Aunque no lo notes, el corazón de nuestra galaxia está latiendo: así es el 'pulso' de la Vía Láctea

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Aunque no lo notes, el corazón de nuestra galaxia está latiendo: así es el 'pulso' de la Vía Láctea

Este fenómeno es conocido como agujero negro supermasivo. 

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La Vía Láctea, nuestra galaxia, es un vasto conjunto de estrellas, planetas y otros cuerpos celestes que, desde la perspectiva de la Tierra, parece ser un lugar estable y sin cambios significativos. Sin embargo, en su núcleo, donde reside el agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A*, se producen fluctuaciones regulares de energía que podrían compararse con un "pulso" galáctico.

Investigaciones recientes han revelado que este agujero negro emite señales de rayos gamma con una periodicidad de aproximadamente 76 minutos. Este patrón sugiere la existencia de un fenómeno oscilatorio en el centro de nuestra galaxia, aunque su origen exacto aún no ha sido determinado.

Los astrofísicos Gustavo Magallanes-Guijón y Sergio Mendoza, de la Universidad Nacional Autónoma de México, han sido fundamentales en la identificación de estas fluctuaciones, describiéndolas como una "música" que caracteriza al centro galáctico.

Sagitario A*, ubicado a más de 25.000 años luz de la Tierra en la constelación de Sagitario, es el agujero negro supermasivo más cercano conocido. Con una masa estimada de millones de veces la del Sol, su influencia es fundamental en la dinámica y estructura de la Vía Láctea. La energía y materia que emite afectan a las estrellas y sistemas planetarios en su vecindad, modelando la evolución de nuestra galaxia.

El estudio de las "pulsaciones" de Sagitario A* ofrece a los astrónomos una ventana única para explorar los mecanismos que gobiernan los agujeros negros y su impacto en el entorno galáctico. Comprender estos patrones de emisión puede proporcionar información valiosa sobre la física de estos objetos extremos y su rol en la formación y evolución de las galaxias.

Aunque estas fluctuaciones no son perceptibles para el oído humano, representan una característica distintiva del comportamiento de nuestra galaxia. Las investigaciones en curso continuarán desentrañando los misterios del centro galáctico, arrojando luz sobre los procesos que dan forma a la Vía Láctea y, por ende, a nuestro propio lugar en el universo.