Mónika Vergara y su madre, Mayka Vergara, en un fotomontaje de El Español.

Mónika Vergara y su madre, Mayka Vergara, en un fotomontaje de El Español.

Famosos ENTREVISTA

Mónika Vergara, al cumplirse 20 años del fallecimiento de su madre, Mayka: "Su muerte se podría haber evitado"

EL ESPAÑOL entrevista a la periodista y con ella habla sobre su popular progenitora, sus proyectos profesionales y sus deseos personales para 2024.

2 diciembre, 2023 02:25

Sucedió un fatídico y gélido martes 2 de diciembre de hace hoy 20 años. La mítica periodista del corazón Mayka Vergara fallecía en Málaga tras sufrir un infarto de miocardio que "se podría haber evitado". La colaboradora de programas como Salsa rosa y Sabor a ti llevaba días sufriendo un fuerte dolor en el pecho y no escuchó a quienes le aconsejaron ir al médico.

Finalmente, aquel funesto día del último mes del año, Mayka, que estaba en Marbella, acudió al Hospital Clínico Universitario de Málaga, donde encontró la muerte a la temprana edad de 54 años. Vergara, en realidad, nunca se fue. Dejó en la Tierra un imperecedero legado en sus nietos y sus dos hijas, Yolanda y Mónika. Ésta última ha seguido con orgullo y pasión sus pasos en el periodismo, la profesión que a su madre le otorgó la fama. 

Con motivo de esta triste efemérides, EL ESPAÑOL contacta con Mónika Vergara para recordar y poner en valor junto la figura de su madre, admirada tertuliana y aguerrida periodista del corazón, que como detalla su hija a este diario con la voz entrecortada de la emoción "siempre será joven, siempre será eterna, siempre será bella".

[Mónika, hija de la mítica Maika Vergara, debuta como actriz junto a Pedro Ruiz: los detalles y el día del estreno]

La periodista Mónika Vergara en una imagen de archivo.

La periodista Mónika Vergara en una imagen de archivo.

Mónika, 20 años de la muerte de su madre, ¿cómo la recuerda hoy, dos décadas después de aquel 2 de diciembre de 2003?

No sé ni cómo la recuerdo ya, porque la tengo tan viva, tan presente en mi vida... Hablo mucho con ella. Y ahora que vuelvo a salir en la tele, con todo este tema de Bárbara Rey, aparecen imágenes de ella y puedo verla, pero sigo siendo incapaz de oírla. ¿Cómo la recuerdo? Estoy tan orgullosa de ella, tan orgullosa de que 20 años después os sigáis acordando de ella... Es muy bonito. Hoy mismo me ha pasado. He ido a la compra y una señora me ha preguntado "oye, ¿tú eres hija de Mayka Vergara?". Eso es un honor y un orgullo.

Conocíamos a la mujer de carácter, profesional, que no se casaba con nadie, pero ¿cómo era Mayka en la intimidad?

Superniñera, supercariñosa y una madre muy presente. Trabajaba muchas horas, es verdad, y en los 80, en la época de Marbella, estaba mucho tiempo fuera de casa, pero cuando estaba era muy cariñosa. Y también muy valiente. Mira, yo estaba trabajando en Telecinco y me fui a Nueva York a cubrir los atentados del 11-S muy animada por mi madre. Mi hijo tenía siete meses, me lo propusieron y yo dudaba, pero mi madre me dijo 'vete o te arrepentirás'. Era una mujer muy, muy valiente.

¿Y se arrepintió de haber ido?

¡Nada! Son muchos años ya en esta profesión, pero fíjate cómo era ella, muy valiente. Y eso nos lo inculcó a mi hermana y a mí.

¿Qué pasó aquel 2 de diciembre de 2003? 

Ese día se me rompió la vida. Y fue algo que se podría haber evitado. Mi madre llevaba varios días con dolor en el pecho. Yo estaba en Madrid y ella en Marbella. Le insistimos en que fuera al médico. Hasta Norma Duval le dijo que ella la llevaba, pero no quiso. Hay que tomar conciencia y no podemos dejar pasar nuestras revisiones médicas. Ella hoy tendría que estar aquí.

¿Echó de menos alguna llamada o algún mensaje de alguien?

En absoluto, no sé si vas por alguien en concreto, pero de verdad que no. Mi hermana y yo recibimos el cariño y el respeto de toda la gente que la quería. Estuvimos muy arropadas. Fue un golpe tan tremendo y desgarrador que lo que recibimos fue una avalancha de condolencias y mensajes. Todo el mundo estuvo y si alguien no pudo estar, tampoco se lo tengo en cuenta. 

¿Ha adquirido la K de Mayka en su nombre, Mónica, y el apellido Vergara en honor a su madre? 

Lo de la K tiene otra historia mucho más sencilla, pero lo de Vergara, sí. Por cuestiones personales que no vienen al caso, mi segundo apellido pasó a ser el primero, me lo cambié legalmente. Yo me siento Vergara y es todo un honor. 

