Apodado oro líquido, no es de extrañar que muchos hayan querido sacar provecho de un producto tan valorado como es el aceite de oliva. Este zumo de aceituna es indispensable en la cocina, posee un sabor y aroma único y es además sano y nutritivo. Pero también tiene una muy mala cualidad, y es que es relativamente sencillo de adulterar, sobre todo debido a la gran desinformación que gira en torno a él. Y uno de los mayores problemas derivados de ello es la estafa del aceite de oliva virgen italiano.

La calidad del aceite

Lo primero que tenemos que hacer es empezar definiendo las diferentes formas y calidades de aceites que podemos encontrar en el mercado. Desde Cocinillas siempre hemos intentado emprender una labor informativa en torno al aceite de oliva, y no es ni mucho menos la primera vez que hablamos de esto. Ya os habíamos contando las diferencias entre los aceites de oliva virgen extra, virgen y normal, además de haberos descrito el aceite de oliva virgen extra como una de las mayores joyas de la gastronomía española.

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El aceite de oliva es un producto que puede alcanzar calidades extremas, desde el sembrado hasta el embotellado, pero que rebajando o prescindiendo solo de alguno de los pasos del proceso baja rápidamente de escalón de calidad. Es una de nuestras joyas, y tenemos que conocerlo y aprender sobre él para presevar su valor.

A modo de resumen, aquí tenéis las principales diferencias entre los diferentes tipos de aceite, de mayor a menor calidad:

• Aceite de Oliva Virgen Extra: Es el de mayor calidad y no es más que el zumo de la oliva exprimido, siguiendo unos estándares muy altos.
• Aceite de Oliva Virgen: Un pequeño problema en el proceso como el aplastado de la oliva en el transporte o que no cumpla los mínimos de características organolépticas nos lleva a rebajar la calidad del aceite de virgen extra a virgen. Sigue siendo el zumo de la oliva puro sin ningún añadido. Bajar de virgen extra a virgen es muy fácil, y aquellos que producen un virgen extra auténtico venden un producto de calidad premium.
• Aceite de Oliva: Cuando no vemos la palabra virgen al lado de aceite de oliva significa que se han empleado procesos físicos y químicos para transformar el zumo puro de la oliva en el aceite final. Cuando se elabora aceite de oliva virgen o virgen extra, hay excedentes que no sirven para consumo, pero que se tratan para adaptar sus características de sabor y olor. Este se mezcla con aceite de oliva virgen y se vende como aceite de oliva. Según la cantidad de aceite de oliva virgen de la mezcla se etiqueta como fuerte o suave, pero esta denominación no está regulada.

La estafa del aceite de oliva virgen italiano

Si vivís en España os sonará menos el aceite de oliva virgen italiano, pero si vivís fuera u os habéis fijado en los mercados, es el aceite de oliva que más se ve. Y es que el aceite de oliva virgen italiano es el más vendido, ya que es Italia el mayor exportador de aceite de oliva a nivel mundial.

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El engaño que gira en torno al aceite de oliva virgen italiano no es un tema nuevo, pero sí algo de lo que se habla demasiado poco. Y lo peor es que eso no solo pasa en Italia, si no que también lo vivimos en España, al menos en cuanto a la adulteración se refiere. Por fin se ha hablado de ello en un medio tan grande como New York Times, y esperemos que esto sirva para concienciar más a la población sobre lo que consumimos.

Dentro de la estafa del aceite de oliva virgen italiano tenemos dos partes bien diferentes, el origen y la adulteración. Gran parte del aceite de oliva que se etiqueta como italiano no lo es y proviene de España, Marruecos y Túnez. Las olivas se recogen en estos países, se procesan, se obtiene el aceite de oliva virgen y se transporta a Italia, donde se etiqueta como italiano y se vende así al mundo, de ahí que sean el mayor exportador que existe de este producto.

Pero el origen es solo el menor de los problemas, ya que una vez llega a Italia se adultera el producto y se vende aceite de oliva virgen como algo que para nada lo es. Por supuesto esto no ocurre con todo el aceite de oliva virgen de Italia, y en este país hay aceites de muy alta calidad, pero el problema está llegando a ser tan grande que hasta hay equipos especiales de la policía italiana dedicados a identificar aceite de oliva virgen que ha sido adulterado.

Para ello importan aceite de soja y lo mezclan con el aceite de oliva virgen, lo que rebaja enormemente la calidad del producto. Luego se mezcla con beta-caroteno, un pigmento que da color y disimula el cambio de sabor, y clorofila, para obtener tonos más verdosos que dan sensación de aceite de oliva fresco.

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Aproximadamente el 69% del aceite de oliva virgen exportado como italiano ha sido adulterado siguiendo estos u otros métodos similares. Es decir, aproximadamente el 69% del aceite de oliva virgen italiano no es ni de oliva, ni virgen, ni italiano. Es decir, una estafa en toda regla.

La solución al problema no es sencilla, ni en Italia ni en ninguno de los países como España que también practican técnicas similares, pero pasa por concienciar a la población sobre la importancia del aceite, los tipos y calidades y los diferentes procesos al que este puede ser sometido según su categoría. A partir de ahí serán las autoridades correspondientes las que se tendrán que encargar de solucionar lo que está ocurriendo como la nueva inversión de 5 millones de euros contra el fraude del aceite de oliva por parte de la Comisión Europea. No podemos negar que es un problema enorme que hay que cortar de raíz y que necesita solución inmediata.