Lawson Craddock durante la primera etapa del Tour de Francia

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Ciclismo

Lawson Craddock o cómo acabar cuatro etapas del Tour con el omóplato roto

Lawson Craddock sufrió una caída en la primera etapa de la carrera francesa en la que se lesionó y se partió la ceja. Dona 100 dólares al velódromo de Houston cada vez que cruza la línea de meta. 

11 julio, 2018 01:20

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Lawson Craddock nació hace 26 años, una fractura en el omóplato y corre el Tour de Francia. Lo último era su sueño desde que, con diez años, empezó a entrenar en el velódromo de Houston (Texas, Estados Unidos). Lo segundo, el resultado de una caída en la primera etapa de la carrera francesa a más de 100 kilómetros de meta. Lo primero, cosa de sus padres.

Él no querría haber empezado así su segunda vuelta francesa. Sus intenciones eran, y son, ayudar a Rigoberto Urán, líder colombiano de EF Education-First, a subirse a lo más alto del podio en París. El año pasado, sin llamar demasiado la atención, el colombiano quedó segundo. El objetivo este año era batir a Chris Froome.

Pero en la primera etapa, la etapa de los accidentes, Urán vio cómo Craddock caía al suelo en la zona de avituallamientos tras chocar con un bidón. Él siguió mientras Craddock recibía unos puntos en la ceja que se partió. Aunque le dolía todo el costado izquierdo por el golpe, desde su equipo le animaron a seguir. Este año los equipos se han reducido de nueve a ocho corredores y perder a uno en la primera etapa podía significar mucha diferencia en los tiempos de la contrarreloj por equipos que se iba a disputar dos días después. Craddock asintió y se subió de nuevo a la bici.

Llegó a la meta el último a 7'50 minutos entre una gran ovación. Su imagen, con la cara ensangrentada, se hizo viral en Twitter en un montaje en el que se le comparaba con Neymar. Él respondió diciendo que “la gran diferencia es que Neymar está volviendo a su casa ahora mismo”, aludiendo a la eliminación de Brasil en el Mundial el día anterior.

Por su parte, Urán le agradeció su esfuerzo con un mensaje en las redes sociales: “Hoy se nos cayó Lawson Craddock en la mitad de etapa y terminó con una fractura; qué coraje, qué amor por este deporte. Él quiere seguir en carrera. ¡Respeto, admiración y agradecimiento!”.

Ya en el hotel y tras recibir el parte médico, Craddick confesó en la web de EF que él entiende el Tour de Francia como una carrera más psicológica que física y que, por lo tanto, intentaría “ser positivo y aguantar el dolor todo lo que pueda. No me voy a ir a casa al primer signo de adversidad. Así que voy a ver cómo me siento esta noche [del domingo al lunes], cómo duermo y si puedo manejar la bicicleta mañana”.

Los médicos le dijeron que nadie conocía su cuerpo mejor que él. Si corría seguro, tenía su permiso para seguir. Él dijo que lo haría y, además, buscó una motivación para acabar cada una de las 19 etapas restantes: cada vez que cruzase una línea de meta donaría 100 dólares al velódromo de Houston. La pista, en la que él se enamoró del ciclismo, sufrió el huracán Harvey en septiembre de 2017 y necesita una reconstrucción.

Antes de comenzar la segunda etapa, Craddick anunció su campaña en las redes sociales. El objetivo era recaudar 21.000 dólares.

A pesar de ser el farolillo rojo de la clasificación general se convirtió en la estrella del equipo. Terminó la segunda etapa y en la contrarreloj ayudó a su equipo hasta los últimos tres kilómetros, llegando a alcanzar una velocidad punta de 90,2 km/h y consiguiendo la quinta mejor marca, a solo 35 segundos de BMC. Todo el mundo estaba impresionado. Urán, el líder de su equipo, el primero. “Todo el reconocimiento es para Craddock”, expresó al bajarse de la bici, “que hizo una contrarreloj extraordinaria dadas las circunstancias. Esas son las cosas que, como líder, valoras mucho”.

Craddock dijo que había pasado “muchísimo dolor”, pero se mostró confiado en que esa etapa suponga “el inicio de la recuperación y que, a partir de ahora, las cosas mejoren”. Este martes, antes de comenzar la cuarta etapa, confesó que se había sentido muy inspirado por el éxito de la campaña de recaudación de fondos (que ya ha alcanzado los 30.000 dólares) y estaba “preparado para luchar”: “Mi objetivo hoy es llegar a la meta. Cada día es un pequeño paso adelante”.