Sardinas asadas

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Actualidad gastronómica

¿Puedo asar sardinas en la terraza? Esto es lo que dice la ley en España

En muchos sitios de España se asan sardinas para celebrar la noche de San Juan. Es habitual hacerlo en playas, en sardinadas organizadas por los barrios o, particularmente, en domicilios particulares.

Más información: Ni con la campana a tope ni en la terraza: el sencillo truco que uso para asar las sardinas sin que huela toda la casa

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La tradición de asar sardinas en el fuego para celebrar la noche de San Juan es una de las más arraigadas en muchos lugares de España. Hogueras en la playa y fiestas alrededor del fuego son una estampa que cada año se repite en las noches del 23 de junio.

Aunque también hay quienes prefieren disfrutar de las deliciosas (y saludables) sardinas a la brasa en la tranquilidad de sus hogares y, para evitar que toda la casa huela a sardinas durante días, optan por asarlas en la terraza.

Pero ¿hacemos bien al asar sardinas en la terraza o el balcón de nuestro piso? ¿Hay alguna ley que nos impida hacerlo?

¿Qué dice la ley sobre asar sardinas en la terraza?

La respuesta rápida a esta pregunta es que no existe una prohibición nacional que impida asar sardinas o cualquier otra cosa en la terraza o el balcón de una vivienda.

La normativa española sí prohíbe expresamente el uso de fuego en terrenos forestales durante la temporada estival por el riesgo de incendios, pero esta restricción no afecta a las propiedades privadas de uso personal, como terrazas o balcones individuales.

No obstante, hay que matizar varias cosas:

  • Normativas locales y municipales. Aunque no hay una ley nacional que lo prohíba, algunas localidades pueden tener ordenanzas específicas que regulen o limiten el uso de barbacoas o parrillas en espacios privados.
  • Comunidad de propietarios. Si vives en un edificio, es fundamental revisar los estatutos de la comunidad de vecinos. Muchas comunidades prohíben hacer fuego o brasas en zonas comunes (piscinas, jardín...), pero también pueden hacerlo en terrazas privadas si así lo establecen sus normas internas.
  • Actividades molestas. El artículo 7.2 de la Ley de Propiedad Horizontal prohíbe realizar actividades que resulten molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas. Si el humo o los olores que se generan al asar las sardinas molestan a los vecinos, la comunidad puede requerir el cese de la actividad y, en casos graves, imponer sanciones o multas.
  • Barbacoas fijas. Los balcones y las terrazas forman parte de la fachada del edificio por lo que no pueden alterarse construyendo nuevos elementos como puede ser una barbacoa de obra. Para hacerlo necesitarías, además, el correspondiente permiso del ayuntamiento.

Una cuestión de civismo

La convivencia cordial y el respeto a los vecinos son fundamentales para disfrutar de unas ricas sardinas sin olores en casa, ni problemas legales ni conflictos vecinales. Conseguir esto es fácil si se siguen estos consejos:

  • Consulta siempre los estatutos de tu comunidad y la normativa local. Si no eres propietario, puedes preguntar al casero o a la agencia que te alquile el piso.
  • Evita siempre molestar a los vecinos manteniendo el humo y los olores bajo control, especialmente si no vives en una casa independiente y tienes vecinos cercanos.
  • Valora la opción de usar barbacoas de gas o eléctricas. Generan menos humo y pueden evitar conflictos con la comunidad.
  • Habla con los vecinos. Avísales con antelación para que puedan cerrar ventanas, retirar la ropa del tendedero o tomar otras precauciones que consideren oportunas.
  • Coloca la parrilla en una posición donde el viento no lleve el humo hacia las viviendas cercanas.
  • Asa las sardinas de forma ocasional. Aunque la noche de San Juan en la que casi toda la ciudad huele a sardinas pueda ser entendible por los vecinos, no conviertas la terraza en un asador permanente para mantener una buena convivencia.
  • Controla el ruido. Si invitas a amigos y pones música, mantén el volumen de ésta y de las conversaciones a un nivel razonable.
  • Recoge y limpia todo bien después de terminar la reunión para evitar que el olor de los residuos se vuelva más intenso con el paso de las horas.