¿Por qué Francia tiene que entregar tres vacas a España cada año?

¿Por qué Francia tiene que entregar tres vacas a España cada año?

Curiosidades

¿Por qué Francia tiene que entregar tres vacas a España cada año?

España y Francia mantienen desde hace siglos un tratado considerado el más antiguo en vigor de toda Europa. Se conoce como Tributo de las Tres Vacas.

2 agosto, 2023 11:06

En España hay muchas costumbres y tradiciones que se han mantenido a lo largo del tiempo y que pueden resultar extrañas para la sociedad actual. Por ejemplo, ¿sabías que entre España y Francia existe un acuerdo de intercambiar tres vacas cada año? Concretamente es el país francés el que tiene que entregar tres vacas a España, siguiendo el tratado en vigor considerado como el más antiguo de Europa.

Tributo de las tres vacas

El Tributo de las Tres Vacas es una ceremonia que reúne a los vecinos de los valles de Baretous (Francia) y de Roncal (Navarra) en el punto llamado Piedra de San Martín situado en el collado de Ernaz el día 13 de julio de cada año.

En esta ceremonia los franceses entregan tres vacas a los españoles para ratificar el tratado internacional en vigor más antiguo de toda Europa. Este Tributo de las Tres Vacas está considerado como una fiesta declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial Fiesta de Interés Turístico de Navarra. 

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El tributo proviene de un tratado firmado en 1345. Sin embargo, se cree que proviene de una época muy anterior. Concretamente se considera que surgió como un tributo de guerra tras la invasión de cimbros y baretonenses en el año 125 al Valle del Roncal.

A consecuencia de esta invasión, el valle de Baretous, en concepto de perdón, se comprometió a dar tres vacas pirenaicas cada año a las gentes del valle del Roncal. Concretamente, el acuerdo establece que los franceses tienen que dar tres vacas todas ellas de dos años, con el mismo astaje, pelaje y dentaje.

En consecuencia, este tributo hace referencia a un conflicto entre estos valles que supuso numerosas disputas, si bien es cierto que se desconoce cuando se iniciaron. En cualquier caso, hay constancia de las mismas en documentos del siglo XIII. 

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Los incidentes en su mayor parte parece que fueron reyertas entre pastores, con muertes pero sin grandes batallas. Entre estos incidentes destaca como el más sonado la batalla de Beotivar o Facienda en 1321. Unos años más tarde, en 1335 se produjo otro encuentro más grave pues hubo treinta y cinco muertos.

En cualquier caso, se cree que los hechos sucedidos en 1373 fueron los que llevaron a la sentencia que aún sigue en vigor. La historia se encuentra mezclada con la leyenda y cuenta lo siguiente:

Estaban el roncalés Pedro Karrika y el baretonés Pierre Sansoler con sus rebaños. Tras una discusión y pelea Karrika mató a Sansoler. Seguidamente se organizó una expedición, mandada por el primo del difunto Anginar Sansoler, que al no encontrar al homicida en el puerto bajaron hacia Belagua donde encontraron a la mujer de Karrika, Antonia Garde que se encontraba embarazada. Tras preguntar por su marido, la mataron. En Isaba la noticia se extendió y Karrika con un grupo de convecinos fueron a vengar la muerte de su esposa, llegando a la casa de Sansoler donde estaban celebrando la hazaña.

En casa estaba presente la mujer con un niño en brazos que fueron respetados, pero no así los demás, incluido Sansoler, que fueron todos asesinados. Alguno, sin embargo, llegó a comunicarlo a los vecinos de Arette, que inmediatamente organizaron una emboscada al pasar por un desfiladero, exterminando en esa noche a gran parte de los contrarios, unos veinticinco.

Estos sucesos habrían producido varios enfrentamientos entre los pueblos, entre ellos, la llamada batalla de Aguincea, en la que cayeron 53 roncaleses y 200 baretoneses.

Actualmente la ceremonia del tributo se sigue haciendo sin apenas cambios. De hecho, como antiguamente, se reúnen las autoridades de los pueblos de ambos valles, vestidos con sus trajes tradicionales y realizan el acto. Concretamente, los representantes de Roncal llevan sombrero roncalés, capote negro, valona y calzón corto. Por su parte, los de Baretous llevan traje de domingo y banda tricolor francesa cruzada al pecho.

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Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque tradicionalmente se denomina tributo, ya no se puede considerar como tal, sino que se trata de un acuerdo entre iguales, un contrato sinalagmático. Además, hoy en día no se entregan realmente los animales. Si bien es cierto que forma parte del acto simbólico, los animales se devuelven y se entrega su valor en moneda.