El paraíso escondido en esta selva española: el bosque de hayas que parece sacado de un cuento
En Navarra se encuentra uno de los hayedos más espectaculares de Europa.
Más información: Los humanos 'vuelven locas' a las nutrias marinas: el kayak, el surf y los barcos de ecoturismo son sus peores enemigos
En el norte de España, concretamente en la comunidad foral de Navarra, se esconde uno de los bosques más impresionantes del país: la Selva de Irati. Se trata de una de las masas forestales de hayas y abetos más extensas y mejor conservadas de Europa, tan solo por detrás de la Selva Negra en Alemania.
Su exuberante vegetación, su atmósfera mágica y sus leyendas han convertido a este rincón navarro en un destino imprescindible para quienes buscan desconectar en plena naturaleza.Situada entre los valles de Aezkoa y Salazar, este tesoro natural abarca más de 17.000 hectáreas protegidas.
Tal y como destaca el portal oficial de turismo del Gobierno de Navarra, Visit Navarra, este bosque es ideal para explorar en primavera, cuando los caminos se llenan de vida y los contrastes de color invitan a caminar sin prisa. Su acceso más habitual se realiza desde localidades como Ochagavía u Orbaizeta, puntos de partida de muchas de las rutas señalizadas que atraviesan el corazón del bosque.
Un entorno para perderse
Entre los senderos más frecuentados está el que rodea el embalse de Irabia, uno de los enclaves más fotografiados de la zona, o la ruta que lleva hasta la cascada del Cubo. Ambos recorridos permiten disfrutar de la tranquilidad del entorno y de una biodiversidad única. Ciervos, zorros, pájaros carpinteros y hasta rastros de osos pardos forman parte del ecosistema de este enclave natural.
Desde Visit Navarra también recuerdan que la Selva de Irati es un espacio protegido, y por ello el acceso de vehículos está restringido a ciertas zonas. Los visitantes deben dejar el coche en los aparcamientos habilitados y continuar a pie, lo que favorece el silencio y la conservación del entorno.
Un bosque con mucha historia
La mitología vasco-navarra también tiene un papel importante en el atractivo de Irati. Cuentan las leyendas que en estos parajes habita el Basajaun, un ser ancestral que protege los bosques, y que aún se escuchan susurros entre las ramas cuando el viento atraviesa los árboles centenarios.
Este componente mágico, unido a la riqueza natural del lugar, ha convertido a la selva en un punto de peregrinación para senderistas, fotógrafos y curiosos de todo el mundo.Uno de esos lugares que sorprenden incluso a quienes viven cerca. Un bosque que, como recuerda Visit Navarra en su guía oficial, conserva una belleza casi intacta gracias a las medidas de protección y al respeto que sus visitantes han sabido mantener a lo largo de los años.