La primavera es la mejor época del año para comer fresas y fresones, ya que, en España, esta es la temporada óptima de consumo de esta deliciosa fruta. Para ser más exactos, su mejor época comienza en marzo y va hasta el mes de julio. Las fresas son muy apreciadas por su sabor y por su gran cantidad de propiedades.

Las fresas contienen vitamina C, E y B9 (ácido fólico), son ricas en potasio y en sustancias bioactivas como los ácidos cítricos, málico, salicílico y oxálico. Fuente de fibra y agua, en comparación con otras frutas, las frutas son bajas en azúcares, lo que hace que su contenido calórico sea bajo, aporta solo 40 calorías cada 100 gramos.

Esta es la manera correcta de comer fresas

Cuando se comen con las manos, la costumbre, y seguramente la practicidad, ha convertido en habitual coger las fresas por el rabillo y morderlas, empezando desde la punta para acabar por la corona. Sin embargo, esta forma no es la mejor para aprovechar al máximo el sabor de este delicioso fruto rojo.

Los expertos aseguran que estamos haciéndolo mal, ya que para saborear al máximo la fresa, esta debe comerse de una forma determinada: empezando por la corona, y no por la punta. Además, siempre y cuando el tamaño no sea muy grande, se aconseja meterla en la boca de un solo bocado.

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El motivo es muy sencillo, la punta de la fresa es la parte con mayor sabor y con mayor cantidad de azúcar, y también es en la punta de la lengua donde se localizan los receptores gustativos encargados del sabor dulce. Por lo tanto, si se comen las fresas de esta manera, al introducirlas en la boca desde la corona, y no desde la punta, y comerla de un solo bocado, se consigue que la punta del fruto coincida con la punta de la lengua y, así, se puede obtener una sensación de sabor más intensa.

Si la fresa o el fresón es demasiado grande como para comerlos de un bocado, es aconsejable hacerlo de dos bocados y comenzando por la corona.

Cómo lavar las fresas

Al lavar las fresas se debe intentar no manipularlas en exceso. El lavado se tiene que hacer en el último momento, y evitar tenerlas en remojo para que no pierdan propiedades, y mantener las hojitas intactas hasta justo antes de servir. 

El proceso al lavarlas es muy similar al recomendado para cualquier otro tipo de fruta fresca.

1. Colocar en un recipiente una solución líquida con agua fría y vinagre a partes iguales. Introducir las fresas y dejarlas sumergidas una media hora.
2. Frotar cuidadosamente con un cepillo suave (puede valer uno de dientes).
3. Aclarar bajo el chorro del grifo.
4. Secar con papel de cocina.

Cuál es el mejor momento del día para comer fresas

Con el objetivo de aprovechar todos sus nutrientes y facilitar la digestión de otros alimentos, los expertos en nutrición recomiendan consumir la fruta en el desayuno o entre comidas. Teniendo esto en cuenta, el mejor momento para comer fresas es a primera hora de la mañana y con el estómago vacío.

Arrancar el día incluyendo los nutrientes que aportan las fresas le da a nuestro cuerpo un impulso de energía natural y nutrientes esenciales. Si se hace con el estómago vacío, los azúcares se absorben más rápidamente y se utilizan como fuente de energía inmediata.

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A primera hora del día, las vitaminas y minerales de las fresas también se absorben mejor. El alto contenido en fibra que aporta esta fruta ayuda a mantener la sensación de saciedad durante más tiempo y predispone a comer porciones más pequeñas de otros alimentos más calóricos. 

Si no se pueden incluir las fresas por la mañana, los especialistas recomiendan elegir un momento entre las principales comidas, aunque cualquier momento siempre es mejor que dejar de comerlas por no haber podido hacerlo a en el desayuno. La comida, a media tarde o, incluso, por la noche (tres horas antes de acostarse) también son momentos adecuados para comer fresas o fresones.