Los galets son un tipo de pasta con forma de cesta que se puede encontrar en distintos tamaños. Los más pequeños suelen utilizarse como los macarrones, los grandes, en cambio, se suelen rellenar y son los que se usan para la famosa sopa de galets.

Esta sopa, típica de la zona noreste de España, es, sin duda, uno de los platos más populares de las navidades catalanas. Una receta que data del siglo XVI y que, debido a su sencilla y contundente preparación, era muy popular en todas las casas, desde las más elegantes hasta las más populares.

Además, pese a poder ser consumida durante todo el año, se trata de una receta con verdadero origen cristiano navideño: lejos de la frugalidad gastronómica y del ayuno en estas fechas que propugna la Biblia, en la Edad Media, había que llenar el estómago. ¿Cómo? Pues, por ejemplo, por medio de la sopa de galets, una receta catalana navideña que basaba su elaboración en los cuatro evangelistas (cuatro tipos de carne: cerdo, ternera, cordero y pollo) y en los siete sacramentos (garbanzos o alubias, patatas, nabos, zanahoria, apio, col verde y chirivía).

Por supuesto que todos estos platos han variado hasta el infinito y más allá, pero la esencia es la misma: una receta contundente, vigorosa y rica que reconforte ahora que ha llegado el frío gracias a ese caldo de cocido que es el hilo conductor.

En España son muchas las sopas que se consumen en Navidad; de pescado o el clásico consomé, pero ninguna es como la escudella o sopa de galets con esas caracolas de pasta rellenas de una masa de carne condimentada que se cocina a la vez que la caracola en el caldo. 

Este plato principal, debe entenderse como un plato en dos vuelcos: por un lado, la sopa con los galets y, por otro, los pilotes (albóndigas) o la carne y verdura resultante de hacer el caldo. Estamos hablando prácticamente de otra forma de comer un cocido. Esto último, indudablemente, es lo mejor de todo y es tan fácil como poner todo en una cazuela y dejar cocer a fuego lento tantas horas como uno desee. Después, basta con clarificar el caldo para que quede perfecto y servir muy caliente.

Este tipo de preparaciones son las ideales para estas fiestas porque se pueden dejar preparadas con antelación y así no tener que trabajar los días grandes, sólo habrá que dejar hecha la pasta rellena por un lado y por otro lado el caldo listo. Podríamos pensar incluso en dar una vuelta al concepto y rellenar los galets de verduras o de pescado, ¿no? Está claro que los galets son el primer plato de la comida de Navidad y no necesitamos hacer el cocido completo para disfrutar de todo su sabor. 

Cómo hacer sopa de galets

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Paso 1

Lo primero es hacer la mezcla de las carnes, con ellas picadas, mezclarlas todas completamente y añadir también el diente de ajo machacado o triturado. Lo más finito posible para que se integre bien con la carne. 

Paso 2

Añadir también el brandy, las especias, el pan rallado y poner a punto de sal y de pimienta negra, que esté sabroso. 

Paso 3

Con mucho cuidado y paciencia ir rellenando las caracolas, o galets, secos. Lo recomendable es ayudarse con la parte trasera de una cucharita para que se vayan completando todos ellos. Es un trabajo que lleva su tiempo. 

Paso 4

Cuando los galets estén completamente rellenos calentar la sopa y cocerlos en ella hirviendo durante 10 minutos hasta que la pasta esté tierna y la carne se haya cocinado por completo. Servir la pasta con la sopa y, si se quiere, con unas hojitas de hierbabuena por encima que le darán un contrapunto diferente. 

Trucos y sugerencias 

Se podrían rellenar los galets también de algún resto de carne condimentado que tengamos en la nevera, todo triturado y añadiendo un pochado de cebolla y ajo y cualquier tipo de hierbas y especias que se quiera. 

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