Cuando era pequeña, mi padre viajaba mucho a Alemania por trabajo. Siempre se quejaba de lo mala que era la comida allí y siempre decía lo mismo: “no quiero ni imaginarme cómo tiene que saber la comida inglesa, porque la comida de aquí es malísima y los ingleses se ponen ciegos…”

Al cabo de los años descubrí que mi padre exageraba, porque en Alemania se puede comer estupendamente y también la cocina inglesa tiene platos realmente exquisitos. Si bien es cierto, esto último lo descubrí tarde porque la primera vez que fui a Reino Unido mi experiencia culinaria no fue la mejor. La señora que me hospedaba (una anciana tan encantadora como estrambótica), no solía cocinar (y yo era una adolescente medio inutil, así que menos!), así que mi alimentación en esa época se basó en los platos precocinados y sandwiches de indescriptibles rellenos que “mi mujer” me preparaba.

Esa era mi dieta diaria de lunes a sábado… pero el domingo… oh! el domingo!!! El domingo era el mejor día porque nos levantábamos tarde y Mrs. Hutton preparaba el famosísimo desayuno inglés para las dos: Tostadas, huevos, bacon y baked beans (judías asadas) en salsa de tomate. Así dicho parece raro, pero en serio, está buenísimo y como desayuno o brunch sienta fenomenal.

Cuando me da la morriña inglesa, a veces preparo el British Breakfast para comer o para cenar (porque, no sé por qué, aquí no me sale meterme eso entre pecho y espalda para desayunar), así que el otro día pensé que por qué no adaptar la receta a una hamburguesa para el especial “En busca de la hamburguesa perfecta”… Si no es perfecta, le falta poco! Qué cosa más rica!

Preparación

La cosa no puede ser más sencilla, pero requiere de cierta coordinación porque esto va “tó a la vez”.

En una sartén, plancha o parrilla haz la hamburguesa y las tiras de bacon.

Mientras, en otra sartén calienta abundante aceite y fríe el huevo de la manera en que lo hagas habitualmente (a mi se me da francamente mal y recurro a una mini-sartencilla de esas que venden sólo para este menester)

Echa las judías que vayas a usar en un cuenco y caliéntalas al microondas medio minuto (para qué complicarnos con la que tenemos liada en la cocina?)

Cuando tengas todo hecho, llega el momento de la verdad: monta la hamburguesa sobre la parte de abajo del pan, seguidamente pon la loncha de queso, luego las tiras de bacon, a continuación el par de cucharadas de baked beans y para finalizar, corona con el huevo frito.

Con el primer bocado llega la explosión de sabor, la yema y todo lo demás… ooooohhh!!

Creo que Mrs. Hutton estaría orgullosa de mi 😀

Resultado

Una hamburguesa muy original para sentirte como un Lord

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Tiempo: 15 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 4/5

Precio: 4,50 €