Tadej Pogacar se pone a 100: el camino todavía por escribir de la leyenda que mira a los ojos a Eddy Merckx

El Tour de Francia, la carrera más grande de todos los tiempos, tenía que ser el escenario que acunara la victoria número 100 de Tadej Pogacar, el que va camino de ser el mejor ciclista de la historia.

Será que los astros se atraen entre ellos. El destino dispuso las piezas de tal manera que Pogacar celebrara su victoria más redonda en el mayor escaparate y vestido de arcoíris. El día anterior se había dejado adrede el maillot de lunares, quizás para inmortalizar el momento de la forma más preciosa posible.

Pogacar ya había pegado al palo en la segunda etapa de este Tour de Francia, pero no quiso esperar más allá de la cuarta para confirmar que es imbatible. Poco importa el terreno, tampoco los rivales.

En su victoria número 100 por detrás de él entraron en la meta Mathieu Van der Poel y Jonas Vingegaard. Esos dos grandes rivales con los que ha forjado una batalla legendaria, uno por los Monumentos y otro por el Tour.

Pogacar está escribiendo en estos precisos instantes historia del deporte, y dentro de unos años cualquier aficionado podrá presumir de haber visto en directo una de las páginas más importantes del ciclismo.

El prodigio que se destapó en La Vuelta

En 2018 empezó a surgir con cierta fuerza un nombre entre las futuras promesas del ciclismo. Un nombre un tanto extraño, de complicada pronunciación y de un país muy pequeño pero con un don para forjar grandes nombres en el mundo del deporte.

Tadej Pogacar ganó aquel año el Tour del Porvenir, ese 'mini' Tour de Francia para aquellos que sueñan con triunfar entre los mayores. Nunca se toma como algo baladí que alguien se lleve el triunfo en esta carrera, así que rápidamente los cazatalentos pusieron sus ojos en él.

Una irrupción llamativa, no obstante, porque por entonces Pogacar no era alguien que dominara las categorías inferiores. En aquel 2018 consiguió también la victoria en la general en el Giro della Regione Friuli, una prueba de categoría sub23.

Matxin, a quien rara vez se le escapa un joven talento en ciernes, le echó el lazo a Tadej Pogacar y se lo llevó a UAE Team. Allí comenzó a forjar una carrera que ya es una de las mejores de toda la historia de este deporte.

En su primera temporada en el equipo, en 2019, empezó ganando en la Volta al Algarve. También lo hizo en Estados Unidos, se proclamó campeón de contrarreloj de Eslovenia, y entonces llegó su gran revelación ante los ojos del mundo entero en La Vuelta.

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El nombre de Tadej Pogacar y el de La Vuelta estarán para siempre unidos. Fue su primera Grande y fue donde empezó a lograr las victorias de mayor prestigio. Tres triunfos de etapa y un podio a sus 20 años, no había dudas de que ahí había algo especial.

Su primer Tour de Francia

Su ascensión fue meteórica. Al año siguiente, en 2020, asumió la responsabilidad compartida junto con Fabio Aru de liderar a UAE Team en el Tour de Francia. La apuesta, desde luego, no pudo salir mejor.

El final de aquella edición ya es una de las páginas más recordadas del Tour de Francia. Llegó a la cronoescalada final de La Planche des Belles Filles con un minuto de desventaja sobre Primoz Roglic, una diferencia que parecía insalvable. Sin embargo, sucedió algo completamente inesperado y el cuatro veces ganador de La Vuelta se desfogó.

Las referencias en meta confirmaron las sensaciones. Pogacar le dio la vuelta a la clasificación general en la última oportunidad. Una manera impresionante de ganar que empezaba a escribir una leyenda. Su primer Tour de Francia con tres victorias de etapas incluidas.

Con tan sólo 20 años, Tadej ya podía presumir de tener un Tour de Francia en su palmarés. Aquello con lo que cualquiera sueña durante toda una carrera deportiva, él lo había conseguido siendo apenas un debutante en la carrera.

El ciclista para todo

Sus primeros triunfos importantes llegaron en vueltas por etapas, es cierto, pero pronto se destapó que Tadej Pogacar tenía unas cualidades innatas para hacer muchas más cosas. Quería romper con los moldes de un ciclismo en el que parecía que si uno se dedica a las vueltas por etapas no puede pisar las clásicas y los Monumentos.

