Marcos Casas ha recuperado la visión de su ojo derecho tras su cuarto trasplante de córnea.

Marcos Casas ha recuperado la visión de su ojo derecho tras su cuarto trasplante de córnea. Cedida

Salud

Marcos perdió su ojo derecho y vuelve a ver 40 años después: "Mi jefe no entendía que mi córnea viniera de un fallecido"

Pese a que la donación de tejido ocular ha aumentado un 32% en la última década, aún persisten "diferencias sustanciales" entre las CCAA.

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Marcos Casas ha vuelto a ver con el ojo derecho después de 40 años. No ha sido por una novedosa técnica, sino por un simple gesto que cada vez se repite más en España: el de donar la córnea cuando falleces.

El agradecimiento de este informático de una prestigiosa editorial se extiende a las cuatro personas que tomaron esta decisión para que él pudiera ver como lo hacía antes de que le detectaran una queratitis.

Esta enfermedad le llevó a someterse a su primer trasplante con 22 años, cuando ya había abandonado su deseo de estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) porque le advirtieron que "con cualquier golpe" se le podía romper la córnea.

Ha podido saber, por su oftalmólogo actual, que aquella intervención se realizó "para salvar la situación" y no para devolverle la visión. Ya había descartado que fuera a lograrlo en algún momento.

10 minutos, una propuesta

Nunca pensó que iba a conseguirlo por una subida de azúcar que le causó una pérdida de visión en el ojo izquierdo. Al acudir a consulta comprobaron que le habían trasplantado la córnea en el derecho, por lo que le derivaron a un joven especialista en este tejido.

"Yo no tenía nada que perder", rememora en conversación con EL ESPAÑOL. El primer día no estuvo más de 10 minutos con Agustín Moreno, del Hospital Universitario de Guadalajara.

Lo único que le preguntó fue si antes de la queratitis veía, a lo que él respondió con un rotundo "perfectamente". La propuesta entonces fue clara: "Podemos hacer otro trasplante. Nada indica que no vayas a ver".

Imagen de archivo de unos cirujanos realizando un trasplante de córnea en Badajoz.

Imagen de archivo de unos cirujanos realizando un trasplante de córnea en Badajoz. EFE

Su familia estaba reticente, aunque él no se lo pensó "ni un minuto": "En todo este tiempo nadie me había dado esta oportunidad". En 2022, se sometió a su segundo trasplante pero se produjo un rechazo del tejido.

El tercero llegó a los dos años, con un resultado peor que el anterior: la córnea se había estropeado y el ojo estaba completamente blanco. El oftalmólogo le dijo que no podía estar así porque "no sabía qué podía pasar", pudiendo afectar incluso a la retina.

"Si ya llevo tres, no voy a parar ahora", bromeó. Lo que no esperaba es que con el cuarto trasplante, que le realizaron en agosto de este año, iba a notar la mejoría desde el día siguiente de la operación, cuando comenzó a ver "exactamente igual con los dos ojos".

"Es una locura porque ni me acordaba de cómo se veía con el derecho". Se había adaptado tanto a hacerlo solo con el izquierdo que ahora incluso tiene algún que otro problema: "Hemos tenido que cambiar la vajilla porque no controlo bien las distancias".

La visión no es nítida porque aún le tienen que retirar los 16 puntos de sutura. Lo más probable es que terminen a finales del próximo año. Será entonces cuando le gradúen y, ya sí, pueda ver con gafas por los dos ojos.

Objetivo: la autosuficiencia nacional

El jefe de Marcos ha entendido con este último trasplante que la córnea que recibió proviene de una persona que ha fallecido. Pese a que pueda resultar extraño, no siempre fue así. En los primeros casos, de hecho, eran donantes vivos.

Entonces no existían métodos para conservar adecuadamente la córnea, como explica Juan Iglesias Martín, responsable de la Unidad de Córnea del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Este oftalmólogo protagonizó una 'vuelta a los orígenes' en 2021.

Aquel año llevó a cabo el primer trasplante de córnea de un donante vivo en Europa. Este hito, sin embargo, no ayudará a que aumente la cifra de donaciones porque son pocos los pacientes con ceguera en los que está justificada la extracción de la córnea.

Es cierto que el número de personas que donan tejido ocular tras su fallecimiento se ha incrementado, pasando de las 3.604 de 2015 a las 4.765 del pasado año; es decir, un aumento del 32%, según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Los expertos consultados por este periódico coinciden en que hay un motivo que sobresale por encima del resto para explicar esta evolución: el Plan Nacional de Córneas, elaborado en 2016.

Con él se buscaba mejorar todo el sistema, desde la captación hasta la extracción, pasando por el almacenamiento en los bancos de ojos y su posterior distribución entre los hospitales. Uno de los objetivos del Plan era alcanzar la autosuficiencia nacional.

Pero, como apunta la coordinadora de trasplantes de la ONT, Núria García, aún no se ha logrado con las córneas y escleras (la capa externa del globo ocular) ni tampoco con el resto de tejidos que también pueden donarse.

Para conseguirlo, y pese a que ya están "trabajando en ello", se persigue que haya "armonización en las prácticas". Y es que hay "diferencias sustanciales entre el número de donaciones de las distintas comunidades".

Cataluña, a la cabeza

El pasado año, Cataluña encabezó la lista con un total de 1.991 donantes, lo que representa el 42% de todo el tejido ocular donado en España. Se sitúa a una distancia considerable de la segunda, Andalucía, con 674, a la que le sigue la Comunidad Valenciana (513).

Madrid ocupa el cuarto puesto, a unos 1.600 donantes del primero. "A lo mejor no están tan avanzados como en Cataluña o Andalucía", sugiere Marina Rodríguez Calvo de Mora, coordinadora de trasplante de córnea en Andalucía.

En 2024 publicó un estudio en el que analizó cómo habían mejorado los bancos de ojos públicos en la región en la que ella trabaja, donde se había experimentado un crecimiento superior al 126% en donación de córneas entre 2013 y 2022.

Para García, lo que diferencia a comunidades como Andalucía y Cataluña es que tienen interiorizada la donación exclusiva de tejidos. Hay otras zonas, en cambio, en las que sólo se realiza esta donación cuando la persona también va a ser donante de órganos.

A ello se le suma que en la comunidad catalana existe la figura de los equipos de extracción itinerantes, que acuden a los distintos hospitales y a los domicilios de los fallecidos para llevar a cabo la extracción; también es multidisciplinar, por lo que extraen cualquier tejido.

Todo apunta a que "en muchas ocasiones es más una cuestión de desconocimiento de los profesionales", sobre todo porque las condiciones que se requieren para la obtención de córneas "no son demasiado difíciles de conseguir".

En estos casos, además, hay menos patologías que contraindican la donación, a diferencia de lo que sucede con la de órganos. Por tanto, el número de donantes podría ser mayor (a 31 de diciembre de 2024, 1.394 personas se encontraban en espera de un trasplante de córnea).

El resultado que se obtiene se explica por sí solo: "Puedes dar visión y quitar dolor a una persona en su ojo". La historia de Marcos, como la de los más de 5.000 trasplantados de córnea en 2024, ejemplifica el cambio que se puede llegar a obtener.

Él, como aprendió con la decisión de su madre, también donará "todo lo que pueda". "Cuando fallezca, ¿para qué lo voy a necesitar yo?", remacha.