¿Harán en la familia algo especial para recordarla este sábado?

Lo pasaremos en la intimidad mi hermana y yo. Los padres de mi madre también han fallecido y sus hermanos no residen en Madrid. Al final estamos sus hijas y sus nietos. No necesitamos una fecha en concreto para recordarla. Hace un par de semanas nos reunimos todos y cuando lo hacemos, mamá está. Es una más. Si no trabajo este fin de semana me iré con mi hermana, mi hijo y mi sobrina y la recordaremos, claro. Pero ella está presente constantemente. Lo que sí haré es llamar a Petro Valverde, que nunca ha fallado a esa llamada del 2 de diciembre. Desde hace dos años o tres soy yo quien lo llama, le dije que lo haríamos así, y así será este sábado.

¿Cómo está usted, Mónika? En los últimos tiempos estaba con un programa de radio, una obra de teatro. ¿En qué anda ahora?

Ahora mismo estoy colaborando con Emma García en Fiesta. Estoy superfeliz. He encontrado un equipazo de gente muy humana. Emma es maravillosa, la directora, Eva Espejo, también lo es. Saúl Ortiz, que es el subdirector, lo adoro. Estoy muy agradecida con Ana Rosa Quintana. Sigo en Castilla-La Mancha Media -CMM-, en el programa Estando contigo, donde llevo muchos años muy feliz. Y, bueno, buscándome la vida, como hacemos todos en esta profesión. Lo de hoy es historia, yo ya tengo que pensar en mañana: algún reportaje para alguna entrevista, alguna exclusiva. ¡Moviendo el árbol!

¿Cómo se sintió como actriz? ¿Quiere seguir explorando esos mundos de la interpretación?

Como soy tan tímida, aunque no lo parezca, me ha servido mucho para vencer estas barreras mentales que todos tenemos. Mi madre me obligaba a eso. Me inculcó a explorar nuevas cositas, me enseñó que el "no" no existe. Fue una experiencia divertida y no sabía que tenía tanta capacidad para memorizar un texto. Tengo que relajarme y que la cosa fluya, pero ha estado bien. Y, oye, nunca se sabe. Yo estoy abierta y como te digo, el "no" no está en mi vida.

Ya hemos hablado de cómo era Mayka como madre, pero ¿cómo es usted?

Eso debería decírtelo mi hijo. Replico el modelo que mi madre tuvo conmigo: superpresente, supercariñosa, dialogamos mucho. Soy exigente, eso sí, pero mi mayor logro y mi gran orgullo es mi hijo. Durante una época en la que lo pasé mal, él tenía ocho o diez años, me enseñó tanto... Fue fundamental para superar todo aquello.

¿Planes para Navidad?

Odio la Navidad, a pesar de que es preciosa, pero cuando empieza a haber sillas vacías es muy dura. Hago un gran esfuerzo el día 24 y 25, que para mí es lo familiar, así me lo inculcó mi madre. Esos días los paso con mi hijo, pero el día de Fin de Año siempre pongo tierra de por medio. A mí me gustaría acostarme el día 23, después de la Lotería de Navidad, y despertar el 7 de enero. Encima mi cumpleaños es el día 5. Me gusta la Navidad, adorno mi casa, la vivo, pero no me gusta que mi hijo tuviera la ausencia de la Nonna, que es como le gustaba que la llamásemos. Ella era tan coqueta... pero que acabe ya la Navidad. Estoy deseando que acabe, francamente. Faltan ya demasiados... éramos un grupo grande y ya somos tres. 

¿Alguna costumbre navideña que guarde de su madre, además de la reunión familiar?

Quito el árbol el 2 de febrero.

¿Cómo? ¿Todo el mes de enero con el árbol de Navidad puesto?

¡Todo el mes de enero! Ella lo quitaba el 2 de febrero porque es el día de la Candelaria. También lo quitaba mi abuela ese día. Para mí la Navidad es tremenda. 

¿Un deseo personal para 2024?

Personalmente, estoy tan agradecida a la vida por todo lo que me da que no me atrevo ni a pedir. Sólo salud, que mi hijo esté bien, que mi familia esté bien y que falten muchos años para que falte gente en mi casa. Lo que pido es que todo se quede como está. Más que pedir, quiero agradecer. Lo primero que hago al despertar y lo último al irme a la cama es dar las gracias. Soy muy afortunada. No pido nada. 

¿Y un deseo profesional?

Seguir trabajando. Es una profesión muy dura la nuestra, pero seguir en ella. No me importaría volver a presentar y dirigir el programa de radio que hacía o presentar otro programa. Eso sí me gustaría. 

[En este punto de la conversación telefónica con Mónika Vergara, rematando la última frase de su entrevista, de repente, una imagen de su madre aparece en la televisión. Y ella se emociona y lo encuentra una señal. Cómo no va a serlo].