Pogacar es el gran artífice de este hito y por eso goza de una simpatía sin parangón entre la afición. Un ciclista que se ha ganado el carisma a pulso y que ha reenganchado al ciclismo a muchas personas que lo habían dejado de lado desde hacía años.

En 2021 se convirtió en un ciclista 'monumental' cuando se hizo con su primera Lieja-Bastoña-Lieja. La primera, porque ya va por la tercera y no se sabe hasta dónde puede llegar esta cuenta.

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En esa misma temporada sumó su segundo Tour de Francia ganando tres etapas. Era su primer cara a cara ante Jonas Vingegaard, aunque es cierto que al danés le llegó el liderato del equipo Jumbo de rebote por el abandono de Roglic.

Y tras el Tour comenzó su otro idilio, uno de los más bonitos que ahora mismo hay en el ciclismo. Pogacar cerró el 2021 proclamándose campeón de Il Lombardía, lo que le sirvió para abrir la lata de los cuatro títulos que hasta el momento tiene en esta carrera. Desde 2021, no hay otro campeón en este Monumento.

Pogacar se convirtió en un ciclista temible en todos los terrenos. Si él está en la línea de salida, todo queda condicionado. Por el camino hasta la victoria 100 que acaba de sumar, el esloveno se estrenó en la Strade Bianche, sumó una segunda Tirreno - Adriático, se estrenó en la Volta a Catalunya y también en París - Niza.

Tadej Pogacar celebra su victoria en el Tour de Flandes 2025. TOUR DE FLANDES

En 2023 entró en otra dimensión al ganar su primer Tour de Flandes, éxito que ha vuelto a repetir este mismo año. Amstel Gold Race, Flecha Valona... Cualquier clásica le servía para tratar de saciar su hambre de títulos, pero nunca ha sido suficiente.

Incluso en sus derrotas en los Tour de Francia de 2022 y 2023 siguió ganando etapas. Todo ello, mientras también dominaba por supuesto en los campeonatos nacionales de Eslovenia tanto en la crono como en la ruta.

El pasado 2024 Tadej Pogacar firmó la que para muchos es la mejor temporada que se ha hecho jamás en el ciclismo. Se llevó su segunda Lieja, debutó arrasando en el Giro de Italia con seis victorias de etapas y la clasificación general, encadenó con el Tour de Francia, se proclamó campeón del mundo con un ataque a 100 kilómetros para la meta y cerró con otro título en Lombardía.

Tadej Pogacar, ensangrentado mientras corre la Strade Bianche. UAE TEAM

Eso a grandes rasgos, porque sumó otros tantos triunfos parciales y totales en otras carreras de menor entidad. Un seguro de vida, un tipo infalible que corría casi todo lo que ganaba.

Todavía le quedan dos grandes espinas clavadas que, con el tiempo, va a seguir tratando de quitarse. Una es la París-Roubaix, la otra la Milán-Sanremo. Le quedan estos dos Monumentos para completar la lista. Precisamente es aquí donde se ha forjado otra rivalidad legendaria con Mathieu Van der Poel.

La comparación con Merckx

Tras añadir Dauphiné a su palmarés este mismo año y conseguir su victoria número 100 en este Tour de Francia, parece que no hay nada imposible para este prodigio del ciclismo.

Ya se le compara con Eddy Merckx, el mejor ciclista de todos los tiempos. Incluso hay quien le pone ya por delante. No es sencillo, y tampoco tiene mucho sentido, establecer una comparación entre ambos cuando corresponden a épocas tan lejanas.

Será difícil ver a Pogacar alcanzando el número ingente de victorias que llegó a lograr Eddy Merckx en sus tiempos. Pero por espectacularidad, voracidad, hambre y dominio, para varias generaciones Tadej será el mejor ciclista que hayan visto jamás.

Lo mejor de todo es que tan sólo tiene 25 años, y eso significa que todavía le queda mucho tiempo de rendir a un gran nivel. La historia se pone a 100 para él, pero aún queda mucho por escribir.