Imagen de archivo de una máquina de diálisis para un paciente con enfermedad renal crónica.

Imagen de archivo de una máquina de diálisis para un paciente con enfermedad renal crónica. Sescam

Salud

La imparable escalada de la enfermedad renal en España: un 40% más de diálisis y trasplantes en casi 20 años

El incremento no sólo responde al aumento de la esperanza de vida. También se debe a que no se atienden los factores de riesgo asociados a la patología.

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Las claves

La prevalencia de enfermedad renal crónica en España ha aumentado un 40% en los últimos 18 años, alcanzando cifras récord de pacientes en diálisis o trasplante.

Factores como la falta de actividad física, una dieta poco saludable, diabetes, hipertensión y el uso inadecuado de ciertos fármacos contribuyen al incremento de casos.

Nuevos medicamentos, como los agonistas de GLP-1 y los inhibidores SGLT2, han demostrado reducir la progresión de la enfermedad renal, aunque su impacto será visible a medio plazo.

El Ministerio de Sanidad prepara planes de diagnóstico precoz y cribado poblacional en mayores de 60 años con factores de riesgo, para mejorar el pronóstico mediante detección temprana.

Cada 75 minutos una persona entra en un programa de diálisis o recibe un trasplante renal en España. Este dato refleja el impacto cada vez mayor que tiene la enfermedad renal crónica en nuestro país.

En 2024, la prevalencia de pacientes con esta enfermedad que necesitaron tratamiento renal sustitutivo con diálisis o trasplante renal fue de 1.406,9 personas por millón de población (p.m.p), según los datos preliminares del Registro Español de Diálisis y Trasplante.

Se trata de la cifra más alta desde 2006, cuando se creó el citado registro. Aquel año, la tasa fue de 1.001,1 p.m.p, por lo que el aumento ha sido de un 40,5%. En este periodo, de hecho, no se ha registrado un descenso anual, a excepción del de 2007.

La evolución al alza muestra que cada vez hay más pacientes en nuestro país que necesitan una alternativa con la que sustituir la función de sus riñones y poder seguir viviendo.

El pasado año, se registraron un total de 68.403 personas que precisaron de diálisis o de un trasplante renal; son unas 25.000 más que hace 18 años.

Factores de riesgo desatendidos

El aumento de la prevalencia en la antes conocida como insuficiencia renal esconde un dato positivo, como apunta a EL ESPAÑOL Emilio Sánchez, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

Y es que la esperanza de vida de los pacientes en diálisis o trasplantados cada vez es mayor, por lo que se mantienen los que ya están y se incorporan nuevos casos.

Entre los aspectos negativos de este incremento aparecen más factores. Por un lado, "no se está sabiendo atender a los factores de riesgo que condicionan la enfermedad renal crónica".

Algunos de los más comunes son llevar una dieta saludable o realizar ejercicio. Como apunta Sánchez, cada vez menos personas cumplen estos dos requisitos en nuestro país.

Según la última Encuesta de Salud de España, realizada en 2023, un 47,2% de hombres y un 54,6% de mujeres no dedicaban ningún día a realizar ejercicio físico.

Esta ausencia de actividad no sólo aumenta el riesgo de padecer la enfermedad renal crónica, sino que también puede llegar a agravarla.

Lo mismo sucede con la diabetes. En 2024 fue la causa más frecuente entre los nuevos casos de enfermedad renal crónica, con un 24%. En este sentido, "los servicios sanitarios, y también la población, no siempre llegan a tiempo".

Otro de los aspectos sobre los que llama la atención Sánchez es la hipertensión arterial, que puede agravar la enfermedad renal crónica. Sin embargo, su carácter silencioso hace que la población no le preste la suficiente atención.

Tras este incremento también aparece el consumo de fármacos que causan esta enfermedad, como son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que "se toman sin prescripción médica" ante problemas en los que se debería recurrir a los analgésicos.

Llegada del 'fármaco milagro'

Bajo este panorama, el presidente de la SEN vaticina que en los próximos años continuará aumentando puesto que "la puerta por la que entran los pacientes sigue abierta".

Tal vez una buena 'cerradura' sea un grupo de fármacos que ha aparecido recientemente en el mercado demostrando beneficios ante la reducción de la enfermedad renal crónica.

Uno de estos tres medicamentos son los agonistas de GLP-1. Además de su potencial para la pérdida de peso, han demostrado que reduce un 25% la progresión de la enfermedad renal crónica.

Los inhibidores del cotransportador sodio-glucosa tipo 2 (iSGLT2, por sus siglas en inglés) también han demostrado ser útiles en este sentido, pese a que se diseñaron inicialmente para el control de la diabetes.

"Un estudio realizado con un iSGLT2 logró retrasar dos años la llegada a un programa de diálisis con una función renal del 20%. Pero siendo del 80%, el retraso era de hasta 27 años", indica Sánchez.

La finerenona, por su parte, es otro de los medicamentos que se incluye en este grupo; en este caso, con una reducción en la progresión de la enfermedad cercana al 23%.

El inconveniente es que, pese a que son fármacos bien tolerados por el paciente y con un precio asequible, hasta dentro de "cinco años o una década" no se empezará a notar que hay un menor número de personas que recurren a la diálisis.

Hasta entonces, "seguirán yendo los mismos o incluso más", augura Sánchez sobre el previsible aumento de la prevalencia aunque el objetivo sea el de "diálisis cero". Uno de los aspectos que ayudará a alcanzar esta meta es el diagnóstico precoz.

En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha introducido la enfermedad renal crónica en los planes prioritarios de abordaje a la cronicidad para el periodo 2025-2028, aprobando un plan de diagnóstico precoz.

Esto supone que, una vez que las comunidades den su visto bueno, puede que a partir del año que viene se establezcan planes de cribado poblacional a personas de más de 60 años que presenten factores de riesgo para esta enfermedad.

"De esta forma, si la conseguimos diagnosticar pronto, también vamos a poder tratarla a tiempo para que mejore el pronóstico", concluye Sánchez.