La emoción era máxima en San Mamés, pero lo que parecía una noche mágica acabó transformándose en una pesadilla. El Athletic Club claudicó de forma dolorosa frente al Manchester United (0-3) y tendrá que firmar una proeza histórica si quiere jugar la final de la Europa League.
La expulsión de Vivian marcó por completo el partido. Ya por detrás en el marcador, el zaguero vasco cometió un penalti sobre Hojlund que, tras ser revisado en el VAR acabó por señalarse y castigado también con tarjeta roja.
Un castigo muy cruel que se acrecentó en el último minuto de la primera mitad con el doblete de Bruno Fernandes. San Mamés enmudeció incrédulo a lo que estaba presenciando y los de Ernesto Valverde se buscaban con la mirada intentando encontrar soluciones.