menos acérrimos de los estadios y de la televisión, y el público se marcha a otras ofertas de ocio que pueden hacer tambalear el negocio de los derechos audiovisuales.

Pocos goles

No está siendo La Liga más atractiva de las últimas temporadas. El Fútbol Club Barcelona, líder destacado, ha ganado muchos partidos por la mínima renta sin llegar a convencer, al Real Madrid se le siguen atragantando varios encuentros y otros equipos grandes como el Atlético de Madrid, el Sevilla o el Valencia tampoco pasan por sus mejores momentos.

Es cierto, no obstante, que hay equipos que juegan con alegría y que ofrecen partidos más abiertos, pero los más potentes siempre tiran del carro goleador y este año se están resintiendo. La cifra de 452 goles supone el menor registro de los últimos 16 años, y en cierto modo todo esto llega como consecuencia de la pérdida de grandes estrellas que ha sufrido el fútbol español.

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Las marchas de Cristiano Ronaldo y Leo Messi inevitablemente rebajaron de manera considerable la capacidad goleadora de La Liga, pero de aquello hace ya tiempo y los equipos no han encontrado la manera de reinventarse. Pese a que el Barcelona se ha hecho esta temporada con los servicios de un gran killer como es Robert Lewandowski, la pérdida de poder adquisitivo de muchos clubes con respecto a otras grandes ligas es evidente y ha provocado el éxodo de muchos cracks.

Los resultados que más veces se han dado a lo largo de la primera vuelta son el 1-0 y el 1-1, algo que deja entrever claramente que la capacidad goleadora se ha reducido drásticamente. Además, hay una clara tendencia por parte de los equipos a dejar todos los deberes para última hora, ya que más de una tercera parte de los partidos disputados en esta primera mitad del campeonato llegaron al descanso sin un solo gol en el marcador.

Las expulsiones y la Superliga

En medio de este debate de la pérdida de las audiencias, la falta de goles supone un gran lastre para La Liga si pretende seguir atrayendo cada vez a más público. Pero el 'cerocerismo' no es el único problema al que se está enfrentando la competición nacional en esta temporada, ya que tiene otros grandes enemigos a combatir.

Paulista, en el momento en el que es expulsado ante el Real Madrid.

Paulista, en el momento en el que es expulsado ante el Real Madrid. REUTERS

Uno de ellos es el de las expulsiones. Este aspecto se ha convertido en una auténtica lacra, en gran medida alimentada por el VAR y por los criterios tan cambiantes que siguen los árbitros dependiendo del partido para acciones similares, porque durante la primera vuelta de la competición se han enseñado hasta 78 tarjetas rojas.

El número es exageradamente elevado, pero resulta casi escandaloso cuando se compara con las expulsiones que se han dado en el resto de grandes ligas europeas, especialmente la Premier League, de la que siempre se destaca su espectacularidad. Los jugadores y los entrenadores se han quejado en numerosas ocasiones de ello, así como de las polémicas decisiones a la hora de señalar penaltis por mano, y todo eso ha jugado en contra de la credibilidad del campeonato.

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Por otra parte, La Liga no se puede olvidar de que tiene un enemigo incipiente que quizás pueda convertirse en realidad dentro de unos meses como es la Superliga. El contencioso en los juzgados para conocer si esta competición podría salir adelante sin ningún tipo de traba todavía sigue vigente, pero cada está más próxima su resolución y el ente de Javier Tebas podría llevarse un palo muy duro.

La posible aparición de una competición mucho más espectacular, que pretende congregar a los mejores equipos de mundo para que jueguen partidos que, sobre el papel, serían mucho más atractivos, también podría dejar en mal lugar a La Liga. Por el momento habrá que seguir esperando para saber si la Superliga fructifica, pero mientras tanto lo que es seguro es que la competición doméstica se desangra en goles y pierde en espectáculo.