El doctor Martínez durante la intervención.
Tratar la estenosis lumbar sin cirugía convencional
Un nuevo procedimiento mínimamente invasivo permite tratar esta patología que limita la capacidad de caminar debido al dolor.
La estenosis de canal, el estrechamiento del espacio por donde pasan las raíces nerviosas de la médula espinal, es una afección relativamente frecuente, especialmente a medida que envejecemos. Puede aparecer en distintas zonas -cervical, dorsal y lumbar- y suele coexistir con otras patologías como hernias discales.
La estenosis del canal lumbar, concretamente, es una de las causas más frecuentes de limitación a la hora de caminar en personas a partir de los 50 años. Cuando aparecen los primeros síntomas -dolor, pesadez, calambres y hormigueos-, lo hacen de forma lenta y progresiva, pero con el tiempo es habitual que empeoren.
Los síntomas aumentan al caminar y remiten al detenerse, pero el dolor puede llegar a ser realmente incapacitante. “Habitualmente, el paciente tiene que parar tras caminar 100, 200 o 300 metros. Después de un descanso puede retomar la marcha, pero solo por periodos cortos”, explica el doctor Juan Martínez, especialista del Servicio de Anestesiología de Policlínica Gipuzkoa.
La manifestación de esta molestia se denomina claudicación intermitente y, en la mayoría de los casos, la causa está en la estrechez del canal medular lumbar, que comprime las raíces nerviosas. Hasta ahora, las opciones terapéuticas más eficaces pasaban por una cirugía convencional, que requiere anestesia general y un tiempo prolongado de recuperación.
Sin embargo, un nuevo procedimiento abre la puerta a tratamientos menos invasivos y más seguros para pacientes complejos que, por sus condiciones, no pueden someterse a una cirugía convencional.
“Lo novedoso es que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y mínima sedación, evitando la cirugía convencional que requiere anestesia general y supone un alto riesgo para pacientes con comorbilidades”, señala el anestesiólogo de Policlínica Gipuzkoa, centro que acaba de realizar la primera intervención en la provincia con una técnica mínimamente invasiva que consiste en remodelar el neuroforamen, el espacio por el que salen las raíces nerviosas.
Una alternativa para quienes no pueden operarse
El nuevo procedimiento -mínimamente invasivo y de rápida recuperación- está especialmente indicado para personas con alto riesgo quirúrgico: pacientes de edad avanzada o que han sido intervenidos previamente y presentan adherencias o restos inflamatorios.
Pese a las evidentes ventajas, subraya el especialista, “hay que individualizar cada caso. Esta técnica no sustituye a la cirugía, pero ofrece una alternativa segura y eficaz para determinados perfiles”.
Además de remodelar el espacio por el que discurren los nervios, “el propio dispositivo que utilizamos remodela el neuroforamen y, además, estimula la raíz para garantizar que estamos trabajando de forma segura, sin causar daño”, añade Martínez.
El primer paciente tratado en Gipuzkoa ya ha experimentado una recuperación significativa. “Antes solo podía caminar de 10 a 15 minutos; ahora puede dar paseos de media hora y el dolor se ha reducido en un 80%”, afirma el anestesiólogo.
Aunque el seguimiento continuará en los próximos meses, los resultados iniciales son “muy prometedores”, revela el doctor Martínez. De hecho, tras la intervención, el paciente permaneció algunas horas en el hospital y regresó a casa caminando por su propio pie, sin necesidad de hospitalización.
En el caso de la estenosis lumbar, que afecta cada vez a más personas debido al envejecimiento de la población, la aparición de alternativas como esta abre un abanico de posibilidades para pacientes que, hasta ahora, solo podían optar a la cirugía convencional, con los riesgos que conlleva.