Méndez de Vigo en comparecencia como portavoz del Gobierno.

Méndez de Vigo en comparecencia como portavoz del Gobierno. Efe

Patrimonio Guerra cultural

Méndez de Vigo pide ahora que los 43 bienes de Sijena vuelvan a Lérida

El conseller, ministro y portavoz da luz verde al recurso de devolución presentado por la Generalitat que acusa al juez de realizar un rescate con medidas "injustas y desproporcionadas". Aragón acusa Méndez de Vigo de ser "cómplice del expolio".

15 diciembre, 2017 10:54

El conseller de Cultura de la Generalitat, Íñigo Méndez de Vigo, y también ministro de Educación, Cultura y Deportes, ha permitido por segunda vez la interposición de un segundo recurso contra la orden judicial de entrega de las 43 obras que llegaron el lunes a Sijena. El barón de Claret pide la “devolución” de las piezas al Museo de Lérida, “por haber salido sin haberse respetado el procedimiento legalmente establecido”. Esta circunstancia ocurre después de que el ministro, portavoz y conseller desobedeciera las órdenes del juez

El recurso está firmado por el letrado de la Generalitat de Cataluña -que controla el Gobierno catalán- y Méndez de Vigo da luz verde, por segunda vez, a un recurso contra las decisiones del magistrado del juzgado número 1 de Huesca, Antonio Martín González. Según el recurso que ha aprobado el ministro y conseller las medidas que se tomaron en el rescate de las obras fueron “injustas y desproporcionadas”.

Uso de la fuerza

Según la versión del letrado de la Generalitat, a la que ha tenido acceso este periódico, que da por válida Méndez de Vigo, se autorizó la entrada en el Museo de Lérida el pasado lunes, en la madrugada, con el uso de la fuerza. “Nada justifica esta extraordinaria actuación fuera de los horarios habituales de intervención de los juzgados civiles de primera instancia”.

Por ello aclara que ni el Museo de Lérida, ni sus funcionarios son merecedores de este trato. “Acordar la utilización de la fuerza contra dicho museo público y sus funcionarios resulta incomprensible”, y “sin haber antecedentes que pudieran haber suponer una actitud hostil” de los trabajadores y responsables de la institución catalana.

El Gobierno de Aragón, en voz de su consejera de Cultura, Mayte Pérez (PSOE), ya criticó la autorización de Méndez de Vigo del primer recurso de reposición presentado contra la orden de entrega. Entonces dijo que era una “insoportable falta de respeto” con su comunidad y añadió que se insultaba a la dignidad de los aragoneses. A sus ojos, el ministro se plegaba a los intereses de Cataluña.

"Cómplice del expolio"

Mayte Pérez acaba de decir que la última actuación de Méndez de Vigo ha pasado de "la sorpresa al cabreo a la indignación". Asegura que el Gobierno central no ha cumplido con una sentencia de un Juzgado: "Da lecciones pero no se las aplica". "Horas antes de poder ir los efectivos del Gobierno de Aragón presentó un recurso para impedir que Aragón recuperase su Patrimonio. E indignación porque el ministro ha incumplido la legalidad, se ha reído de los aragoneses y es cómplice de un expolio que la Generalitat hace desde años. Quiere quitarnos las piezas que están en Aragón".

De hecho, el responsable último de la intervención de la Guardia Civil es el propio Méndez de Vigo, que ignoró las órdenes del juez, que le había dado un plazo de devolución del tesoro de Sijena. Las cargas policiales podrían haberse evitado el pasado lunes a las puertas del Museo de Lérida si el ministro hubiese acatado la orden del Juzgado de Primera Instancia de Huesca. Méndez de Vigo no atendió a los requerimientos que el juez le hizo y por ello tuvo que mandar a las fuerzas del orden acompañando a funcionarios del Gobierno de Aragón a rescatar las obras, que no se habían devuelto en julio de 2016.

De haber cumplido con la orden del juez, el conseller Méndez de Vigo habría actuado como actuó la Generalitat en el verano de 2016, cuando devolvió las 51 piezas de Sijena en el Museo de Arte Nacional de Cataluña (MNAC). Entonces se resolvió como se resuelve cualquier traslado: los funcionarios del museo localizan y embalan las obras, las cargan al camión y las acompañan a su destino. Así son los traslados habituales, en los que no es necesaria la intervención de la Guardia Civil. Ni de las protestas en la calle.